lunes, 24 de enero de 2011

Visión Citadina: Andrés Llanos Córdova / Columna / Ene 24

(Publicado en Telerreportaje)

“Impuesto Estatal Vehicular”

En el mes de Junio del año pasado, el Presidente Calderón anunció la eliminación gradual de la tenencia, misma que se extinguirá completamente el 31 de Diciembre de 2011, después de más de 40 años de vigencia. El anuncio señala la exención de unidades con valor de hasta 250 mil pesos.

En Durango, Puebla y Querétaro, los gobernadores tomaron en serio la disposición y se adelantaron a eliminar por completo, el injusto impuesto. En Yucatán consideraron la cantidad de 300 mil; en Chihuahua 200 mil; mientras que en Veracruz 230 mil pesos; tarifas que representan verdaderos beneficios para los propietarios de vehículos en dichas entidades.

En Tabasco muy a destiempo, el gobierno del estado fijó la cantidad de 100 mil pesos; sosteniendo la eliminación de la tenencia y creando el Impuesto Estatal Vehicular (IEV). Como vemos, en nuestra entidad se ha considerado la menor cantidad de todos los ejemplos expuestos. Lo que contrasta con el gran despliegue publicitario que se le ha dado a la medida tardía y realmente apartada de las necesidades de los ciudadanos, que cargan con el impuesto de la tenencia.

Es de considerar que hay un gasto excesivo en la difusión del IEV, para tan pocos beneficios. Además el “invento estatal vehicular” guarda muchas restricciones e ilegales condiciones, que obligan a pagar atrasos multas y recargos, para aspirar al beneficio.

Las condiciones económicas del estado no son las mejores, por obvias razones que tienen que ver con la corrupción gubernamental, que ha dejado a los tabasqueños con los bolsillos saqueados; sin embargo ello no parece importarle al actual gobierno.

Es obvio que las finanzas estatales están en quiebra, lo que denota un grave problema de administración. El gobierno estatal no puede dejar de percibir este abultado impuesto; pero esta situación no es culpa de los ciudadanos, que son los que están pagando las consecuencias del dispendio. Una vez más hay regateo de beneficios al pueblo, mientras los funcionarios disfrutan de las mieles del poder.

Lo más indignante es la forma en que intentan manipular la realidad, creando utopías que agreden a la inteligencia colectiva y pretendiendo darle atole con el dedo, a un pueblo que desde hace mucho proclama respeto y justicia a sus derechos.

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