miércoles, 15 de junio de 2011

Cosa pública: Víctor Manuel Acosta / Columna / Jun 15

(Publicado en el Diario Presente)

Los asociados del silencio

El escándalo que ahora afecta a la administración municipal de Cunduacán, no solamente parece habrá de llevar al retiro político del edil Juan Armando Gordillo de Dios, sino que en lo adicional, podría terminar por encubrir los esfuerzos partidista del PRD por utilizar fondos públicos para impulsar al aspirante a candidato a gobernador Arturo Núñez Jiménez.

LA NOTA

A pesar de haber sido liberado, al igual que su escolta y subdirector de la policía municipal el hijo de Gordillo de Dios, es señalado de haber extorsionado a conocido constructor. Si bien estas acusaciones habrán de recorrer el camino que el propio interesado y el ministerio público determine ( el acusador afirma que fue extorsionado por un millón y medio de pesos)lo más relevante es el impacto que ahora mismo tiene el propio Alcalde Gordillo de Dios, que se tambalea envuelto en el escándalo. La respuesta de la propia administración municipal, a través del responsable la comunicación, ofrece dos lecturas. A saber:

a.-) aceptan el respaldo del gobierno estatal para mejorar la seguridad pública.

b.-) dejan en mano de las autoridades (léase la PGJ) las investigaciones sobre las presuntas vinculaciones del hijo del Alcalde y directivo de la policía municipal, con actos presuntamente criminales ligados al crimen organizado.

LA HISTORIA

Juan Armando Gordillo de Dios, es alcalde de Cunduacán por segunda ocasión, aunque esta vez lo es por el PRD. Sin embargo, fue presidente municipal durante el primer trienio del gobierno de Leandro Rovirosa Wade y curiosamente, fue el modernizador junto a su entonces director de obras públicas, el ingeniero Tomás Yanes Burelo, de la llamada Atenas de Tabasco. Ahora, tras dejar el PRI y ligarse a la corriente del senador Núñez, logró alcanzar la presidencia municipal por segunda ocasión, aunque desde el inicio, presentó un pequeño -gran- detalle que provocó el reclamo del propio gobernador Andrés Granier: se negó a que el director de la policía municipal, fuese sometido al examen de control de confianza. En realidad, fueron tres administraciones municipales -todas con militancia perredista- las que presentaron ese problema. A saber: Paraíso, Jonuta y Cunduacán. Y curioso, las tres alcaldías han tenido problemas por vinculaciones o asuntos de criminalidad organizada. Los tres cuerpos policiacos han sido reiteradamente vinculados a problemas de delincuencia organizada.

EL PENDIENTE

Apenas el reciente fi n de semana anterior, en la Casa de la Cultura de Cunduacán, bajo el auspicio de una organización liderada por el conocido ya viejo político Rafael Torres Márquez, el senador Arturo Núñez Jiménez presentó una especie de conferencia que sirvió para sumar para sus aspiraciones gubernamentales, una reunión más en donde se le dio respaldo desde el propio Ayuntamiento de Juan Armando Gordillo. Importa precisar que el organizador Torres Márquez, es parte de una anécdota muy curiosa: muy amigo de Enrique González Pedrero, cuando se da a conocer el “destape” de quien posteriormente sería gobernador, salió a la calle a celebrar e hizo disparo al aire, con tan mala suerte, que terminó dándose un balazo en la pierna, que le habría costado el destierro y el olvido a quien se le auguraba mejor suerte. Ahora la reunión política de Torres Márquez para impulsar a Núñez y encubrir el uso de los fondos municipales de Cunduacán, parecen correrán la misma suerte, con los señalamientos públicos sobre las vinculaciones del hijo del edil Juan Armando Gordillo y los jefes policiacos municipales del Alcalde, que recuérdese, se negó -inicialmente- a que el jefe policiaco fuese sometido a los exámenes de control de confianza.

¿SE VA GORDILLO?

Dado que el proceso de investigación criminal en contra del hijo y el propio alcalde por la posible participación de altos jefes policiacos en asuntos de crimen organizado, no se detendrá, pero sobre todo, porque ahora mismo el senador Arturo Núñez Jiménez, cuyo silencio en el tema parece augura oscuridad para la suerte del Alcalde y el respaldo o rechazo de la propia dirigencia estatal, posee implicaciones políticas que reclaman definiciones de fondo, partiendo de los antecedentes que en materia de seguridad pública, tiene Cunduacán. No sea la de malas, que el silencio se convierta en complicidad. ¿Se va Juan Armando en el silencio? Una cosa es cierta: en su desesperación por quedarse, acepta todo.

P.D.- el refranero popular define: tanto peca el que mata la vaca, como el que le estira la pata.

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