Armagedón
“El hombre iracundo levanta contiendas,
Y el furioso muchas veces peca...”
Y el furioso muchas veces peca...”
Proverbios 29:22
“Rápidos y furiosos”…
Alfredo A. Calderón Cámara
La claridad de las reglas significa certidumbre, significa legalidad, significa vivir y aplicar el estado de derecho bajo el cual toda la sociedad encuentra el respeto a sus libertades y el caminar sin limitaciones hacia un desarrollo integral. El choque de fuerzas de los taxistas tiene diversas aristas que no deben ser soslayadas, pero que tampoco sustentan el abuso y el cierre de los puntos claves de la ciudad como medida de presión para “doblar al gobierno”. Desde temprano se dejó sentir la intolerancia y la grosería como herramienta de diálogo, camino equivocado para sentarse a la mesa, nadie se sienta con quien le insulta desde el principio cuando el primer paso deberían ser los argumentos válidos para un debate donde se encuentren los puntos convergentes que lleven a acuerdos. Los señalamientos -severos, por cierto- de corrupción hacia el titular de la SCT, pueden tener o no sustento y ser válidos. No es de dudar que le quedó grande la yegua a jinete.
Los taxistas y el sector del transporte ha sido de los más golpeados por la reforma energética; pero, claramente se vio que alguien muy poderoso estaba detrás del movimiento de los taxistas, hasta se dejó sentir como una especie de experimento para “medirle el agua a los camotes”, la embestida estuvo bien diseñada, pero no se contó que por encima del encono social contra el gobierno, la colectividad no aprueba verse secuestrada por un sector y menos la dura respuesta para hacer respetar el estado de derecho por parte del responsable de la política interna. Ahora bien, las demandas de los taxistas; desde luego son válidas, pero también ellos deben de cumplir con ciertos objetivos para darle a la sociedad los argumentos que sustenten sus demandas, requerimientos que una y otra vez ha quedado en promesas de mejorar sustantivamente un servicio que jamás nunca han cumplido.
Se quejan de Uber, porque está fuera de la ley, pero Uber cumple con todo lo que ellos no cumplen y eso genera alternativas de competitividad que la sociedad es la que sopesa cual de los dos servicios de transporte tiene mejores opciones para ella; las uniones de taxis se han convertido en mafias de poder, dedicadas a hacer dinero para sus dirigentes, pero no para beneficiar en realidad a los choferes que por años pasan detrás del volante exponiendo sus vidas ¿Qué encuentra la sociedad en los taxistas amarillos? Unidades viejas y sucias, choferes groseros que llevan a los clientes por donde y cuando ellos quieren, choferes sucios, mal vestidos, con problemas de identidad que van con la música de banda a todo volumen -como si fueran norteños- sin detenerse a pensar que deben obligadamente de respetar al pasaje; choferes enajenados que sintiéndose “Toreto”, sin darse cuenta que ponen en riesgo la vida de las personas corren sin respetar las reglas de tránsito por toda la ciudad “rápidos y furiosos”…
EL SEPTIMO SELLO
Por si todo eso fuera poco, dan el servicio cuando ellos quieren y cobran la tarifa que ellos mismos deciden, no entienden que es precisamente el pasaje quien paga el sustento diario de ellos, muchas veces maltratan al pasaje porque carecen de todo sentido de amabilidad, bajo el pretexto de entregar “la cuota al patrón” no respetan las señales de tránsito; ahora bien, no toda la culpa es de los taxistas, pero la competitividad de Uber lo ha exhibido y dejado casi fuera de combate, habrá que esperar la sociedad que en su próxima asamblea de fecha 25 de abril tengan mejores opciones de servicio para sentarse a la mesa de negociaciones a ofertar mejor servicio y demandar sus necesidades, que también son válidas…
LA SEPTIMA TROMPETA
La doctora Ady García con sus 35 años de militancia se fue del PRI, otra renuncia más en tiempos de inter campaña; la operación cicatriz no se realizó en el PRI porque nunca la buscaron para sentarla a la mesa de las negociaciones, congruente entre su hablar y definir, respetándose ella misma, agarró sus cosas y se fue, otra raya más para Gustavo de la Torre que, dé esta manera demuestra que la escases de tablas políticas, el diálogo y los acuerdos como herramientas, no es su fuerte. No pudo con el paquete. También puede revisar esta columna en el portal http://www.elimparcialdetabasco.com/. A sus órdenes al teléfono 9932951489.
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