viernes, 8 de abril de 2011

Transparencia Política: Erwin Macario Rodríguez / Columna / Abr 08

(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
* erwinmacario@hotmail.com

La renuncia de Mayans

(Los funcionarios públicos)…
no podemos darnos el lujo de
perder el tiempo en disputas.
Humberto Mayans 280993 /
Renuncia al gabinete de MGO

Si bien el destape de enero no varió —al grado que se esperaba— las circunstancias en el PRI, o tal vez por eso, todo indica que este mes de abril Humberto Mayans se pondrá al frente de su campaña política en busca de la campaña electoral que lo lleve a suceder en el gobierno a su amigo Andrés Granier.

Tiempo, para variar las circunstancias.

Mayans Canabal pudo haber asistido ayer jueves, que se informó de los acuerdos tomados en el DF —de los que él fue el artífice principal— a la última llamada. El ensayo final, empero, sería la inauguración de la galería de secretarios de Gobierno, en la que su foto sería la más reciente entre una veintena de quienes han ocupado ese importante cargo en los últimos tiempos.

Político que no deja su nave, su destino, al vaivén de las olas, su separación del cargo de secretario de Gobierno no se dará sin la tersura que algunos, quisieran.

Es el tiempo necesario para encabezar sus aspiraciones, su campaña política, y prepararse para la posible y casi segura campaña electoral.

Asuntos de su incumbencia, le han atado desde enero a su cargo. Las gestiones ante el gobierno federal, en materia de energía y agua, fueron las principales. Ayer se cerró, con el informe que rindió el mandatario, este ciclo.

El retiro del gabinete granierista, pues, no se dará como un problema ni del gobierno de su amigo ni como una acción “desagendada”. Sí un poco retrasada. Mayans ofreció, en enero, que en unas semanas renunciaría al cargo. Su responsabilidad en el puesto le han impedido hacerlo.

Esta vez, insisto, Humberto Mayans no está quemando sus naves en la política y mucho menos en la de Tabasco. Tampoco está enfrentando rompimiento alguno con quien ha sido su amigo de siempre, Andrés Granier. Interpretando una frase afortunada de Ariel Cetina —entrevistado por Emmanuel Sibilla en Telerreportaje—, Mayans, el Pelón Pineda y Amílcar Salas, son amigos del actual gobernante desde los tiempos juveniles en el Distrito Federal.

Ariel Cetina, el 11 de marzo pasado, a pregunta insistente de Emmanuel sobre los amigos de Granier que están en el gabinete dijo: “Todos llegaron después”. El mismo jefe del Ejecutivo enlistó como sus amigos en ese su equipo a Jesús Taracena y Héctor López Peralta. El primero, por enfermedad, dejó la vocería del gobierno estatal.

Mayans no se va esta vez con algún malestar político con el gobernador, como sí sucedió con otro amigo suyo, Manuel Gurría Ordóñez, cuyo gabinete de gobernador sustituto, en el que era secretario de Desarrollo, abandonó en septiembre de 1993 a causa de intrigas palaciegas y campañas de hostigamiento en su contra.

Ahora, Humberto Mayans, por su alto cargo y la cercanía con el mandatario estatal, no ha sufrido con la misma intensidad esos golpes bajos. Podría decirse, como se dijo en una reunión de amigos cuando se comentaba la “tiradera” de huevos contra el diputado Monreal, y cuando se le insinuaba que si la hueviza, acaso, no podría ser contra él, que esperaba en nombre de Granier al legislador, en la Quinta Grijalva, que: “no había huevos suficientes para ello”.

Con Manuel Gurría fue diferente. Un rompimiento obligado con quien Mayans tuvo crecimiento político, uno de sus impulsores, al igual que lo fue Enrique González Pedrero.

Con Gurría Ordóñez, a la sazón secretario del Departamento del Distrito Federal, Mayans fue delegado político en la Venustiano Carranza y luego coordinador regional del PRI en Nuevo León. Viene, luego, con Gurría gobernador sustituto de Salvador Neme Castillo —el gran traicionado de la historia política reciente— como presidente del CDE del PRI, de donde pasa a la Secretaría de Desarrollo (Sedes).

Andrés Granier era, en ese tiempo de la renuncia de Mayans, el director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado del Estado de Tabasco (SAPAET), gente de Mayans, como también lo era el titular de la Secretaría de Comunicaciones, Asentamientos y Obras Públicas (SCAOP), Manuel Díaz Rodríguez.

Humberto Mayans era ya, ese 1993, el proyecto político para Tabasco, que se frustró cuando el gobernador Roberto Madrazo Pintado, en el 2000, cambió las reglas del juego priísta, rompió la línea sucesoria, eliminó a Mayans y Arturo Núñez e impuso a Manuel Andrade Díaz.

Mayans Canabal había manifestado ya en ese 1993, el 7 de junio, —siendo el presidente del CDE priísta—, en una entrevista en Telerreportaje, sus aspiraciones para gobernar Tabasco, pero no en el proceso inmediato (el de 1994), en el que el candidato fue Roberto Madrazo, al que HMC había dado el paso libre al dejar el PRI estatal e irse a la Sedes.

Había sido ya, con el gobernador José María Peralta López, secretario de Gobierno y había sacado el proceso electoral de 1988.

LADO CLARO

La cercana renuncia de Humberto Mayans Canabal a la Secretaría de Gobierno vendrá a poner muchas cosas en su lugar y le permitirá consolidar equipo y amigos. Escoger a quienes le sirvan.

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