lunes, 25 de octubre de 2010

Cayuco: Enrique Muñoz González / Columna / Oct 25

(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)

LA INDUSTRIA DE LA RECLAMACION

" Sin importar el tamaño de la ciudad o
pueblo en donde nacen los hombres o
mujeres, ellos son finalmente del tamaño
de su obra, del tamaño de su voluntad de
engrandecer y enriquecer a sus hermanos"
Ignacio Allende.

(Tercera y última parte)

En Tabasco hubo un movimiento indígena-campesino de dimensiones nacionales. El llamado éxodo por la democracia y la industria de la reclamación, que sirvió de plataforma para la carrera política de Andrés Manuel López Obrador. Desde luego otros actores y otros procedimientos, algo parecido con los reclamos chiapanecos.

Por años, los tabasqueños buscaron solucionar las cosas a través de peticiones de participación electoral, de manifestaciones, de largas caminatas a la capital. Pero no fueron escuchados. Para evadirlos, la campaña del candidato priista, Roberto Madrazo, fue una de las más costosas de la historia, no sólo del Estado sino de todo el país. Desde el punto de vista del PRD y la percepción ciudadana, pues las autoridades federales y estatales no probaron nada.

En Tabasco existen realmente graves rezagos sociales y la lucha es justa. Las carencias en salud, educación, vivienda, alimentación y tierras van más allá del simple Programa Estatal piso, fogón y letrina. La grave contaminación de la flora y la fauna, no puede hallar solución en un simple plan de emergencia ecológica local. Sin recursos y sin una administración adecuada hacia los afectados, se repetirían las causas del conflicto.

Descalificar un movimiento amplio, legítimo y con una pasión que sólo conociendo al tabasqueño puede entenderse, además de irresponsable, era obstáculo para colaborar a la distensión del conflicto. La versión oficial del caso Tabasco, contribuye a aumentar la imagen de un gobierno que pretendía gobernar para todos.

Lamentables también las declaraciones oficiales sobre "la industria de la reclamación", la única que realmente ha florecido en el país de Zedillo. Por las mismas fechas en que surgieron estas declaraciones, el Frente Zapatista de Liberación Nacional expresaba la forma en la que el gobierno entiende, la pacificación y el diálogo: "La guerra del gobierno - decía el Subcomandante Marcos el 8 de Febrero - viene disfrazada de pacificación. Desde hace 500 años, para los indígenas mejicanos "pacificación quiere decir muerte, cárcel, torturas, persecución, humillación, olvido".

La declaración del Presidente Zedillo: "El petróleo no es arma política" coincidió con la orden de formal prisión para 49 perredistas sin derecho a fianza, la detención de 21 chontales más y la colocación de un retén permanente para "detección de armas y explosivos" en el municipio de Tabasco, donde tiene más fuerza la oposición: Cárdenas. Parecen más prudentes las acciones de la oposición en el sentido de "no radicalizar el movimiento" - López Obrador -, que unieron y fortalecieron al PRD.

Aunque su terquedad muchas veces lo ha llevado a dolorosas derrotas.

Si realmente se quería distensionar el conflicto y entrar a una fase de diálogo, el gobierno debe mostrar más que voluntad política. Y la oposición de igual manera.

Estos fueron los puntos:

-Definir la estancia de Madrazo en la Gubernatura local.
-Retirar las órdenes de aprehensión por presunto "sabotaje" a los campesinos e indígenas chontales.
-Detener la represión y la salida policiaca, que apuesta a un innecesario desgaste de la oposición y al crecimiento de la inconformidad.
-Iniciar el diálogo de manera abierta con la opinión pública y con la participación plural de partidos políticos, sociedad civil y medios de comunicación social.
-Escuchar, dialogar y en su caso, indemnizar a los campesinos afectados por sus tierras.
Lo que está en juego es la dignidad tabasqueña y con ella la dignidad del hombre mejicano. La inconformidad y el malestar generalizado apuntan a una solución, pero no la definen del todo. Falta la voluntad de PEMEX de enfrentar el conflicto realistamente. Es necesario que se reconozca la legitimidad de la resistencia civil, como última posibilidad de presión política. ¿Acaso no fue esa misma desesperación la que llevó a los zapatistas a tomar las armas?

LA PIRAGUA
No se puede desconocer el aspecto antropológico y cultural del tabasqueño, bien expresado en el canto popular: "Vamos a Tabasco que Tabasco es un edén... porque el amor tabasqueño se entrega siempre con todo y dueño". Los chontales han tomado ya una decisión de "amor tabasqueño", que los llevó a la cárcel.

La realidad es que son muchos los mejicanos que se han unido ya al grito de los chontales: "¡Yo también bloqueé la entrada del pozo petrolero! También a mí enciérrenme". Por ello no extraña el lema de las inundaciones, “Yo amo a Tabasco más que nunca, aunque debería ser más que siempre”, pero aquí lo interesante es ver cómo se apasiona y se aferra el tabasqueño al terruño. Quienes por problemas de edición ante una falla de la maquinaria de Rumbo Nuevo, no pudieron leer la primera y segunda parte, éstas se encuentran en nuestra página de internet.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.