jueves, 9 de junio de 2011

Opinión: Dolores Gutiérrez Zurita / Jun 09

(Publicado en el Noticiero de Tabasco Hoy Radio)

Comentario Semanal.

La tragedia que marcó para siempre a la familia del Secretario General del Partido Convergencia en Tabasco, Ezequiel Ventura Baños, tendría que obligar a las autoridades municipal y estatal a evaluar las estrategias que en materia de seguridad pública han desplegado conjuntamente con el Gobierno Federal.

Es cuestionable tanto los magros resultados como la silenciosa entrega del municipio de Cárdenas a las bandas que actualmente se disputan su control, su devenir diario, mientras su alcalde se preocupa más en dilapidar el escaso presupuesto público en aparecer diariamente en todos los medios de comunicación estatal, que en disminuir con hechos concretos, los índices de inseguridad y terror que han obligado a familias cardenenses a abandonar su tierra, en la que han trabajado con honestidad, a la que le han prodigado fuentes de empleo y solvencia moral, todo porque su alcalde atemorizado también, prefiere cortar listones por la mañana y dormir en Villahermosa, cumpliendo solo el horario laboral de rigor, mientras que la indefensa ciudadanía cardenense tiene que acatar el toque de queda impuesto por quienes gobiernan desde las mantas.

Tampoco se puede esgrimir el traslado de cientos de policías militares al baño de sangre que reconozca o no el Ejecutivo Estatal, se da en Cárdenas; lo que urgen los cardenenses no son retenes militares que de sorpresivos tienen muy poco, ni reuniones burocráticas que solo dejan discursos esperanzadores y solidarios; los ciudadanos de la segunda economía estatal demandan estrategia, depuración del cuerpo policíaco municipal y la dotación a éste, de un mejor armamento a los que actualmente utilizan los guardianes de la seguridad y paz citadina.

En Tabasco comienzan a sumarse paulatina y silenciosamente cadáveres de inocentes como saldo colateral a una fallida estrategia de seguridad del Estado. Este listado al alza tendría que ser el detonante para que el Gobernador exigiera explicaciones detalladas y concretas a varios de sus colaboradores entre ellos, María Luisa Saucedo, Rafael González Lastra, Gregorio Romero Tequextle y Sergio López Uribe, de lo contrario estaría convalidando el fracaso propuesto por sus subalternos.

La herencia gubernamental de Granier podría tener en la pacificación de los municipios hoy inmersos en la muerte e inseguridad, su mayor aportación. Tiene tiempo y cuenta con recursos para hacerlo. La duda es, si está verdaderamente dispuesto a hacerlo o de plano ya decidió apostar a la indiferencia y al discurso ramplón, demagogo y politiquero que justifica la inacción tomando en cuenta que él y su familia sí pueden dormir tranquilos, sí pueden desplazarse por todo Tabasco sin la mínima preocupación, gracias al tumultuoso grupo de seguridad que los cuida.
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