TABASCO POLÍTICO
José Luis Gutiérrez Gutiérrez
CÁRDENAS, EN DEBACLE
Rafael Acosta León podrá decir que Cárdenas va viento en popa, empero, la población cardenense habla peste de su gobierno, principalmente aquellas familias que atemorizadas o víctimas del creciente flagelo de la inseguridad pública fueron obligados a abandonarla.
Vivir ahí para muchos se volvió literalmente insoportable, indigno, terrorífico.
Optaron mejor por comenzar de nuevo en otros estados de la República que seguir viviendo con el miedo, con la incertidumbre, con la desesperación, con el amén en la boca.
Los que heroicamente se quedaron no tenían otra salida, otra mejor opción. Sus exiguas condiciones económicas o problemas familiares no se los permitieron y otros porque de plano decidieron aguantar vara, como decimos coloquialmente.
Desde que el incompetente priista Nelson Pérez García arribó a la presidencia municipal de Cárdenas la delincuencia organizada o no, comenzó a manifestarse como nunca antes. A hacerse presente en todos los sectores. Ninguno dejó a salvo.
Situación que empeoró con el nefasto del perredista Abenamar Pérez Acosta. Desde entonces hasta la fecha el tema de la inseguridad pública y del desempleo se salieron de control.
En parte por factores exógenos, pero sustancialmente por el desdén e impericia de Rafael Pérez Acosta. Su responsabilidad en el crecimiento exponencial de los delitos es gigantesca. No tiene pretextos, ni argumentos a su favor.
No le ha dado la debida atención que amerita el sensible y delicado tema de la inseguridad pública, muchos menos el del desempleo. Que se ha agravado no solo por los despidos masivos de PEMEX y de las empresas que trabajaban para ella, sino por las decenas de negocios que tuvieron que bajar sus cortinas, ante la ola de secuestros, asesinatos, robos, extorsiones, derecho de piso, asaltos a diestra y siniestra…en fin un sinnúmero de calamidades.
El dirigente de la CANACO local, Luis Alberto Rodríguez, se quedó cortísimo. El contexto social en Cárdenas está más complicado y difícil de lo que superficialmente se ve.
Los linchamientos que ha habido por allá reflejan el hartazgo de la sociedad cardenense ante la evidente ignorancia e incapacidad del ex diputado Pérez Acosta y de los corrompidos, casi en su totalidad, cuerpos policiacos.
Si realmente el edil perredista tuviera el firme compromiso de cumplir con una de las demandas más sentidas de la población (como es la inseguridad pública y sus consecuencias directas e indirectas) no tirará el dinero a lo pendejo en bailes y pachangas, sino en capacitar a sus gendarmes y en cambiar las destartaladas patrullas y motocicletas y las obsoletas armas.
Con los millones de pesos que ha mal invertido en distraer a sus desafortunados gobernados, por lo menos, algunos delitos como el robo a transeúntes y a comercios, ya hubieran significativamente disminuido.
Si el incompetente, vivillo y codicioso de Rafael Pérez Acosta está convencido que va a reelegirse jugando mezquinamente con el sufrimiento de la gente va a arrepentirse.
Los cardenenses están decepcionados del alcalde que eligieron. El clamor popular de desesperación que se escucha por todos los rincones del municipio es abrumador, es inequívoco. No deja lugar a dudas.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
Candelario Pérez Alvarado va a repetir en la dirigencia estatal, y creo que es una salomónica decisión.
Bueno eso dicen y afirman sus fanes, luego del conclave de ayer en la Quinta Grijalva, porque las demás tribus y facciones del PRD, aseguran que ¡no! Que por ningún motivo se queda.
Si por X o Y se reelige…significa que esté arroz ya se coció.
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