Tabasco / Bajan ríos pero no retornan a sus hogares / Oct 12

No han podido regresar a sus hogares pese a descenso de ríos

En la Rancheria González y Anacleto Canabal, las familias
han decidido permanecer en sus casas hechas en
la carretera. (Foto: Javier Chávez/El Heraldo de Tabasco)

Unos por temor y otros poque sus casas siguen anegadas

Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
12 de octubre de 2010
Félix Nolasco

Villahermosa, Tabasco.- Pese a que el nivel de los afluentes de los ríos sigue en descenso, las personas que viven a la orilla de los márgenes de los mismos no han podido regresar a sus hogares, unos por temor de volverse a inundar y otros más porque sus casas aún continúan anegadas.

En recorrido realizado por El Heraldo de Tabasco, se pudo constatar que varias comunidades ya se encuentran en seco como es el caso de Lázaro Cárdenas; sin embargo, rancherías como González, Anacleto Canabal y Miguel Hidalgo, aún tienen problemas de agua estancada por lo que sus habitantes siguen viviendo en las carreteras.

En la ranchería Lázaro Cárdenas la mayoría de las familias ya han limpiado sus casas, aunque ellos nunca salieron de sus hogares. Por su parte el Centro Recreativo de "El Gordo y San Pancho", se encuentran en plena limpieza, aunque según sus trabajadores aún no se cuenta con una fecha exacta de cuando comenzarán a dar de nuevo el servicio.

Al cuestionarlos sobre el agua que se encontraba en la alberca, misma que se ve demasiado sucia, comentaron que la inundación no llegó hasta esta zona, sin embargo, esa agua por estar estancada y con las lluvias se puso sucia, por lo que habrá que limpiarla y tratarla o en su defecto vaciarlas y llenarlas de nueva cuenta.

En cuanto a las zonas de la ranchería González y Anacleto Canabal, las familias han decidido permanecer en sus casas hechas en la carretera, pues señalan que la emergencia no ha terminado y sobre todo porque el agua no ha salido por completo de sus hogares.

Para finalizar la ranchería Miguel Hidalgo, de igual forma se encuentra limpiando algunas casas, pero siguen en la zozobra, pues no saben si el peligro ha terminado por completo.