Avasallante sería el término que identifique el arranque de las campañas en Tabasco. Sin ningún pudor, los ciudadanos vieron, oyeron y leyeron, los excesos informativos a favor del partido preferido de algunos medios.
Con absoluta discrecionalidad hacia el PRI, se olvidaron de la equidad; pues en algunos casos las notas de los candidatos priistas ocuparon hasta 6 minutos, mientras que para los candidatos panistas y perredistas fueron de tan solo 2 minutos o pocos segundos.
La verdad es que no se puede engañar al ciudadano, con este falso esquema de equidad. Por el contrario dicha situación refuerza la percepción de derroche que el PRI está haciendo, al mostrar cualquier cantidad de costosos panorámicos, spots en pantallas privadas y en general un súper gasto. ¿De dónde saldrá tanto dinero?
El hecho de haber descubierto a funcionarios del gobierno de Veracruz con 25 millones de pesos en el aeropuerto de Toluca, hace pensar en la aportación de los gobiernos estatales priistas a la campaña presidencial de Enrique Peña y de ahí, la repartición de la bolsa para las campañas en los estados gobernados por el revolucionario institucional. Una perfecta manera de desviar recursos públicos.
Eso puede explicar el derroche de tanto dinero en las actuales campañas. Porque aunque el PRI asegure lo contrario, en tales condiciones rebasa y por mucho el tope establecido por la ley.
El objetivo perseguido por el PRI es claro; buscan rellenar la ausencia del apoyo ciudadano, con un amplio derroche de publicidad. Que no es más que eso, porque el problema es que nadie cree en un nuevo PRI, ante las viejas prácticas de siempre.
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