(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
En Centla, ¡43 mil damnificados!
Ayer martes 5 de octubre, los duendes de la redacción se comportaron egoístamente con este columnista. La cabeza principal de su columna fue cambiada de manera artera. Su servidor propuso "Jonuta, a un paso de la pandemia", pero al editor de la redacción le pareció mejor la de "Urge una reunión en la cumbre".
Alegarle, protestarle, reclamarle a un editor es como alegarle a un ampayer en el beisbol. La idea era llamarle la atención a usted, lector lectora, sobre la difícil situación en que viven 23 mil 500 de 28 mil habitantes en Jonuta, que en 103 (de 105 totales) comunidades, están prácticamente a merced del hambre y las enfermedades contagiosas.
Ojalá alguien volteara la cabeza y por humanidad ayudara a estos paisanos, cuyo único pecado es ser pobres y haber votado por el PRD. Hoy, en igualdad de petición, este columnista quiere apelar a su generosidad, para resolver quizá el mismo problema que en Jonuta, pero ahora en Centla, donde la inundación los tiene prácticamente jodidos. De 149 comunidades que tienen, en 105 comunidades se ha cebado la desgracia. Contrariamente a Jonuta, donde todas las autoridades del estado han dejado prácticamente solo al presidente municipal, Armando Narciso Correa Peña, en Centla la ayuda y la coordinación para salvar a ¡43 mil damnificados!, ha estado mucho más socorrida. Estuve en esa emergencia los pasados viernes 1º y sábado 2 de octubre. Tengo que admitir que el liderazgo de Aquiles Reyes Quiroz como presidente municipal; la eficiencia del comandante de la Quinta Zona Naval, Juan Ramón Alcalá y la coordinación de Aquiles Domínguez Cerino, secretario de Comunicaciones y Transportes, ha permitido que una situación de emergencia esté siendo resuelta de manera eficiente.
Igualmente, las damas del DIF, con doña Patricia Avila al frente, se han metido en todo para que no les falte nada a los inundados. Por ejemplo, en villa Quintín Aráuz, donde todavía hasta el viernes 1º pasado, sus 2 mil 500 habitantes se negaban a desalojar su casa, felizmente, mujeres, niños y adultos en situación de emergencia, se fueron a albergues donde podrán esperar mejores tiempos. En Boca de Chilapa, donde hubo que auxiliarlos con transportes anfibios de la Marina y en Tres Brazos, a donde se les hicieron llegar brigadas médicas y medicinas, se ha trabajado a marchas forzadas. Me llama la atención sin embargo, que los representantes de este municipio en el Congreso de la Unión, el senador Francisco Herrera y el diputado, Nicolás Bellizzia, no estén al lado de los que los eligieron como representantes.
Pensaba este columnista que ayer martes podrían haber acompañado al gobernador del estado, Andrés R. Granier, en su visita a Boca de Chilapa, pero a la hora de cerrar esta nota, su ausencia se notaba desde cualquier ángulo.
¿Cómo podrían aspirar ambos --Herrera a la candidatura buscando la gubernatura y Bellizzia Aboaf, tras la senaduría-- si le tienen miedo al agua y a saludar de mano a los jodidos? Digo…
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