lunes, 11 de junio de 2018

TABASCO POLÍTICO / José Luis Gutiérrez Gutiérrez / ¿POR QUIÉN VOTAR? / Columna / Lu Ju 11

TABASCO POLÍTICO

¿POR QUIÉN VOTAR?

José Luis Gutiérrez Gutiérrez


Si los comicios del domingo 1 de julio, y concretamente la elección para gobernador resulta cerrada como muchos esperamos, será hasta muy entrada la noche de ese día, sino es que, hasta el lunes por la madrugada, cuando se conozca con certeza el nombre de quien relevará en sus funciones al mandatario Arturo Núñez Jiménez.

Ahora si se presenta el “efecto andresmanuelista” como algunos vaticinan, pues de inmediato se conocerá al ganador.

Por la mañana, mediodía o por la tarde de ese mismo día, usted con toda seguridad acudirá como la mayoría de los ciudadanos a depositar en las urnas su voto por el candidato al gobierno que desde su óptica haya presentado en los 75 días de campaña -14 de abril a 27 de junio- las mejores propuestas para sacar a Tabasco de la grave crisis que desde hace años venimos sufriendo.

Recuerde que su voto es universal, libre, secreto, directo, personal e intransferible, tal y como reza el código electoral y la propia Carta Magna. Por ende, nadie, absolutamente nadie, puede presionarlo u obligarlo a que vote por algunos de los abanderados, sea del partido que sea. Esa solamente es una decisión que nada más compete a usted.

A 20 días de la jornada electoral federal y estatal todavía tiene el tiempo suficiente para meditarlo profundamente, si no lo ha decidido todavía y sí ya lo hizo, vuélvalo a meditar, no pierde nada y si gana muchísimo.

No se le olvide que estamos hablando del futuro de la entidad y, por ende, de nuestras familias, amigos y conocidos.

Una vez depositado su sufragio en las urnas, ya no hay hoja de vuelta, como dice la conseja popular. Por eso hágalo con la cabeza fría. Deje a un lado las vísceras y el esfínter que son malas consejeras.

No tomemos una decisión a la ligera de la que nos vayamos arrepentir después como otras veces nos ha ocurrido. Es mucho lo que está en juego. Como que estamos hablando, ni más ni menos, de la posición política más relevante de Tabasco: la gubernatura.

Y lo mismo tenemos que hacer con las demás boletas electorales. Estamos obligados a seleccionar para las presidencias municipales, diputaciones locales y para el Congreso de la Unión a los mejores, a los más capaces, más inteligentes, más sagaces y hábiles.

Después de esta ocasión, ya no habrá otra oportunidad en cinco años para elegir al mejor candidato al gobierno.

Así qué serénese, desapasiónese, enfriase y relájese y escoja a los mejores. A los más aptos, a los más preparados, a los más profesionales.

Lo más importante es que usted sea el que decida. Así no le echará la culpa a nadie, por si llega a equivocarse.

Usted tiene una cita con la historia y ese día es el 1 de julio. ¡No se le olvide!


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Alguno de los colaboradores más cercano del candidato independiente al gobierno Jesús Alí de la Torredebería recordarle que el inquilino de la Quinta Grijalva Arturo Núñez Jiménez no busca reelegirse, que legalmente está impedido.

Que su gobierno termina el 31 de diciembre del presente año y sanseacabo. Y qué sus rivales en la contienda por la gubernatura son: Gina Trujillo Zentella, Gerardo Gaudiano Rovirosa, Adán Augusto López Hernández, Oscar Cantón Zetina y Manuel Paz Ojeda.

Esto viene a colación porque la mayor parte de su energía se la gastado atacando -un día sí y otro también- al mandatario, al grado tal que su obsesión en contra del gobernador le ha salido políticamente contraproducente, cara.

En los puntos de reuniones de la clase política estatal se comenta que es un malagradecido y oportunista. De qué es el menos indicado de los candidatos para denostarlo, pues fue -paradojas de la vida- el gobernador Núñez Jiménez quien lo inició -desde la subsecretaria de Gobernación- en el quehacer político nacional y estatal.

Y lo continuó formando en el IFE e INFONAVIT y en San Lázaro cuando se desempeñó como su secretario Particular. Al igual que lo hizo en Bucareli.

Si “Chucho” Alí de la Torre pensó que esa estrategia iba a rendirle frutos en el proceso de la sucesión gubernamental se equivocó rotundamente. Son más los comentarios negativos que ha generado que los positivos.

Todo mundo ve mal que se exprese así de alguien quien lo ayudó a formarse una carrera política.

Definitivamente, Alí de la Torre volvió a chorrearla. Se dejo llevar por sus instintos primitivos y las consecuencias de sus actos nefastos están a la vista de todos:

Hoy…no tiene ninguna posibilidad de ganar; aunque…no es el único.

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