(Publicado en el Programa Telerreportaje)
ALIANZA TABASCO
La verdad es que ya se vió durante el 2010 y lo que va del presente año, que las alianzas sostenidas entre el PAN y el PRD, son posibles y redituables.
Por supuesto que el PRI, mantiene un ataque sistemático a las alianzas, llegando a calificarlas como una perversión política. Es comprensible su actitud, porque ante la conjunción de amarillos y azules, los tricolores se muestran en desventaja y cercanos a la derrota electoral. Cabe mencionar que la finalidad de las mencionadas alianzas, es acabar con el enquistamiento de un solo partido en el gobierno; lo que ha generado esquemas caciquiles, donde los ciudadanos no tienen otra opción que aguantar la corrupción de estos gobiernos estatales.
Es decir la alianza busca crear un escenario consistente en el desarrollo de gobiernos honestos, apegados a la transparencia y la rendición de cuentas; además de implementar la democratización de estas entidades que antes padecieron las injusticias del régimen priista.
Tabasco como nunca, se haya en una coyuntura que denuncia aires de cambio y eso lo deben tomar muy en cuenta las dirigencias de ambos partidos, si es que en verdad desean trabajar por el estado. Ya en el análisis de los resultados de la elección de Octubre 2009, es perceptible que la unificación de los votos opositores, dan una mayoría sobre el PRI.
Es lógico que el revolucionario institucional trate de evitar la alianza, porque es perjudicial de los intereses creados y mantenidos durante las ocho décadas que llevan en el poder en la entidad. Lo que resulta descabellada, es la actitud de perredistas, antes priistas, como Raúl Ojeda, que atacan una posible alianza, desde una pureza política que no tienen, con lo que tácitamente se colocan en la cancha del PRI, para hacerle el juego.
Hay que entender que la alianza entre PRD Y PAN será en los términos de una estrategia, más no ideológica; donde como es normal ambos partidos defienden tesis diferentes. Por el contrario, es necesario transitar por la coincidencia del bienestar de Tabasco.
En estos tiempos ya no hay de que asustarse, los ciudadanos libres votan por diversos partidos en una misma elección, sin que ello signifique traicionar sus principios. El mismo PRD tiene una historia de acercamientos con el PRI, donde van juntos para la aprobación de leyes y el establecimiento de acuerdos políticos.
Muchos partidos de izquierda alrededor del mundo, han modernizado sus métodos políticos, llegando a hacer alianzas con los partidos llamados de derecha o social demócratas; sin que ello afecte sus principios ideológicos.
Por supuesto que una alianza formal debe tener bases muy claras, un programa de gobierno, un candidato en común y todos los elementos que garanticen certidumbre gubernamental para los ciudadanos a la llegada al poder. No puede tratarse del avasallamiento de un partido sobre otro, a como lo plantea Ojeda Zubieta que desea la entrega de un partido, cual cheque en blanco.
El problema mayor para la alianza de Tabasco, es el ala radical que enarbola López Obrador y cuyos métodos están desfasados de la realidad política actual del estado. No abrirse a la posibilidad de la alianza, puede significar perder lo más por lo menos.
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