(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Quién 'acelera' los tiempos
La "caballada" anda suelta. Nadie hace caso a su jefe partidario, menos a los tiempos del proceso electoral del 2012. Unos, dicen que son los mismos de siempre, otros, que la nueva "chamacada" está en pañales para dirigir los destinos de Tabasco. Si usted lo ha notado, cualquiera de los aspirantes, dicen buscar la gubernatura. A sabiendas que solo uno llegará, juran que no aceptarían otra candidatura a cargo menor. Eso, es irrelevante. Lo que no se entiende, es que de manera "espontánea", legisladores quieran "homologar" la elección de Presidente de la República con la de Gobernador y, si nos vamos al título de este espacio; serían los priístas, pues la oposición sí la votaría, pero siempre y cuando sea de manera integral o sea, incluyendo elección de alcaldes y diputados. Dejando a un lado la constitucionalidad de posibles reformas, si el Jefe Político en turno, acepta tal propuesta, es que obviamente, es parte de ella, ya que si eligen en julio al sucesor, habría por seis meses dos gobernadores; el saliente y entrante, respectivamente. ¿Sabrá Morales Mateos, que baila al son que le toquen? reflejando inconsistencia en principios y actuando con parcialidad en la comisión electoral. Si a legisladores priísta y paleros de oposición, se le antoja por la madrugada votar una reforma electoral para celebrar la elección de gobernador en julio, brinque, salte o patalee, la homologación ¡va porque va! Insisto ¿y la opinión de la ciudadanía qué? Olvidan, que el voto popular es el que legitima a los gobernantes. Hacer una reforma por capricho, conveniencia partidaria, oportunismo o pretender subirse a la inercia del "carro completo", por empatar elección federal con estatal, puede salírsele el tiro por la culata. Imagínese usted, si le dan la oportunidad de acudir a la casilla para votar por Peña Nieto o Andrés Manuel ¿por quién lo haría? Y en la casilla de enfrente le dan la boleta para votar por Arturo Núñez o Humberto Mayans ¿por quién lo haría? Una homologación en Tabasco, no ayudaría mucho al candidato del PRI, pues podría suceder a como en el 2006. Para la Presidencia la mayoría votó por López Obrador y no por Roberto Madrazo. Y para la gubernatura, la mayoría votó por Andrés Granier y no por Raúl Ojeda. En fin, el que pide palo, hay que dárselo. En conclusión, al único aspirante que interesa se "empate" la elección en julio del 2012, es a aquel que sabe, es su única forma de llegar. Una consulta abierta o sondeo de preferencia popular, no la aguanta para ser postulado. Hay que ver si al CEN del PRI le conviene y no pone en riesgo el triunfo en Tabasco de su futuro candidato Presidencial.
» ESPEJO DE LETRAS
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