lunes, 27 de junio de 2011

Mundo Olmeca: Benjamín Dueñas Azcona / Columna / Jun 27

(Publicado en el Diario de la Tarde)
mundolmeca@yahoo.com.mx

Hay que salir del daño paternalista en bien de la Justicia Social

Un poquito de lógica es necesaria para entender el porqué no se avanza en la democratización de la política en el entorno social, pues es fácil de entender cuándo un ciudadano obtiene seis o cuatro mil pesos de ganancias mensuales para su subsistencia, y de esta, el que tiene esa suerte, paga renta mensual de vivienda y si bien le va a alguna dependencia gubernamental de alrededor de mil pesos mes a mes, pero deberá hacer maravillas si él o la asalariada no manda en su casa y en su defecto mande su consorte o sus hijos, pues seguro es la exigencia al menos una vez al mes de asistir y gastar en una comida o cena en algún negocio de comida rápida, y en familia de cuatro personas ahí se les fueron 400 pesos, más al menos una pizza mensual de costo de 120 pesos, y si se le agrega el pago del gustito de sus hijos, pequeños y grandes, en el uso de celulares y en el más jodido de estos escenarios usando aquellos que tienen “Pin” aunque los padres usen miserables enemigos Kids, pagando así planes telefónicos irreales a sus presupuestos. *** Así las cosas entre la tabasqueñada, agregándoles a sus gastos mensuales los pagos de artículos de línea blanca y televisores, computadoras, climas, pagos de luz, agua, gas, transporte o gasolina, cines, cafés o licores, lo que da como frustrante resultado, un endeudamiento estúpido por quien debe de poner orden en casa, pues tantas maravillas no pueden ser posible con salarios tan irrisorios, por lo que de tal manera al vivir así en forma desordenada se llegan a deber letras o rentas, inclusive colegiaturas, por vivir fuera de la realidad, acostumbrando o llevando así a sus hijos a la cultura natural del endeudamiento. *** Eso sí, el endeudado quejándose y lamentando el laborar en esa empresa o administración gubernamental que le hace pasar tantas premuras, cuando la verdad es otra, cuando su capacidad intelectual no le da para más, y en la inmensa mayoría de los casos, no buscan entradas extras para sus gastos mensuales. *** En el campo, sucede algo parecido derivado de los mal entendidos paternalismos, generados por las compras de conciencias que todos los partidos realizan y los ciudadanos se prestan, priorizando las dadivas, migajas, sobras, convertidas en carne, machetes, limas, etc., olvidándose así de las obras comunitarias que beneficien a todos, prefieren en sus inconsciencias lo descrito, a carreteras, gravado de caminos, pavimentación de calles, centros de salud, pozos o bombas de agua, letrinas, pisos, láminas, campos deportivos, bibliotecas, viviendo fuera de toda realidad, olvidando que el futuro los ha de alcanzar, y si bien es cierto que luego no hay medicinas ni tampoco en comunidades menores de tres mil habitantes o 500 familias, un médico de planta, porque así lo norma la Secretaría de Salud, al menos la enfermedad es diagnosticada y se deben de dar las diligencias pertinentes en los hospitales de especialidades para ser atendidos, pero no, la desidia y comodidad es grande y por ello exigen sin merecerlo, medicinas y doctores de planta, porque más que justicia social lo que esperan es una vida cómoda y regalada. *** Deplorables son tantos programas sociales impuestos por los gobiernos en las comunidad mexicana, pues hay mujeres muy vivas que llegan a obtener de uno y otros de esos programas hasta diez mil pesos de ingresos mensuales, siendo ese paternalismo el que le está haciendo daño al país, y pone en jaque a la sociedad en la que han de transitar nuestros hijos y nietos, pues lo malo se imita, y si se les entregan apoyos de gobierno a los flojos y mantenidos, porqué no ha todos, reza la conseja popular, con lo que los parásitos sociales seguro seguirán incrementándose en este México tan nuestro. *** La obra pública en el país tiene un costo beneficio por cada ciudadano de 500 pesos en promedio, y si bien se cumple con esto en un trienio cualquiera con una obra por comunidad, si no se entregaran tantos apoyos insulsos, bien se pudieran entregar de tres a seis obras por trienio en cada municipio del país, incluidos en estos, los programas federales, pues si bien se pudiera señalar que todo lo que se hace o deja de hacer en una municipalidad se realiza con dinero federal, cierto es que este dinero u obras no llegarían a las comunidades si el alcalde o la administración municipal no gestiona estos apoyos. Sería costoso para la imagen personal del alcalde o alcaldesa de cualquier municipio si se regresa la esencia de apoyo a las comunidades, tal a como se hace en Macuspana, un municipio de la Región de la Sierra en el sureste mexicano, en donde su alcalde, Alfonso Pérez Álvarez, está al pendiente de que se lleven obras a las comunidades, sean grandes o pequeñas. *** Y así encontramos inversiones en Allende Bajo primera sección, un poblado con 130 habitantes, beneficiado en los primeros 17 meses de gobierno, con 7 veces el costo beneficio por habitante, pues en números fríos le corresponden en el trienio, 65 mil pesos en obra pública, pero a la fecha se han invertido en esta, poco más de 450 mil pesos en revestimiento de camino, bomba de agua, y letrinas (40). Lo mismo sucede en la comunidad indígena choll de Chivalito 2da sección en donde se han invertido en ampliación de red de energía eléctrica dos millones 100 mil pesos, en beneficio de 410 habitantes, lo que significa un costo beneficio por ciudadano, superior a 10 veces el monto establecido. *** Se escribe fácil, se ve fácil, porqué no hacerlo así en todo el territorio mexicano, porqué seguir dañando con el mal entendido paternalismo a la ciudadanía mexicana, porqué vivir igual que en el error familiar de la mayoría de los mexicanos?, cuándo todo está al alcance y llevar en el beneficio comunitario la merecida justicia social a los que menos tienen en un país urgido de ello. *** Adiuuu.

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