miércoles, 27 de abril de 2011

Doble Filo: Homero T. Calderón / Columna / Abr 27

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

Nuestra contracultura ecológica

Ayer martes el termómetro subió el mercurio a niveles francamente "uleros": 42 grados a la sombra. No sabía este su servidor si reír o llorar, o llenarse de pena. Su primer pensamiento fue irse bajo los árboles de Plaza de Armas, pero al instante recordó que los trabajos para la remodelación de este espacio urbano, ya los habían iniciado los arquitectos Jorge y Mario Cámara Domínguez. ¡Tuta, madre, me dije! Ya valí madres. Con el termómetro altísimo, quise autoconsolarme echándome agüita en los "dídimos". Luego me metí al "Submarino", pero los aires nada reconfortantes que provienen de sus "meaderos", me obligaron a seguir hacia Plaza de Armas. Algo me decía que no fuera, pero como todos los "indejos", hacia allá fui. Recordé que a los "arquis" Cámara, como a muchos constructores tabasqueños en general, ¡no gustan de los árboles! Es cuestión de irse a una placita cercana (La del Bicentenario) que ellos mismos proyectaron, donde los chavos hicieron (rinden aún) un verdadero homenaje al "acrílico", al plástico, para que mejor me entienda. Y para variar, en la nueva Plaza de Armas, los Cámara Domínguez hicieron otro homenaje, ¡al concreto! Les digo y les pregunto a los muchachos: Sé que ustedes nacieron en la era de los horribles plástico y aluminio; sé que ya no les tocó jugar ni hacer figuritas con lodo; sé que nacieron en un tiempo postPolicarpo Valenzuela, insigne cuanto predador carnicero de la selva tabasqueña y a lo mejor hasta son descendientes de él pero, ¿por qué odian a los árboles? Y mire que yo los admiro a la hora de proyectar. Presuntamente, serían de lo mejorcito que tenemos. Total que me fui a Plaza de Armas y por poco y me da el "telele". Donde había árboles frondosos que daban fresca sombra a muchos "huevones" que quieren aprender de política, hoy sólo se ve un erial que pretende ser nuestra nueva Plaza de Armas. Los chavos Cámara Domínguez no pudieron domeñar sus escuadras y compases fuera de los árboles pegados a la calle Independencia, frente a la Cámara de Diputados. ¿Por qué partirles la madre si un buen paisajista no puede ser tan pendejo ni criminal a la hora de proceder con lo poco bueno que tenía la antigua Plaza? No son los únicos culpables. Frente a las barbas del dizque defensor de todo lo verde y ecologista, Pascual Bellizzia Rosique, fueron talados 35 árboles. Y estoy seguro que hasta los habrá pedido para hacer postelería en alguno de sus ranchos. Esos 35 árboles bárbaramente segados se hicieron prácticamente en presencia de la inútil e inexistente Comisión de Ecología, Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable de la Cámara de Diputados, empezando por su tontito (por no decirle más feo) presidente, Armando Beltrán Tenorio; de Alberto de la Cruz Pozo, Marcela González y Lorena Beaurregard. ¿Entiende ahora que en Tabasco no hay peor ciego que el que no quiere ver? Mañana, DM, sigo con el tema…

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