PIQUETE: Martha Osorio Broca / Columna / May 16

(Publicado en el Diario de la Tarde)

*Felipe el incomprendido
*A los Maestros

Erase una vez un presidente Chaparrito, pelón de lentes llamado Felipe, “El hijo desobediente”, que sufría por la incomprensión de su pueblo, él por más que luchaba y luchaba contra los malosos que se habían apoderado del país del nunca acabar de jorobar, solo lograba levantar sospechosismo entre los tricolores, amarillos y los suspiritos azules que poblaban el país.

Tanto es su dolor por la incomprensión de la gente, que pide a los pregoneros que den a conocer su labor para que su administración “sea reconocida y recordada como un punto de cambio, como un punto de inflexión, como un gran esfuerzo de transformación en todos los ámbitos de la vida nacional”. En su amarga queja se duele y reclama al pueblo el acoso de que lo hacen objeto los ojetes.

En su lucha encarnizada contra el lobo que pretende comérselo porque no lo deja que lleve PAN……!ay!, ese es el cuento de caperucita; perdón. “Me acosan como a Churchill” exclama, lleno de rabia y dolor por la incomprensión de los que se atreven a criticar su lucha contra los criminales que azotan el país. Lo que es peor, y de verdad que eso si duele es que ya no es el desobediente, ahora le dicen el incomprendido.

Por esa razón decidió mandar a sus “valientes” secretarios de estado como pregoneros a difundir los logros de su gobierno, para que las lenguas viperinas de sabandijas, tepocatas y malosos, se callen por que en su opinión así se ven más bonito.

El terror y el miedo que existe por causa de los más de 40 mil muertos a manos de los malosos, malosisimos delincuentes – por suerte ya los están acabando; dice un comercial en los medios de comunicación ¿?---no es motivo para alarmarse y recriminarle la ineficacia del plan de lucha contra el crimen.

¡Que no panda el cunico!, como dice el chavo del ocho; no está acabado y menos en el ocaso. El Chaparrito de lentes nos ilustra en las artes de lidia haciendo la comparación de su gobierno con una corrida de toros.

“En el tercer tercio en los toros se juzgan los premios y se arriesga más la vida”. !Bueno, eso es en los toros! En México los únicos que arriesgan todos los días la vida son sus habitantes y de premio les dan ¡alza de gasolina! ¿Cómo la ve?

Y así Felipe el incomprendido, sigue su camino y para no perderse en el inmenso bosque va dejando marquitas de PAN, que los malosos pájaros tricolores y amarillos les comen……. ¿Otra vez, te perdiste? ¿Los que marcaron el camino no fueron Hansel y Gretel? Aaaah, cierto; bueno pero para ya no chafearla aquí acabo – no puedo decir colorín colorado, porque este cuento no ha acabado.

PIQUETITO.- A todos los maestros responsables, con vocación de servicio, preocupados por la educación y superación de sus alumnos, nuestras felicitaciones.