Armagedón
“La boca el justo hablará de tu justicia...”
Salmos 35:28
Una transición política a medias…
Alfredo A. Calderón Cámara
Acostumbrado al debate como enriquecimiento de las ideas, el gobernador Arturo Núñez Jiménez, al participar en el foro Prioridades para un Programa de Gobierno, organizado por la Fundación para la Democracia A. C. ubicó: “Qué en nuestro país ha habido una transición política, pero que ésta se encuentra inacabada porque el tránsito del nuevo régimen político se quedó atrás, a causa de la pluralidad política”. Evidente es que en el país la sociedad escucha una y otra vez la tesis de tener un sistema de partidos preocupados por atender la demanda popular, como vanguardia de la lucha del pueblo por alcanzar mejores niveles de bienestar dentro de la libertad, la democracia y la justicia social; pero, en la realidad, la transición política aunque ha tenido la oportunidad, debido a la divergencia de intereses e ideologías de la pluralidad política; no se ha tenido la capacidad de conciliar al momento de poner las cartas sobre la mesa y lograr acuerdos para que esas tesis sean una realidad.
Tan ha sido así que “El cambio de régimen no se ha debido al talento de los actores políticos; es un subproducto del cambio en la correlación de fuerzas en lugar de haber sido producto de un diseño institucional deliberado, pensado de manera integral”, opinó Núñez Jiménez en el Centro Cultural Casa Lamm como ponente de la Mesa 4 del foro, denominada Otra forma de Gobierno; docto en el tema, el mandatario estatal definió: “Qué en lo electoral se pasó de un sistema totalmente mayoritario a uno de representación proporcional, en 1977, con lo que se atribuyó un carácter dinámico al cambio político y sirvió para transformar el sistema de partidos”. Se pasó de la hegemonía del partido gobernante a abrir los espacios y la participación de entidades políticas que por años no habían podido avanzar en la batalla por estar a la vanguardia de la organización social, ser fuerza de sostén y fuerza motriz para mover a México.
No obstante Núñez Jiménez, no dejó el tema en el aire; aunque sabe que el país tiene la necesidad de movilizar conciencias y voluntades para fortalecer las convicciones ideológicas y recuperar identidades perdidas; difirió abiertamente de quienes sienten que son la panacea y solución del país, porque ante el radicalismo y el mesianismo, México exige que sean utilizadas todas las herramientas de la política porque –de acuerdo a la realidad los cambios reales de la política- todavía se está muy lejos: “que estemos en un sistema de partidos competitivos, porque aún son semi-competitivos, todavía la preeminencia del partido hegemónico se sigue reflejando, aún con los cambios que vemos, y muchas veces tenemos la ilusión óptica de que nos hemos movido, ante la existencia de un tripartidismo con otras expresiones complementarias para lograr coaliciones electorales”.
Fue así como el gobernador Núñez Jiménez se pronunció: “por recuperar la idea de gobernabilidad, procesando la pluralidad. Con lo que he vivido en la transición de la política mexicana, he llegado a la conclusión de que el gradualismo no es una opción política, es una imposición de la realidad que se va presentando”. La realidad ha demostrado que México no puede seguir en la creencia en la cual el cambio debe ocurrir, lentamente en forma de pasos graduales, por debajo de los cambios que le han sido impuestos a una sociedad en la realidad dicta que una tesis son los argumentos esgrimidos por el partido en el poder y otra muy distinta la realidad que muestra que a la brecha de la desigualdad le han sido negados los beneficios de una revolución a la que le urge reorientar y aterrizar en la realidad una transición política donde el viejo régimen no acaba de morir y lo nuevo no termina de nacer y que mantiene viendo a los mexicanos una transición política a medias…
EL SEPTIMO SELLO
El gran problema que México enfrenta es que mientras el gobierno federal tenga un programa y la nación tenga como prioridad: objetivos, necesidades y metas colectivas muy diferentes, México no avanzará…
LA SEPTIMA TROMPETA
Para que la transición política logre cuajar, las entidades políticas deberán ponerse de acuerdo en recoger los anhelos y las esperanzas de quienes depositan el voto para que la transformación llegue a la realidad tan necesitada. También puede revisar esta columna en el portal http://www.elimparcialdetabasco.com/. A sus órdenes al teléfono 9932951489.
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