miércoles, 14 de junio de 2017

LA POSTA / Juan José Sánchez Gálvez / · MOVIMIENTO DE RESTAURACIÓN / Columna / Miér Ju 14

LA POSTA

· MOVIMIENTO DE RESTAURACIÓN

Juan José Sánchez Gálvez
laposta_1@hotmail.com


UN SALIVAZO Y UN SORBO.- Hace 12 años, en el gobierno de Fox, diputados del PRI presentaron ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión un punto de acuerdo para su dictamen y discusión urgente, en el que se exhortaba a PEMEX “A llevar a cabo diversas acciones que reparen los daños ocasionados por los reciente accidentes registrados en el Estado de Tabasco…” En esa ocasión el senador del PAN, Juan José Rodríguez Prats, justificó los daños alegando que “PEMEX ha significado en muchos aspectos desarrollo, derrama de recursos, incremento en participaciones en los ingresos, obras de beneficio social, pero desde luego a la misma explotación de una energía, que es por su propia naturaleza peligrosa, se han ocasionado daños a la naturaleza, que PEMEX está en la disposición, nunca ha rehuido esa responsabilidad de reparar, de restaurar”. Pordiositosanto.

CHUPANDO DE GORRA.- “En otros casos no ha sido PEMEX, esto también hay que decirlo, se está investigando recientemente sobre los accidentes últimos, y resulta que no fue PEMEX, sino fue una compañía particular al hacer una obra de una carretera la que provocó el accidente”, subrayó. El llamado surtió poco efecto, se diluyó en palabrería barata sin resultados. Pero eso sí, a los pocos días el hijo de Juan José fue promovido a un cargo directivo en PEMEX. Para eso sirve su buena oratoria, para el beneficio personal y familiar (otro de sus hijos ocupa un alto cargo en CFE). En todos los puestos que ha ocupado Rodríguez Prats, en CFE, Inmecafé, Gobierno DF, Senado, Cámara de diputados, etcétera, nunca le ha servido a Tabasco, más bien se ha servido de Tabasco. Ricardo Anaya le prometió una senaduría plurinominal y otra vez tomó al estado como su plataforma.

LA CAMINERA.- El tema viene a colación por el desastre ambiental en que se encuentra el estado y la actitud de PEMEX, especialmente de los legisladores y funcionarios federales que no asumen ninguna responsabilidad por el desajuste económico, social y político que provocó la industria petrolera. Esa actitud chabacana me recuerda a los campesinos de mi pueblo que dejaban a guardar su morralito en la tienda de mi padre mientras compraban en el mercado y regresaban sólo a consumir galletas y refrescos. En una ocasión se le olvidó el morralito a su dueño, y a los dos días toda la tienda apestaba a cosa muerta; empezamos a buscar hasta que dimos con el morral que contenía carne fresca que se echó a perder. Llegó PEMEX y sus contratistas, se fueron y nos dejaron el morralito con carne podrida. Hay que asear todo, restaurar todo, el suelo, la economía, la política, la cultura, la sociedad. Sea por Dios.

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