viernes, 24 de marzo de 2017

TABASCO POLÍTICO / José Luis Gutiérrez Gutiérrez / COMPLEJOS ESCENARIOS / Columna / Vier Mar 24

TABASCO POLÍTICO

                                                                       José Luis Gutiérrez Gutiérrez
                                                                       jlggutierrez@hotmail.com

COMPLEJOS ESCENARIOS

            Si en el PRI se ve complicadísimo el escenario para recuperar la gubernatura, imagínense entonces cómo se mira la situación en el PRD para retenerla en el 2018.
            Ambos partidos políticos están divididos y enfrentados, aunque el Sol Azteca la tiene más difícil de lo que aparenta. A diferencia de lo que ocurre en el institucional, en donde los grupos políticos pelean todos los espacios de poder, como está ocurriendo con la dirigencia estatal, el partido Negro y Amarillo se partió literalmente en dos: los que se fueron a Morena y los que siguen en el PRD.
            Si unidos perdieron en las urnas una docena de veces ante el PRI, separados van a tener mayores problemas de lo que creen. El que se escuchen voces dentro del PRD, para buscar una alianza con Morena, no lo hacen por pura ocurrencia, sino porque están plenamente convencidos de que por esa vía, será menos complejo volver a ganar la gubernatura y los demás cargos de elección popular.
             A esto súmele, que en contraste a otras épocas en las que el PRI pagaba el costo político del ejercicio del poder, ahora será el PRD quien tenga el desgaste que ello representa. Y si el famoso “choque de trenes” se da en el seno del perredismo, entre los aspirantes que buscan la candidatura a la gubernatura, el peligro será más alto.
            En el PRI su suerte está más ligada a lo que finalmente decidan allá en Los Pinos, Gobernación e Insurgentes Norte que a situaciones estrictamente locales. Si deciden disputarle la gubernatura al PRD, lo van a hacer -júrelo usted- con todo, sin vacilaciones de ningún tipo, sin escatimar absolutamente nada, pero lo que se dice nada.
            En su momento tendrán que analizar detallada y acuciosamente, si les conviene más un PRI fuerte que uno débil para enfrentar aquí a Andrés Manuel López Obrador, que continúa siendo la preocupación central del mexiquenseEnrique Peña Nieto y de sus colaboradores y aliados políticos.
            En contraposición de lo que ha venido sucediendo en los últimos años en el PRD, en el tricolor es más fácil llegar a acuerdos políticos. Bucareli todavía tiene la fuerza suficiente para atar cada uno de los cabos sueltos, tanto a nivel nacional como estatal, y más si triunfan el próximo 4 de junio no solo en el Estado de México, sino en Coahuila, Nayarit y Veracruz. Tendría mayores márgenes de operación política.
            Si pierden, como muchos desde ahora están previendo, la situación va a salirse de control; y si ello pasa, Dios los agarres confesados. Cada uno de los actores políticos va a buscar su sobrevivencia política, como algunos vivillos y oportunistas lo están haciendo.
            Si ello llegará a ocurrir, no se asombre si en la entidad y en algunos otros estados de la República vaya en alianza o coalición con el PRD o el PAN. Después de todo el enemigo a vencer se llama Andrés Manuel López Obrador.
            El asunto del PRI en Tabasco, como el de otros estados con problemas de dirigencia estatal, es menos complicado de lo que uno piensa, una vez que la nomenklatura nacional priista se decida a actuar, lo va a hacer, siempre lo ha hecho, y si no se puede, pues que los priistas tabasqueños se la arreglen. A ver quien los va a respaldar.   
            Y no considero que estos se vayan a suicidar, ni autoinmolarse ni nada parecido, sobre todo luego de vivir en carne propia los sinsabores de ser oposición.
            Brinquen, salten o pataleen las cabezas de los grupos políticos priistas, al final van a entenderse, de lo contrario van a convertirse en la tercera fuerza política electoral como ya lo son en la capital tabasqueña.     
             

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

            Ahora ya no solo acusan a Federico Madrazo Rojas de traidor, sino también de mentiroso, pues niega que haya tenido acuerdos políticos con la bancada del PRI para que asumiera Manuel Andrade Díaz la presidencia de la JUCOPO.
            ¿Usted que cree? Para mí que sí chaqueteó, y bien gacho. Como para meterle unos cuantos catos por desleal y mitómano.
            Creo que Piquito a la larga va a ser el gran perdedor. Toda la vida se lo van a echar en cara.
            Viernes y fin de semana. Así que a cuidarse más de lo que diariamente hacemos, pues el hampa no descansa, y menos en esos días. Nos leemos, si el todopoderoso así lo dispone, el próximo lunes.
            ¡Cuídese!, y no baje la guardia en ningún momento, ni para ir a los sanitarios. ¡No se confíe! No se me apendeje, pues.

            Recuerden: miércoles y viernes, ya pueden escucharnos a las 8:30 am, en la frecuencia 89.7 FM y enwww.xevx.com.
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