(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
Educación y cultura, de la mano con el respeto a la Constitución
“Nunca consideres el estudio
como una obligación, sino
como una oportunidad para
penetrar en el bello y maravilloso
mundo del saber”.
Albert Einstein
cayuco7@hotmail.com
enriquemunoz@rumbonuevo.com.mx
Escuchando el pasado viernes el programa de Telereportaje de los hermanos Sibilla, nos llamó la atención la participación en el espacio de "Por la Libre" del abogado y notario público Payambé López Falconi, no tanto por ser cabeza de una familia altamente politizada, sino porque el tema en sí es vigente y le damos toda la razón.
El abogado y titular de la notaría número 13 es padre de la senadora Rosalinda López Hernández y del diputado federal Adán Augusto López Hernández, y suegro del Secretario de Gobierno Humberto Mayans Canabal, los tres, aspirantes dentro de su partido político a la gubernatura de Tabasco.
El Notario Público compartió con los radioescuchas un comentario de la tesis del Estado Federal allá por el año de 1958, o sea hace 53 años, en la facultad de derecho de la UNAM, donde se establecía que los últimos acontecimientos en la Ciudad de Méjico demostraban palpablemente el poco respeto que se tenía a las garantías individuales.
El Notario hace referencia que es exactamente lo que está confrontando el Estado mejicano, en donde no deben escatimarse esfuerzos para darle pronta y justa solución. Señala que en parte es culpa de la raquítica educación cívica del pueblo, y del nulo conocimiento y conciencia de sus derechos.
El abogado acusa, más culpables resultan las autoridades desde la más encumbrada hasta la de menor jerarquía, pues están obligados sobre cualquier otra cosa a mantener vigentes los preceptos constitucionales si se quiere establecer un verdadero estado de derecho, de lo contrario, seguiremos diciendo de la Constitución, como decía Rubén Darío en la letanía a nuestro señor Don Quijote: soportas elogios, memorias, discursos, resistes certámenes, tarjetas y concursos.
En las conclusiones de la tesis establecía dojn Payambé: “El Federalismo es complemento de la democracia aunque no es esencial a la misma, con esa preponderada medida que emana haciéndose presente los derechos del hombre en los ordenamientos constitucionales, y ha seguido una marcha paralela con la libertad porque sin ella no existiría, por eso el Federalismo es el sistema adecuado para los pueblos que están evolucionando de la etapa absolutista a formas políticas más avanzadas.
El Federalismo en Méjico tiene su origen en la real cédula de 1776, en la ordenanza de intendencia de 1786 y en la creación de la diputación provincial, este origen lo asemeja a la forma en la que se originó en los Estados Unidos de América, ya que en este país se motivó en las cartas de todas las colonias.
El Federalismo Anglicano al evolucionar adopta las tendencias políticas norteamericanas, la corriente doctrinal francesa y las ideas políticas españolas, unidas todas y adaptadas a la realidad política de Méjico, y en consonancia con nuestra propia idiosincrasia y costumbres influyen en la estructuración peculiar del sistema, el problema capital para la vida de Méjico es exigir el respeto a la Constitución.
Podrá hacerse exigible este respeto en la medida en que se vaya evolucionando culturalmente, en tanto subsista la incultura en el pueblo, la Constitución no podrá ser respetada en su integridad, el respeto a la Constitución debe empezar por la autoridades, y para ello es necesario iniciar un proceso educativo entre los gobernantes, pues toda revolución en la educación y la cultura tienen que empezar por arriba.”
Hasta aquí el comentario del destacado abogado, y bueno, para nadie es un secreto que en los últimos 30 años la educación ha venido a la baja, y producto de ese descuido garrafal muchos de los que hoy están a cargo de cumplir las leyes no tienen ni idea, por que no tienen la cultura de la lectura; muchos de ellos ya no tuvieron la clase de civismo.
La Piragua
Un pueblo que no tiene educación y que no produce sus alimentos está expuesto al fracaso, no tiene un crecimiento adecuado, pero un pueblo que no respeta la Constitución está destinado al atraso total, pues una de las principales preocupaciones en los países de primer mundo es el respeto a las garantías individuales.
No se trata de tener oficinas de Derechos Humanos a modo o de anunciar infraestructuras sólo por cumplir con los compromisos cuando no se tiene el personal capacitado ni el presupuesto para poder funcionar como lo establecen los mandatos. Llenar las estadísticas es el mejor camino del fracaso. Más vale hablar con la verdad y mostrar lo que se tiene para poder avanzar.
Una mentira lleva a otra y a otra, desencadenando daños colaterales. Eso está pasando en algunas dependencias que tienen que ver con la justicia y el respeto a las garantías individuales, y eso no es nada sano para el Estado y el país, pero sobre todo para un Tabasco que requiere con urgencia retomar el rumbo del progreso porque cada día nos marginamos más.
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