(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
* erwinmacario@hotmail.com
Fallas de la Policía
Artículo 4. La Seguridad Pública
es una función que corresponde
al Ejecutivo del Estado y a los Municipios,
en el ámbito de su competencia, y tiene
como finalidad: a) Mantener el orden público;
b) Proteger la integridad física de las personas
así como sus bienes; c) Prevenir…Ley de
Seguridad Pública del Estado de Tabasco.
Dos asuntos se juntan en este texto. Ambos relacionados con la policía, con la seguridad. En Tenosique, abuso contra periodistas por parte de un comandante policíaco. En Villahermosa, presunta protección a asaltantes.
Reynaldo Laguna, un comandante de la policía municipal tenosiquense, ni siquiera es foráneo sino que es de una comunidad de ese municipio, Usumacinta. Es decir se quedará a vivir ahí cuando termine de gobernar el PRD, pero sus paisanos ya se dieron cuenta que tan malo es el pinto como el colorado en eso de permitir abusos y atropellos de los agentes de policía.
E l pasado alcalde, priísta, no era una perita en dulce. En pleno carnaval utilizó a la policía para negar los hechos delictuosos que se cometieron en la pintadera y que este columnista denunció.
El perredista actual permite, como cualquier priísta, los atropellos contra la ciudadanía. Se dice que se realiza un “gran esfuerzo por que en Tenosique se consolide una Dirección de Seguridad Pública más profesional y respetuosa en el ámbito de los derechos humanos, lamentablemente algunos malos elementos, hacen caso omiso a estas indicaciones y violan de manera sistemática las garantías individuales de los tenosiquenses”, señala una información llegada a este espacio periodístico.
Se asegura que se realizan “detenciones de manera arbitraria con una conducta prepotente y totalmente reprobable que denigran a esta corporación policiaca”.
Esto quedó demostrado la tarde del domingo pasado, —agrega el documento— cuando el comandante en turno que responde al nombre de Reinaldo Laguna, originario de Cabecera, abusando totalmente de su autoridad, ordenó detener al periodista Emanuel Marín, por el simple hecho de haberle cuestionado de manera pacífica, el motivo de la detención, momentos antes a la altura de puente Polevá, del periodista Leonardo Hernández Murillo corresponsal del Diario Rumbo Nuevo y Novedades de Tabasco.
Si bien se sabe que el color partidista no garantiza un buen gobierno, ni mucho menos el respeto al ciudadano —se ha visto en muchos municipios gobernador ahora y antes por el PRD, recuerden Macuspana—, el hecho de que “este alevoso comandante sin explicación alguna de manera tajante y sin dar muestra de sensibilidad alguna, ordenó la detención inmediata de estos dos comunicadores” pone en entredicho la administración municipal.
Cualquiera que haya sido el motivo para detener al compañero de Rumbo Nuevo, no justifica también encarcelar al otro periodista que solidariamente investigaba la razón de esa detención.
En un medio se dijo que, incluso, se había rapado a uno de los periodistas detenidos. Esto es de suma gravedad y probaría hasta donde el presidente municipal permite estos atropellos. No es posible en este principio de milenio que se sigan practicando las penas infamantes.
Una aclaración, al menos, es menester en este caso, si el comandante sabe demasiado yu no puede ser cesado de su cargo. Sucede a veces que un funcionario llega a tener un poder sobre el que es su jefe y esto pudiera estar pasando en Tenosique. Une más lo inconfesable que la amistad o el propio servicio público.
El presidente municipal Raúl Gustavo Gutiérrez Cortés no debe dejar que la sospecha crezca.
En otro asunto, el parque La Choca está convertido en un área protegida para los delincuentes. Constantes asaltos con arma blanca a quienes creen que ese parque, por ubicarse en zona de la alta, es seguro hace pensar que los policías llevan parte del botín.
Las víctimas relatan la forma en que se les asalta y no se incrementa la vigilancia en ese sitio que ahora es más concurrido pues se ha colocado una feria de pueblo a la que acuden las familias en busca de diversión, sin saber el peligro a que se exponen.
El área de los asaltos se localiza en la parte más oscura de ese otrora seguro sitio de recreo y diversión, la curva que da enfrente del restaurante Angus.
Ahí es el coto protegido para los asaltantes. Los agentes que son enviados tal vez no reportan estos ilícitos porque llevan parte de los ingresos mal habidos.
Lo extraño es que al frente de Seguridad Pública hay un policía de carrera, eficiente, que no tiene porque ignorar estos hechos. Al menos que la preocupación por enfrentar a la delincuencia especializada, en apoyo a la guerra de Calderón, le tenga tan ocupado que no le interese la seguridad de quienes, inocentemente acuden a sitios como los parques públicos.
Y esto, mayor Sergio Uribe, es inseguridad aquí y en China.
LADO CLARO
La seguridad pública siempre ha sido el talón de Aquiles de las administraciones públicas. Permitir atropellos como los de Tenosique y presuntas complicidades de los agentes de policías con los asaltantes, rebasa los límites.
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