lunes, 4 de octubre de 2010

Heraldo Político: Juan Ochoa Vidal / Columna / Oct 04

(Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco)

De las lunas, la más hermosa...

Las razones son por todos conocidas. Encontrar culpables es complicado porque, en última instancia, todos somos corresponsables. El diagnóstico resulta ser irrefutable, inequívocamente pesimista por lo menos en lo que respecta al corto plazo. La gran pregunta, en todo caso, es qué haremos todos para comenzar a salir del hoyo al menor costo y tiempo posibles.

Se tiene qué partir de la realidad imperante y la que se avizora, de acuerdo a proyecciones formuladas por científicos, para lo que resta de la presente década:

Sufriremos problemas similares, e incluso peores, que los que estamos viviendo desde 2007; tanto por razones climatológicas como en el rubro de las finanzas públicas, y en general en la economía de todos los sectores de la población. Todo tiende a agravarse para 2011 y los años subsecuentes.

De momento, como lo advirtió ayer en Tapijulapa Andrés Granier Melo, la situación es muy complicada en toda la entidad, pues los ríos y lagunas se mantienen en sus máximos niveles, al igual que las presas que conforman el Sistema Hidroeléctrico del Alto Grijalva.

En efecto, de la presa Peñitas se están extrayendo dos mil 400 metros cúbicos por segundo -y todavía puede incrementarse el desfogue- y eso ha aumentado los caudales del Samaria y Carrizal, y también del viejo Mezcalapa. La tradición marca que debemos esperar, entre hoy y mañana, el "Cordonazo de San Francisco".

La alerta máxima se mantiene en todo el estado, sobre todo con la llegada de un nuevo frente frío que podría aumentar los niveles de ríos y lagunas, añadió Granier, al insistir en su exhorto para que las familias que se encuentran en zonas de peligro - como sucede con las que se resisten a abandonar sus viviendas en las comunidades situadas entre los puentes Los Monos y Limón- dejen sus hogares y se trasladen a los refugios.

Granier estuvo en Tapijulapa en compañía del secretario de Gobierno, Humberto Mayans Canabal. Allí se evaluaron daños, se entregó ayuda y, con toda seguridad, los funcionarios reafirmaron su convicción de que cuando menos las cuatro semanas siguientes serán muy complicadas, además de que se prevé que la naturaleza no nos dejará tranquilos durante todo el resto del otoño e invierno.

Lo peor de todo, es que quizá a partir de febrero se tenga un respiro, pero será de no más de seis o siete meses, en virtud de que los estudios y diagnósticos presentados -de antemano- por el Instituto de Ingeniería de la UNAM prevén que se registren nuevas temporadas amplias de mal tiempo y crecientes durante los siguientes diez o quince años.

La Compuerta de Macayo, aunque y cuando se termine, ayudará a frenar un poco la fuerza de las aguas que bajan hacia la planicie tabasqueña; mas no está ni podría estar diseñada para evitar grandes avenidas.

Y aunque el gobierno federal de inmediato emprendiera obras hidráulicas de gran envergadura -para canalizar grandes volúmenes de aguas del alto Grijalva hacia el río Tonalá; para controlar los eventualmente repentinos e intensos escurrimientos a través de la sierra de Tacotalpa, Teapa y Macuspana; y también de dragado de ríos y vasos reguladores, rehabilitación de márgenes y drenes, entre otras acciones- estas tomarían muchos años antes de estar en condiciones operativas.

Aquella gran bonanza petrolera que un día pregonó el Presidente José López Portillo y que en Tabasco se desperdigó en burocracia, politiquerías y pillerías, debió haber servido, ciertamente, para realizar esas grandes obras hidráulicas, que en mucho nos ayudarían en las actuales circunstancias y ante los problemas que nos depara el futuro a corto, mediano y largo plazo.

Por ahora, el desastre económico es muy difícil de calcular. Rebasó, con mucho, la afectación de 2007. No olvidemos que a la llegada de esa gran inundación, la economía de los tabasqueños ya venía arrastrando fuertes daños, producto de la crisis que nunca amainó desde que estalló hacia 1982.

Es un hecho ampliamente conocido que, por ejemplo, en lo que respecta a las finanzas públicas, cuando Andrés Granier llega al gobierno el primero de enero de ese año, enfrentó no sólo con un severo recorte presupuestal dispuesto por la administración de Felipe Calderón, sino también fuertes pasivos, y rezagos en materia de obras y servicios públicos, herencia del sexenio anterior.

Todos somos culpables

Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de Las Casas, publicó el pasado sábado un ensayo intitulado "Hermana Madre Tierra", en el que revisa la coyuntura desde la óptica religiosa:

"En varias partes hemos sufrido los embates de las lluvias, por huracanes, tormentas tropicales, deslaves e inundaciones, que lamentablemente no se han reducido a pérdidas de bienes materiales, sino también de vidas humanas. Los pobres, como siempre, siguen siendo los más afectados", advierte.

"Es común que culpemos de todo esto al sistema político y económico, pues el cambio climático se ha agravado por los intereses de los países más industrializados, los que rigen la economía y en parte la política mundial, los que más destruyen la naturaleza y contaminan.

"Sin embargo -denuncia el líder católico- también hay responsabilidades locales, pues se talan árboles en forma desconsiderada; se contaminan los ríos y la basura está por todas partes; se construyen casas en lugares muy bajos, casi en las márgenes propiedad de los ríos, o en laderas proclives al deslizamiento".

De los apuntes

Se solicita con urgencia que se presenten en las comunidades de Tabasco, con ayuda efectiva, todos esos que han andado de cola-caliente en campañas políticas a destiempo.

juan_ochoa45@hotmail.com

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