La Agenda Settings: Jorge A. Leyva / Columna / Mar 30

(Publicado en el Diario Presente)

Peña Nieto dos, AMLO uno, Ebrard cero,las alianzas menos uno

A principios de enero cuando el presidente Felipe Calderón realizó cambios en su gabinete, uno de esos cambios fue la salida de Luis Felipe Bravo Mena como secretario particular del Presidente de la República, en ese momento varios panistas coincidieron en decirle a este columnista que él sería el candidato del PAN a la gubernatura en el Estado de México. Luis Felipe Bravo Mena ha contendido por la presidencia municipal de Naucalpan y posteriormente en 1993 participó en las elecciones a la gubernatura del Estado de México. Ayer se confi rmó la candidatura de Bravo Mena con la declinación de sus dos principales aspirantes. Tanto el senador Ulises Ramírez y ex alcalde de Tlalnepantla, así como José Luis Durán Reveles, ex presidente municipal de Naucalpan y ex candidato a Gobernador del Estado de México en 1999 le dejaron libre el camino libre para representar al panismo mexiquense y enfrentar al candidato priísta Eruviel Ávila.

Y es que los que tanto pregonaban e impulsaban la famosa alianza entre el PRD y el PAN se quedaron con un palmo de narices esperando a Eruviel Ávila alcalde de Ecatepec, pensaron que Enrique Peña Nieto, gobernador mexiquense inclinaría la balanza hacía Alfredo del Mazo, heredero de una estirpe de políticos conocidos y reconocidos en el Estado de México e integrante del poderoso grupo Atlacomulco, una cuestión que nunca sucedió. En cambio el alcalde de Huixquilucan sí declinó sus aspiraciones y esto convirtió en automático a Eruviel Ávila en el precandidato único del PRI en el Estado de México. Por cierto el alcalde con licencia de Ecatepec recientemente designó como su coordinador de precampaña al diputado federal Luis Videgaray, otro de los aspirantes priístas que se quedaron en la contienda para renovar la gubernatura mexiquense.

Enrique Peña Nieto se anotó un doble triunfo porque supo tejer la unidad y mantener la disciplina al interior de su partido, decidiéndose no por el grupo, sino por la persona que le ofrece en estos momentos ganar y sostener el bastión mexiquense; necesario en su camino que todos sabemos apunta hacia Los Pinos. Su otro triunfo fue dejar sin candidato a los panistas y perredistas que esperaban recoger el denominado daño colateral de las decisiones que el año pasado dejaron varios aspirantes priístas encabezando candidaturas aliancistas, y que triunfaron ampliamente en entidades como Oaxaca, Puebla y Sinaloa. El gobernador del Estado de México sabe que Felipe Calderón, Marcelo Ebrard, Andrés Manuel López Obrador y los que se sumen en ese espacio le apuestan a debilitarlo en su carrera a la candidatura presidencial. Por lo pronto no pudieron. Mientras en la acera de enfrente, López Obrador dejó prácticamente que los chuchos que comandan la dirigencia del Sol Azteca se exhibieran con su famosa consulta que con poca participación se manifestó por un sí. Mientras iban de la mano PAN y PRD en el Estado de México, Obrador les ponía en la mesa que él sólo iría con Alejandro Encinas, y éste decía que sólo encabezaría una alianza que incluyera a los partidos de izquierda, léase PT, Convergencia y sí se unía también el PRD.

Alejandro Encinas era la carta del obradorismo, así las cosas el tabasqueño les ganó la partida a los Chuchos en el Estado de México. AMLO jugó sus cartas y les impuso candidato a la izquierda mexiquense. Y pese a que Marcelo Ebrard se declaró como uno de los principales promotores de la alianza del PRD con el PAN, ayer manifestó su respaldo pleno a Alejandro Encinas. El que no existiera candidato para la alianza PRDPAN dejó mal parado al jefe de gobierno del Distrito Federal que finalmente aceptó manejar el control de daños y decidió apoyar al perredista Alejandro Encinas que por cierto también ya fue candidato a la gubernatura en el estado de México en 1993. Así las cosas, tienes razón Canito. Peña Nieto se apuntó un doble triunfo. AMLO anotó a su favor. Marcelo Ebrard no perdió, tampoco gano. Curiosamente sólo las alianzas contra natura perdieron