viernes, 14 de enero de 2011

Transparencia Política: Erwin Macario Rodríguez / Columna / Ene 14

(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)

El síndrome Kalimba

—¿Cuál es tu justicia? —preguntó, seguidamente.
—Ojo por ojo —fue la respuesta de Bonasera
—Pediste más. Tu hija está viva —dijo el Don.
—Que sufran como sufre ella —contestó Bonasera.
Mario Puzo / El Padrino

erwinmacario@hotmail.com
erwinmacario@rumbonuevo.com.mx 

Los tabasqueños estarán sorprendidos de la eficiencia y responsabilidad del procurador de Quintana Roo que dobló la vara de la justicia ante Ana Bárbara, con la muerte de una tabasqueña atropellada presuntamente por la bella, pero está levantando la balanza, quizás por alguna cuestión psicológica contra Kalimba.

A fines de julio pasado se dijo en esta columna que al procurador de Quintana Roo sólo le faltaba, como en el juicio de Friné, demostrar la inocencia de Ana Bárbara despojándola de sus ropas como a aquella hicieron ante el aerópago. ¡Brincos diéramos!, quedó escrito.

Ahora no se puede siquiera insinuar lo mismo. A Kalimba le quieren dejar caer todo el rigor de la ley no sólo el fiscal sino cierto sector de la prensa y la sociedad, que toman partido en el caso.

Ayer mismo una entrevista que hizo Carlos Loret de Mola evidencia el linchamiento que se da contra el artista, más que lo que sucede contra la menor que por circunstancias de la vida se involucró en la vida del cantante y dj, para mal de este cuya libertad pende de un hilo.

La ley penal en Quintana Roo establece en su artículo 127.- “Al que por medio de la violencia física o moral realice cópula con persona de cualquier sexo, se le impondrá prisión de diez a veinticinco años y de setecientos cincuenta a mil quinientos días multa”.

Se trata, pues, de probarle únicamente al cantante que tuvo relación sexual con esa para establecer el delito y dejarlo en una cárcel que ya le ofrecieron tiene todas las comodidades del mundo y que no le aplicarán el diente por diente, ojo por ojo que es común entre los reos aplicar a los acusados de delitos sexuales.

De todo esto, aparte de la posición de fiscal que adoptó el periodista Loret de Mola hay que agradecerle que de su entrevista haya surgido un nuevo término en los asuntos delincuenciales. 

Así como hay un síndrome de Estocolmo que liga a los secuestrados con sus secuestradores, ahora se descubre otro nuevo síndrome que debe tomar carta de naturalización en el lenguaje de la nota roja: el síndrome de Kalimba.

Y es que de la serie de declaraciones y argumentos defensivos que han surgido en el asunto resulta que en este caso la víctima de violación no sólo no se defendió y logró evitarla sino que varias horas después de presuntamente haber sido violentada sexualmente acompañó a su victimario hasta el aeropuerto sino para despedirlo en buenas y satisfecha amistad si para, quizás cerciorarse de que no se quedara y pudiera violarla nuevamente.

O sea, otro síndrome. La víctima conviviendo o al menos viajando en el mismo auto con su agresor. Cosas veremos.

La insistencia del periodista en preguntarle a Kalimba, en variadas formas, si reconocía haber tenido sexo con la que se dice agredida sexualmente parecía más el actuar de un agente del Ministerio Público que el interrogatorio de un comunicador. Lo que es otra cuestión que, la verdad, ha convertido al presunto violador en víctima.

“¿No vamos a salir de esta pregunta?”, inquirió el cantante ante tal insistencia que se negó a responder porque, dijo, forma parte de su propia defensa ante las autoridades que lo acusan.

Francisco Alor Quesada, el procurador, está actuando diferente que en el caso de la jalpaneca atropellada. En este caso, contrario al otro, ya decidió la irrefutable culpabilidad. En aquel defendió y logró que los jueces no tocaran ni con el pétalo de una sospecha a la bella cantante.

Cuestión de sexos o tal vez de problemas psicológicos. Vaya usted a saber que experiencias ocultas haya tenido el funcionario no con un artista hombre sino con un negro de esos que abundad en Quintana Roo y en países vecinos.

Lo cierto es que se ven muy mal las autoridades penales del sureste. Y el asunto tendrá más repercusiones, por más que se trate de ocultar las circunstancias en que se dieron esos hechos y que exponen, además, la perdida de valores que afecta a muchas jovencitas que por errores de la vida se involucran en este tipo de hechos en el que consintiéndolo o no participan en fiestas y otras actividades que parecieran inofensivas si no se tratara de un personaje destacado de la farándula, al que por cierto no están presionando económicamente pero está resultando quizá víctima de una acusación para evitarle problemas menores a una jovencita que, ha salido a relucir, estuvo en la fiesta en ese hotel con su propio novio.

Lado Claro

La vara de la ley no puede ser diferente para una bella cantante que para un artista negro. En Quintana Roo la justicia parece que no es pareja.

*Periodista. Premios: Radio Chapultepec, Club Primera Plana (35 y 40 años), Premio México de Periodismo, el Premio Estatal 1991 y el Rumbo Nuevo 2010. Ha publicado Periodismo y utopía, Vocabulario tabasqueño (en colectivo) y el prólogo de La última ruta de Cuauhtémoc, de Humberto Muñoz Ortiz www.erwinmacario.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.