Cárdenas,
mayo 01.- El alcalde,
Nelson Pérez García encabezó el martes la celebración del Día del Trabajo, la
cual en esta ocasión aglutinó a trabajadores y obreros de distintas uniones
sindicales asentadas en el municipio que marcharon por las principales calles
de la ciudad.
Desde el
balcón central del palacio municipal, el edil saludó a cada uno de los
contingentes que participaron de esta marcha y más tarde presidió el acto
cívico que con motivo de esta conmemoración se efectuó en el parque
Independencia.
En este
evento la regidora Verónica Romero Hernández, al fungir como oradora
oficial dijo que hoy el movimiento
obrero está mostrando su pluralidad y también su madurez.
”Hoy
México, Tabasco y Cárdenas necesita de la suma de todas las voluntades, de la
unión de todos los esfuerzos; para lograr la recuperación y avanzar al
crecimiento que genere buenos empleos para todos con mejores salarios”,
destacó.
Durante el
evento que contó con la presencia de invitados especiales como Miguel Moheno
Piñera y Gregorio Arias Pérez, candidatos a diputados federales del segundo y
tercer distrito electoral, respectivamente así como de Armando Beltrán, Arturo
Córdova y Víctor Zárate Aguilera, la regidora también hizo una amplia
remembranza sobre la historia de esta celebración.
Por parte
de la clase obrera, Gerardo Acuña Cortázar, quien es dirigente de la Federación de
Trabajadores Obreros Tabasqueños (FTOT) en Cárdenas, pronunció un discurso
mediante el cual señaló que este sector surgió de los ideales de la Revolución
Mexicana, que inspira el trabajo de hoy, una Revolución Mexicana humanista y
social “que nos exige y reclama; una revolución mexicana que es todavía hoy
nuestro mejor horizonte. Este sector obrero nació de la Revolución Mexicana,
así como también de la Revolución mexicana nació el Partido Revolucionario
Institucional.
Enfatizó
ante todos los presentes que “estamos hoy primero de Mayo en esta plaza con la
firme convicción de manifestar nuestro compromiso con la clase obrera”.
Asimismo mencionó que en esta celebración no se podía dejar pasar a los
mártires de Chicago, quienes ofrendaron sus vidas por luchar por la jornada
laboral, ya que en esos días de 1886 se laboraba 10, 12 y 14 horas injustamente
sin ninguna prestación social a los incansables trabajadores.
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