Inundados pero sin agua potable
Oxiacaque es una de las comunidades mas afectadas en el municipio de nacajuca. el nivel del agua baja a paso lento. (Foto: Javier Chávez/El Heraldo de Tabasco)
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
9 de octubre de 2010
Humberto Santos
Oxiacaque, Nacajuca.- A más de un mes de estar inundada esta comunidad, sus habitantes han comenzado a presentar problemas en la piel; algunos adultos debido a la depresión han optado por refugiarse en el alcohol y otros simplemente se resignan a perderlo todo.
Dos de la tarde, en el "campo de concentración" asentado en el centro de esta población, un tumulto de personas se reúnen alrededor de un representante del ayuntamiento para exigirle les resuelvan sus demandas. La falta de agua potable recuerda aquella frase de Samuel Taylor Coleridge en "La Canción del Viejo Marinero"; "Agua, agua, por todas partes, y todas las tablas se achicharraban Agua, agua, por todas partes, ni una sola gota para tomar".
Pues ciertamente el camino que conduce a Oxiacaque tiene un paisaje repleto del vital liquido, sin embargo esta agua no es apta para el consumo humano, al menos no antes de un buen proceso de purificación; mientras los adultos discuten como resolver este problema, en la cocina hecha con laminas de zinc, elementos del Ejecito Mexicano se preparan para repartir la comida, carne cocida, arroz blanco y frijoles hervidos.
Como niños que esperan recibir un dulce las personas albergadas se forman con su plato y vaso, algunos descalzos, otros mojados, pues no han querido dejar sus casas, pero saben ya a que hora los soldados sirven la comida.
Al final del campamento, mujeres, hombres y ancianos aprovechan el tumulto para poder llenar unos cuantos botes con agua para su uso domestico; pues mientras los días pasan las enfermedades en la piel, especialmente en los pies se hacen presente, y aunque hay servicio medico, los niños presentan ya micosis.
Asimismo los animales han tenido que ser encerrados en improvisados corrales en la carretera misma, donde algunos habitantes han optado por con los pocos pesos que tienen ahogar sus penas en alcohol, olvidándose de todo, incluso de su salud misma.
Oxiacaque, Nacajuca.- A más de un mes de estar inundada esta comunidad, sus habitantes han comenzado a presentar problemas en la piel; algunos adultos debido a la depresión han optado por refugiarse en el alcohol y otros simplemente se resignan a perderlo todo.
Dos de la tarde, en el "campo de concentración" asentado en el centro de esta población, un tumulto de personas se reúnen alrededor de un representante del ayuntamiento para exigirle les resuelvan sus demandas. La falta de agua potable recuerda aquella frase de Samuel Taylor Coleridge en "La Canción del Viejo Marinero"; "Agua, agua, por todas partes, y todas las tablas se achicharraban Agua, agua, por todas partes, ni una sola gota para tomar".
Pues ciertamente el camino que conduce a Oxiacaque tiene un paisaje repleto del vital liquido, sin embargo esta agua no es apta para el consumo humano, al menos no antes de un buen proceso de purificación; mientras los adultos discuten como resolver este problema, en la cocina hecha con laminas de zinc, elementos del Ejecito Mexicano se preparan para repartir la comida, carne cocida, arroz blanco y frijoles hervidos.
Como niños que esperan recibir un dulce las personas albergadas se forman con su plato y vaso, algunos descalzos, otros mojados, pues no han querido dejar sus casas, pero saben ya a que hora los soldados sirven la comida.
Al final del campamento, mujeres, hombres y ancianos aprovechan el tumulto para poder llenar unos cuantos botes con agua para su uso domestico; pues mientras los días pasan las enfermedades en la piel, especialmente en los pies se hacen presente, y aunque hay servicio medico, los niños presentan ya micosis.
Asimismo los animales han tenido que ser encerrados en improvisados corrales en la carretera misma, donde algunos habitantes han optado por con los pocos pesos que tienen ahogar sus penas en alcohol, olvidándose de todo, incluso de su salud misma.
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