LA POSTA
· PODER ELECTORAL EN RUINAS
Juan José Sánchez Gálvez
laposta_1@hotmail.com
MIÉRCOLES DE ELECTOBAR.- Después de las elecciones en el Estado de México, Nayarit, Coahuila y Veracruz, el Sistema Nacional Electoral (SNE) quedó en ruina moral, dejó hacer, dejó pasar, se hizo de la vista gorda, permitió la elección de estado y perdió prácticamente su credibilidad. Lo grave es que sin restauración, sin lavarse la cara y con la misma ropa, atenderá las elecciones de 2018. De nada sirvieron tantas y tan importantes reformas electorales desde 1972 hasta la fecha para rescatar la credibilidad si el 4 de junio, de un brochazo, la reforma de 2014 que constituyó el SNE con Organismos Públicos Locales en los estados del país, se tradujo en un retroceso democrático al permitir el centralismo, el manoseo de la Federación. Pordiositosanto.
CATADORES ADULTERADOS.- Evidentemente el SNE es el cuarto poder en México pues reúne todas las características de los poderes legislativo y judicial por su dependencia del presidente de la República. El poder electoral representado por el Instituto Nacional Electoral (INE) cuenta con autonomía jurídica y un abultado presupuesto propio autorizado por el legislativo después del visto bueno de la Presidencia. Los partidos políticos se reparten los cargos de consejeros electorales de acuerdo a su peso específico, el partido en el poder acapara dos o más sillas y designa al presidente. Los consejeros electorales nacionales y locales cuentan con fuero constitucional, lo que confirma que el Electoral, es más un poder que un organismo ciudadano autónomo.
BECARIOS AL LICOR.- Igual que el poder ejecutivo representado por el presidente Enrique Peña y sus delegados en todo el país; el poder legislativo por 500 diputados y 128 senadores y los congresos estatales, y el judicial por la SCJN con siete magistrados y sus similares en los estados, el soberbio aparato electoral integrado por un consejo nacional, un tribunal electoral, sus ramales en los 32 estados y organismos autónomos de apoyo como el Fepade, también presenta una pésima imagen pública, los ciudadanos los consideran vetas de burócratas privilegiados, irresponsables, prepotentes, derrochadores, oficialistas, mercenarios, centaveros, corruptos, para acabar pronto.
LA CAMINERA.- El INE, el TEPJF, la FEPADE, y los organismos electorales locales constituyen una burocracia de lujo que no devenga lo que gana, son una pesada carga para el país pues funcionan como un cuarto poder, el poder electoral que igual que el poder judicial y el legislativo, dependen del ejecutivo. Así no se puede. Sea por Dios.
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