domingo, 10 de octubre de 2010

Opinión: Víctor Manuel Barceló R. / Oct 10

El Trópico Húmedo: una emergencia nacional.

La Comisión de Desarrollo Agropecuario del Senado de la República –que coordina el Senador Heladio Ramírez López- el día seis pasado, convocó para hablar sobre Trópico Húmedo. Allí pude repasar la realidad grave y preocupante. En el país: un grupo reducido de transnacionales –coludidas con mexicanos- “tiraron a la basura” casi cinco décadas del siglo XX, en que construíamos una nación, con defectos graves en cuanto a distribución del ingreso y la política, pero capaz de dar empleo a creciente número de seres humanos.

EN EL Trópico Húmedo, con más de 25 millones de habitantes -Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Puebla, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Veracruz y Tabasco- son deplorables las condiciones: tierras abandonadas, reducción de producción en: plátano, cacao, coco, tabaco, café, vainilla. Vocación de la tierra, alterada: ganado en selvas y bosques explotados irracionalmente, hasta desaparecerlos.

“Colonialismo interno” petrolero: succiona hidrocarburos y deja solo salarios y una pobre “renta” para medio resarcir calamidades que provoca. Producción de energía hidráulica, sin respeto a la vida humana, anteponiendo compromisos con productores privados de energía. Desaprovechamiento del agua. No se aplican planes hidráulicos –ya elaborados- para el manejo de tan vital recurso.

Podemos ubicar al T.H. por su clima cálido, prácticamente todo el año. También caracterizado por elevadas precipitaciones, con dos estaciones: húmeda y seca. La vegetación más representativa es la sabana, adonde, árboles y hierbas altas se desarrollan con la húmeda y languidecen durante la seca. Extensos cuerpos de agua (ríos, lagunas, lagos) en medio de vegetación intensa y variada; bosques deteriorados y ralas, las que fueron frondosas selvas, por ambición de taladores.

Es urgente una visión estructural, que de rostro al trópico húmedo mexicano y le prepare e impulse al crecimiento sustentable. En esa cuarta parte del territorio nacional, está una sociedad pluricultural, que se afana por la autonomía, expresión de la libre determinación de pueblos sojuzgados en sus derechos, por grupos de todas las tendencias. Actitud a erradicar, para cumplir compromisos de equidad y justicia de la Independencia, la Reforma y Revolución Mexicanas.

Por el abandono de esas regiones es más factible revisar, recomponer y articular políticas públicas, con necesidades de sectores productivos, para conformar un Plan de Desarrollo Regional Sustentable, respuesta a la demanda social y propuesta de estrategias que den viabilidad a la actividad económica en el T. H. En esos confines generosos y cálidos, no queremos ser más pueblos del futuro, queremos vivir la realidad presente y ser parte de ella, como vía a un porvenir mejor.

Importante será que aseguremos la renovación del recurso. Garantizar la persistencia del ecosistema que le sostiene, sin él no hay recurso, desaparece. El desarrollo económico se logra utilizando recursos, asegurando su regeneración en equilibrio ecológico. En el T. H. puede impulsarse uso y creación de tecnologías –existen varias- que hagan menos agresiva la transformación. Procesos industriales en práctica, muestran que la fabricación genera calor y “basura”, que se van al ambiente, contaminándole. Puede aprovecharse el calor para producir electricidad, la necesaria en cada proceso; incluso excedentes para electrificación local, industrial, transporte. Cooperaría a mejorar condiciones de vida de sus trabajadores y familias, reduciendo las afectaciones, cada vez más graves, al medio ambiente.

Reducir, reutilizar y reciclar, sería responsabilidad del Plan de Desarrollo del Trópico Húmedo Mexicano. Su conformación pronta, crearía nuevo paradigma de crecimiento para mantener nuestra existencia como especie, dentro de los ecosistemas complejos, que destruimos sistemáticamente. Ahora urgen estrategias, de corto, medio y largo plazos, que reconquisten cadenas productivas, aquellas que llegaron a convertir importantes zonas de Chiapas, Tabasco, Veracruz, Oaxaca y Guerrero, en proveedoras para la soberanía alimentaria de la nación. Su recuperación es emergencia nacional ante advertencias internacionales de un escenario de hambruna planetaria, en una década. Vinculémonos a principios de equidad, justicia y cooperación internacional para el desarrollo. Revisemos convenios –el TLC con el Norte- y recuperemos voz en los organismos multilaterales.

Recordé, ante senadores de todos los partidos, la ganadería de Tabasco, proveedora número uno de carne a la Ciudad de México; así como la producción cacaotera, de la mayor significación, en el país e internacional. Hoy están, en graves problemas, una y en bancarrota el grano, representativo del potencial agroforestal del T. H. mexicano.

En lo institucional -INIFAP, Colegio de Postgraduados, Chapingo, la Narro- –instituciones especializadas en el T. H. o desaparecieron por recortes presupuestales o apenas si balbucean con publicaciones modestas- se cuenta con información, experiencias, técnicos y científicos de primer nivel, que saben en cuanto a qué, cómo y con qué lograr producciones importantes, sea para el mercado nacional, como exportación de: flores, hortalizas, pastos, frutos tropicales –cacao, plátano, pimienta, carambolo, naranja, limón, toronja- café y otros, incluso su procesamiento industrial competitivo. Podrían ejecutar tareas de divulgación, enseñanza y extensionismo. La SAGARPA tiene la palabra para superar: abulia, burocratismo, recursos caros y escasos.

El desarrollo regional se abandonó, tras intentos fallidos. Planes: Limón, Chontalpa, Balancán-Tenosique- olvidadas plantaciones de eucalipto, teca, melina; cultivos de palma de aceite, bambú y sistemas-producto para limón y otros. Hay tareas de sostenimiento, pero nada más. La asociación de cultivos se perfila como propuesta científico-tecnológica a regir la parte más dinámica de un nuevo desarrollo rural, como la agricultura tropical sustentable. Validación y demostración de avances tecnológicos es la puntual tarea a realizar en el inmediato futuro. Con ello se puede crear un modelo de desarrollo regional.

Cualquier modesto conocedor del sur-sureste, sabe de oportunidades para crear riqueza. Esta región ofrece: tierra, diversificación de cultivos, ganadería, silvicultura, acuicultura, mano de obra. Modernizar enriqueciendo y enriquecer modernizando es ruta ineludible. Recordé que en momentos aciagos de la nación, la representación del pueblo en el Congreso y de los estados de la Federación -diputados y senadores- tomaron riendas de su presente con su voz, con su vida y solventaron situaciones político-sociales, que dieron sendos tirones a la historia, cambios que jalonaron al país, en su vida y relación internacional.

Hoy no se pide –aunque está en la cartera del pueblo- la reforma del Estado. Solo solicitamos que se aplique la Constitución y los habitantes del sur-sureste dejemos de ser los olvidados, los de segunda, aquellos a quienes pueden venir a mentirnos, funcionarios de todos los niveles, con promesas jamás cumplidas. Quienes nadie oye…ni ve.

Queremos que el futuro empiece hoy, considerándonos en el Presupuesto de Egresos del 2011. Revisar partidas a educación, salud, apoyo a marginados; sobre todo a producción y productividad agropecuaria, forestal, acuícola. A las PYMES, que se ahogan en el trópico, no tanto por agua: por crédito inaccesible, escaso y caro; apoyo técnico incierto, mercado precario y decreciente por falta de empleo. Urge revisar partidas –nos ofrecemos de apoyo técnico- y así dar paso a la esperanza de miles, que salen a jugarse la vida por pasar al norte, entre rejas, mallas, balas, hambre, agua y desolación, que muchas veces culmina en cárcel, deportación infamante o la muerte.

Hace dos siglos luchamos por independizarnos del imperio español y caímos en otro imperio, que nos arrebató, a sangre y fuego, más de la mitad del territorio. Lo que nos quedó lo cobijamos como la Patria republicana, laica con Juárez y recuperamos después de quienes, por treinta años usufructuaron la riqueza nacional, mediante la lucha revolucionaria de hace cien años, para alcanzar la libertad con calidad de vida. Ni en uno ni en otro caso, logramos todo lo que esperábamos.

Hoy estamos obligados a construir, en nuestro México multiétnico y multilingüe, una nación justa, laica, equitativa, desarrollada, próspera, con igualdad social creciente. Los habitantes del sur-sureste, último bastión agropecuario de la nación, confiamos en el Congreso de la Unión, en especial el Senado, para un primer paso sólido, con la revisión del Presupuesto, abierto al desarrollo del Trópico Húmedo.

Correo electrónico: v_barcelo@hotmail.com Villah. Tab. 10-oct.-2010.

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