lunes, 16 de mayo de 2011

Opinión: Tere Oramas Beaurregard / May 16

(Publicado en el Semanario El Independiente)
tenchioramas@hotmail.com

El cinismo del plagio

Leyendo obligadamente al italiano Humberto Eco me encontré con el maravilloso mundo del plagio. En su libro “Cómo se hace una tesis” –texto de cabecera para estudiantes de muchas universidades del mundo- ofrece dos consejos ilegales para realizar una tesis doctoral: Encargarla a otra persona ó copiar una ya hecha años antes en otra universidad.

Pero en ésta búsqueda de conceptos y criterios para iniciar una tesis tropecé en la red virtual con los servicios “profesionales” que brinda tesinas.com.arg; es un portal que según su propia información, tiene 10 años de experiencia en la elaboración de tesis y libros en todas las áreas del conocimiento humano, es un equipo de trabajo formado por especialistas (profesores universitarios y redactores científicos) en cada tema, ofrece.

La empresa virtual asegura que los trabajos se realizan bajo una absoluta confidencialidad, “nuestros especialistas, profesores y periodistas científicos, redactan tu monografía, tesis o tesina, investigando previamente para confeccionar UN ESCRITO ÚNICO, ORIGINAL Y EXCLUSIVO para quien solicita el servicio respetando las normas generales de elaboración de tesis o las especificas de la institución a la que pertenece el solicitante”.

Y cómo éstas, existes muchas más páginas web que ofrecen estos servicios ante la incapacidad de los estudiantes de elaborar un trabajo de investigación y desde que existe el Internet ha habido un deterioro en la presentación de tesis aunque la delincuencia no surgió con las nuevas tecnologías, los plagiarios existen desde antes de la industrialización de éste oficio.

Sin embargo, como estos servicios son ilegales aquellos quienes los compran están expuestos a que tarde o temprano sus datos sean revelados sobre todo si se trata de una persona importante como ocurrió en febrero de este año en Alemania cuando el Ministro de Defensa Karl-Theordor zu Guttenberg fue desposeído de su título de doctorado por la Universidad de Bayreuth tras las pruebas de plagio detectadas en su tesis doctoral; posteriormente dimitió a su cargo por el escándalo.

Quien continúa siendo investigado por la London School Economics es Saif al Islam, hijo del líder libio Muamar el Gadafi tras las denuncias de un posible plagio en su tesis doctoral de 429 páginas. Pero este caso tiene además un ingrediente adicional: también son investigados profesores y diplomáticos británicos que ayudaron al hijo de Gadafi en su trabajo de investigación ya que generosamente éste donó 1.5 millones de libras a la institución.

Pero además no sólo se puede falsear una tesis sino hacerse de un curriculum de mucho prestigio plagiando documentos oficiales con mucha facilidad. Existen también webs que se dedican a imprimir con tal fidelidad diplomas escolares de la institución que usted requiera con sellos y engomados idénticos.

Usted recordará el bochornoso caso del ex Secretario de Educación del Presidente mexicano Ernesto Zedillo Ponce de León, Fausto Alzati Araiza quien tuvo que renunciar tras la publicación en la prensa nacional de su falso curriculum asegurando ser doctor en Economía, Política y Gobierno por la mejor universidad del mundo, Harvard.

Una nota del diario Reforma fechada el 9 de diciembre de 1994, refiere que la jefa del Departamento de Prensa de Harvard dijo que la tesis de Alzati fue presentada después de 1990, para entonces no aparecía en los registros de la universidad. En su historial Fausto Alzati declaraba haber completado sus trabajos de doctorado en 1987 y ante la balconeada admitió que no había realizado la defensa formal ni el registro de su tesis.

Según información publicada en su facebook, -por cierto tenemos cinco amigos en común- el exfuncionario de Zedillo se presenta como PHD Political Economy and Government, es decir, desde 1997 ya es doctor, al menos le dio vergüenza.

Y si esto sucede con los grandes trabajos de investigación, a diario miles de estudiantes copian y pegan del Internet sus tareas condenando a las bibliotecas a desaparecer, tan grave es el plagio de ideas y pensamientos como el dejar de asistir a los recintos del saber. Tristemente observamos que somos menos los que acudimos a los centros de investigación, desgraciadamente todo circula en la red virtual.

* Alumna del Postgrado en Comunicación Política e Institucional del Instituto de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, España.

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