viernes, 25 de enero de 2013

TRANSPARENCIA POLÍTICA 7 / Erwin Macario / Columna / Fe y acción / Ene 25

Publicado en el Diario Rumbo Nuevo

Fe y acción

Los notarios de Tabasco estamos
preparados y dispuestos a colaborar
con los órganos de gobierno para luego
compartir resultados que den mayor
presencia moral a nuestra entidad. La
inconformidad de la gente es nuestra
inconformidad. No hay de otra.
Heberto
Taracena
240113 / Quinta Grijalva

erwinmacario@hotmail.com

Mucha razón la de Heberto Taracena Ruiz, dirigente de los notarios de Tabasco, en el desayuno de ayer, en la Quinta Grijalva: la función de fedatario les viene del Estado. Del gobierno, de la autoridad, pues.

El 13 marzo de 1989, siendo gobernador Salvador Neme, celebró esa facultad ese mismo Colegio de Notarios, en un acto allá en Frontera, Centla, municipio donde se dio hace 494 años la primer actuación notarial.

Desde la Conquista, pues, les llega, en Tabasco, esa función que hoy los gobiernos han delegado en ellos. A veces con abusos insultantes, como el que se dio el 27 de diciembre de 2006, cuando Manuel Andrade Díaz, cinco días antes de terminar su gobierno, asignó 13 notarías (una de ellas a su propio hermano Darwin), mismas que fueron protestadas y la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó, a finales de octubre del año pasado.

El asunto no fue tomado en cuenta, ayer, en los discursos, según versiones que llegan al columnista acostumbrado a ser reportero, a estar in situ, pero que ahora tiene que escribir de oídas y de leídas, cuando bien le va.

¡Qué bueno que la decisión judicial no esté creando presiones de los frustrados notarios! Lo de ayer, en la residencia oficial, fue un acto institucional, de respeto, entre los fedatarios y su anfitrión, el gobernador Arturo Núñez Jiménez, al asumir Heberto Taracena la dirigencia del Colegio de Notarios de Tabasco.

“ …el notario es un referente social de credibilidad; no exento de errores pero investido de buena fe”, dijo el nuevo líder, en un intento de rescatar el respeto y la credibilidad social hacia ese sector que, en Tabasco va a cumplir los 500 años de haber documentado la historia, como se dijo, y se consignó por parte de este reportero, aquella vez, en tiempos de Neme, cuando el dirigente notarial era Félix Jorge David Samberino.

Para quienes gustan la historia, esa vez, intentando un estilo al antiguo español, se escribió —y después se rescató en Periodismo y utopía—, aquel acontecer: “De esta que antes decían Cintla, más después Obregón y hoy Frontera; donde antes no había huellas de haber andado por tierra una persona sola, hoy, y bajo dispensa, doy fe haber visto y oído cosa importante y muy de anotarse en la historia, como es el conmemorarse aquí los 470 años que Hernán Cortés, marqués del Valle, tomó posesión destas provincias en nombre de Dios y su majestad el rey de España.

“Llevada al protocolo dicha ceremonia fue —agrega la crónica fedataria— por el notario Felipe Margalli Mundo, anmte la presencia y fe del que dicen gobernador Salvador Neme Castillo, quien estuvo acompañado por su esposa Celia Sastré de Neme, destacándose la presencia del embajador de Polonia en lo que hoy dicen México y antes Culhua, Henryk Laszcz”.

Hace 24 años, en esa ocasión, el columnista, reportero y cronista de constancia que allá, en Frontera, “una placa lega a la posteridad tan importante ceremonia que rescata la tradición ya revive la historia, recordando a las generaciones actuales y venideras las primeras actuaciones notariales efectuadas en el territorio firme de América, por el escribano del rey, que se decía Diego de Godoy, a quien Cortés, que como todo cosa quería llevar muy justificada, pidió hiciese tal, poco después que —como deja constancia Bernal Díaz del Castillo—, mandó a su gente que se detuviesen un poco, que no soltasen ballesta, ni escopetas ni tirón, y por la lengua de Jerónimo de Aguilar dejó que saltasen a tierra, tomasen agua y hablasen cosa de Dios y su majestad a los habitantes de estas tierras”.

Ayer, ni el recuerdo de Godoy ni del gordoy, hubo. Heberto Taracena —descendiente del escritor cuyo nombre llevaba el marañón donde Manuel R. Mora, ahí en la Quinta Grijalva, pasaba largo tiempo—, dijo en su discurso que la función de notario les enseña a escuchar y responder en consecuencia. El notario es quien anota pero también escucha. “Así lo percibimos, señor gobernador, a partir de estas realidades que por momento se nos tornan complejas y harto difíciles de acomodar y entender pero que, por ello mismo, nos retan a asumir papeles apegados a principios y valores, al fin y al cabo humanos e interesantes”.

Los notarios, por voz de su líder Heberto, dijeron a Núñez que cuente con ellos, así como ellos saben que cuentan con él y anunciaron la creación del Instituto Tabasqueño de Investigaciones Jurídicas del Notariado, la revisión de leyes como las de notariado, del Instituto Registral y la de Catastro, así como establecieron convenio con el gobierno para regularizar los espacios educativos.

Y, como la acción se demuestra andando, la Notaría Pública número uno, de Cunduacán, iniciará trámites para regularizar cuatro hectáreas que el Plantel 6 del Colegio de Bachilleres tiene en aquel municipio.




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