martes, 17 de mayo de 2011

Transparencia Política: Erwin Macario Rodríguez / Columna / May 17

(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
erwinmacario@hotmail.com

¿Otra vez Mayans y Núñez?

El triunfo de Andrade fue tomado
como la victoria de Roberto Madrazo.
La derrota, por lo tanto, no se estimó
en Núñez sino en Labastida.
Transparencia Política 290400

Roberto Madrazo vengó dos veces la derrota que sufrió en el PRI al negársele, en el 2000, la candidatura presidencial. Una de esas venganzas lastimó a Tabasco, o al menos a su clase política. La otra a la nación o al menos al PRI, pues Tabasco votó, prácticamente, contra Francisco Labastida y dio pase a una alternancia que tiene hundido a México.

Sin embargo, lo que vio en Tabasco Labastida Ochoa —y veían los tabasqueños— parece repetirse ahora, aunque en circunstancias diferentes: tras un periodo en el que se acrecentó el odio y el enfrentamiento en la política local.

En un acto inusitado, Labastida, vino a Villahermosa el mismo día en que rindió protesta como candidato presidencial. Su error fue haber lastimado nuevamente el ego de Roberto Madrazo, al declarar, a su llegada al aeropuerto villahermosino, que sólo veía dos aspirantes a la gubernatura tabasqueña: Arturo Núñez Jiménez y Humberto Mayans Canabal.

Claro, entonces, ambos dentro del PRI.

Madrazo no perdonó esto. Y, a riesgo de que el PRI perdiera el gobierno, —la elección del 2000 fue anulada—, hizo a un lado a los dos políticos que, doce años después, son nuevamente los dos aspirantes fuertes que ahora ven los tabasqueños y posiblemente los dos candidatos: uno por el PRD, el otro por el PRI. E impuso a Manuel Andrade Díaz, quien cuando el candidato presidencial vencedor de Madrazo vino a Tabasco era gente que trabajaba a favor de que fuera Núñez el abanderado tricolor.

Así se documentó este affaire político en este espacio periodístico, el sábado 29 de abril del año 2000: “Si bien el mismo día que rindió protesta como candidato, Labastida tuvo la deferencia de venir a Tabasco en lo que se entendió como un mensaje de unidad y reconocimiento a Roberto Madrazo, las ahora infortunadas declaraciones del aeropuerto villahermosino…”

Y se agrega: “donde dijo que sólo veía dos aspirantes a la gubernatura —a Arturo Núñez Jiménez y a Humberto Mayans Canabal—, dieron prácticamente al traste con sus intenciones e hizo surgir la candidatura de Manuel Andrade, a la sazón todavía gente que trabajaba a favor de que fuera Núñez el abanderado tricolor”.

Se concluía en esa columna: “El triunfo de Andrade fue tomado como la victoria de Roberto Madrazo. La derrota, por lo tanto, no se estimó en Núñez sino en Labastida. A éste hicieron morder el polvo los votos tabasqueños pues se identificó al ex diputado federal (Núñez) como su candidato de línea, mientras éste acusaba a su contrincante, Andrade, de ser el candidato de Madrazo”. Lo que nadie ignora.

Institucional, Labastida vino nuevamente el día que Andrade rindió protesta como candidato a gobernador por el PRI. Creyó que Roberto Madrazo le iba ayudar en Tabasco —a donde regresó como gobernador, tras su derrota en la candidatura presidencial priísta—. El mandatario tabasqueño cobró venganza. Y le ayudó el paisanaje.

Todo esto es historia. Pero en ella permanecen, en contra de la traición de Madrazo a la clase política que lo elevó al poder, Humberto Mayans y Arturo Núñez.

Con la renuncia de Mayans a la titularidad de la Secretaria de Gobierno, la historia parece repetirse, aunque Madrazo rompió la línea sucesoria en Tabasco y lastimó a la clase política. Humberto se pone al frente de lo que mañana podría ser su campaña electoral a la gubernatura de Tabasco por parte del PRI.

Pero ahora Arturo Núñez no está en el PRI sino en el PRD. Y, como Mayans, es el más fuerte prospecto a la candidatura. Dos aspirantes nuevamente enfrentados, pero no como militantes de un partido, como los vio Labastida, sino como adversarios en partidos diferentes.

Núñez ha caminado Tabasco. Él, Mayans y Gina Trujillo son los políticos con más tablas actualmente. Mayans lleva ventaja sobre Gina para lograr la candidatura. Esa seguridad le hizo renunciar al cargo. A la seguridad que le daba estar dentro del gobierno de Granier, se ha dicho en este espacio. En ese abrigo permanece Luis Felipe Graham, en espera.

La renuncia de Mayans no se dio con la tersura que se esperaba. Ayer lune3s lo dije en “Por la libre”, de Tele Reportaje: Este mes de mayo inician los trabajos de parto, cuando Humberto Mayans abandona la cómoda y segura posición que tenía en el gabinete de Andrés Granier, una especie de líquido amniótico que protege de la rudeza externa pero que no libra de los propios golpes de adentro, del fuego amigo de quienes no son primeros en la amistad y lealtad con Granier, como sí lo es Humberto pues, como dijo Ariel Cetina en entrevista con Emmanuel Sibilla, el pasado 11 de marzo, “todos llegaron después”.

LADO CLARO

El posible triunfo de Humberto Mayans no tiene que adjudicarse esta vez sólo al mandatario en turno. El aspirante al Gobierno de Tabasco ha trabajado toda su vida por ser gobernador. Ha estado, con Núñez y Gina —ahora— en lo que dentro de la ortodoxia priísta era considerada la línea sucesoria del poder, que destruyó Roberto Madrazo hiriendo a la clase política en general.

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