miércoles, 30 de agosto de 2017

TABASCO POLÍTICO / José Luis Gutiérrez Gutiérrez / OTRA VÍCTIMA DEL PAISANO / Columna / Miér Agos 30

TABASCO POLÍTICO

                                                                       José Luis Gutiérrez Gutiérrez
                                                                       jlggutierrez@hotmail.com

OTRA VÍCTIMA DEL PAISANO

            Aunque todavía no ha mencionado su nombre completo, a todos, ha quedado perfectamente claro, que las acusaciones y descalificaciones del ex gobernador zacatecano, Ricardo Monreal Ávila, por la amañada encuesta en la que se eligió a la delegada de Tlalpan, Claudia Sheinbaum Pardo, como “coordinadora de organización territorial” de la Ciudad de México, son contra Andrés Manuel López Obrador, y nadie más.
            Así como Enrique Peña Nieto es el que reparte las principales candidaturas federal y estatal en el PRI, el paisano hace lo mismo. La única diferencia es que actúa con más desparpajo y desdén que el morador de Los Pinos y que sus demás pares nacionales.
            A Monreal Ávila literalmente lo asaltaron. Lo chingó López Obrador a la mala. Sheinbaum Pardo no le gana en una encuesta seria ni de vacilada. Con las manos en la cintura hubiera triunfado el ex priista. Ni Martí Batres Guadarrama niMario Delgado Carrillo presentaban un riesgo para el delegado de la Cuauhtémoc.
            Por ello cerraron filas en su contra. Era la única manera de reventarlo, de quitarlo del camino.
            En las mayorías de los estudios demoscópicos que se hicieron en el transcurso que duró el proceso para elegir al virtual candidato al gobierno de la Ciudad de México, Monreal Ávila salió airoso.
            Es más, ningún chilango ponía en entredicho el triunfo del ex senador. Hasta en los demás partidos políticos se daban por descontada la victoria del zacatecano. No había quien hiciera sombra, a pesar de sus marcados negativos.
            Empero, nunca se imaginó que su gurú iba tramperamente a apuñalarlo. De Batres y Guadarrama y de la propiaSheinbaum Pardo esperaba todo, menos de a quien incondicionalmente había viniendo sirviendo durante muchos años, después de lo ocurrido, la historia no va a hacer la misma.
            Las palabras de Ricardo Monreal Ávila denotan dolor, decepción, impotencia, amargura, coraje, indignación. Y cómo no, si la perfidia vino de quien jamás se lo imaginó.
            Ni modo, tendrá que morderse un testículo y la mitad del otro, ya que los más seguro es que continúe en Morena, soportando los desplantes y acatando, como hasta la fecha, las decisiones viscerales y dictatoriales del mascupanense, por ahora, no tiene mejor opción política.
            En serio, que con el paisano hay que joderse. ¡Qué democracia ni que ocho cuartos! Ahí nada más truenan sus chicharrones., y punto.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

            ¡Ah, chingaos! Todo mundo amenaza con armarse, como si se tratará de mascar chicles. Ahora tocó el turno a los del transporte público, concretamente a los dirigentes de los taxis amarillos y de las combis, quienes advirtieron por separado de que van a andar armados, pues en las últimas semanas se han multiplicado el robo de sus vehículos y a choferes. 
            En parte los entiendo, pues al igual que el grueso de los tabasqueños, y avecindados aquí, deben de estar hasta la madre de la delincuencia en cualesquiera de sus manifestaciones.
            El problema es que ambos gremios del servicio público están llenos de ladrones, borrachos, drogadictos, asesinos, ex presidiarios…así que bien harían sus líderes en hacer primero una limpia interna, con lo que ayudarían muchísimo a las autoridades. 
            Las agencias investigadoras y sobre todo los periódicos matutinos dan testimonio -en especial los de la nota roja- de cómo los choferes han participado en violaciones, asesinatos, asaltos y mil lindezas más. 
            El secretario de Seguridad Pública, Jorge Alberto Aguirre Carbajal, debe “coger al toro por los cuernos”, y hacer un llamado enérgico a los transportistas para que no se anden pasando de vivos.
            “Más vale un grito a tiempo que un sermón bien deletreado”, como dice el refrán.  

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