(Publicado en el Diario La Verdad del Sureste)
Mayans se impuso en el PRI
El cambio en la dirigencia del PRI llamó la atención no porque la persona que se fue y quien llegó sean políticos destacados, puesto que el trabajo público de ambos sólo ha generado bostezos, sino porque exhibió el avance del Secretario de Gobierno en el control de la sucesión que habrá en 2012.
Desde principios de año Humberto Mayans había pedido a los suyos que buscaran la manera de minar la dirigencia priista de Adrián Hernández Balboa, quien no simpatizaba con sus aspiraciones electorales.
El ex secretario de Comunicaciones y Transportes, según trascendió en redes sociales, hacía trabajo político para el alcalde Jesús Ali desde la dirigencia estatal del PRI y por eso estorbaba al titular de Gobierno.
Mayans no había tenido éxito en su propósito, pero fue paciente hasta que convenció al gobernador de que al frente del tricolor debía estar una persona de toda su confianza y por eso era necesario el relevo, para dar muestra de fuerza y orden.
La intriga alcanzó el ego de Andrés Granier. Y es que el supuesto primer priista del estado estaba totalmente rebasado por los aspirantes del tricolor, quienes hace mucho manifestaron su deseo de buscar la gubernatura pese a los reiterados llamados del gobernador de que esperaran los tiempos y se dedicaran a sus ocupaciones formales.
Así las cosas, en no pocas ocasiones hubo actos públicos donde alguno de los aspirantes era incluso más aplaudido que el propio mandatario. Para no ir tan lejos, el viernes pasado, durante la cena de embajadoras en el Centro de Convenciones, el cantante Reyli —artista que amenizó el evento— se refirió con mucha más simpatía al secretario de Salud, Luis Felipe Graham, que al propio gobernador.
Inexperto en política, disminuido como mandatario por el repudio creciente hacia su administración, Granier tenía entonces fuera de control la sucesión. Y Mayans aprovechó el contexto para hacer lo suyo. Luego de anunciar sus aspiraciones electorales, detuvo su salida del gobierno para mostrarle a Granier que él si lo respetaba y que lo seguiría apoyando con las mesas ante la Secretaría de Gobernación.
Pero al mismo tiempo comenzó a manifestar su inconformidad hacia Adrián Hernández Balboa. Mayans argumentó ante Granier la vieja escuela del PRI: El candidato lo designa el gobernador y si el dirigente del partido ya decidió operar para alguien en particular, entonces debe ser removido.
Granier se la creyó y compró también la idea de que alguien de su absoluta confianza tenía que estar al frente del tricolor. Optó entonces por su consejero jurídico, Miguel Alberto Romero, quien ha sido su empleado desde que estuvieron en la alcaldía de Centro.
El relevo formal sucedió ayer al mediodía, en un lujoso hotel a las afueras de Villahermosa. Bajo la figura de consejero político —impugnada por otros priistas—, el propio Humberto Mayans fue testigo desde su asiento del resultado de su propio trabajo.
Avanzó por partida triple. Por un lado, Mayans tiene en sus manos la confianza del gobernador con el aparente sacrificio temporal de sus aspiraciones, puesto que sigue en la administración luego que anunció que en semanas comenzaría abiertamente su trabajo político propio.
Por otro lado, ya le hizo creer a Andrés Granier que ha retomado el control de la sucesión. Y finalmente, logró deshacerse de Adrián Hernández, lo cual lleva una advertencia velada: quien se oponga a sus aspiraciones, será echado de su puesto.
En los hechos, Humberto Mayans dio un codazo más y se abrió un poco más de paso en su aspiración a la gubernatura. Esta es la razón real por la que no se despide aún de la Secretaría de Gobierno, porque sabe que desde ahí puede operar políticamente —con recursos públicos, claro— en su propio beneficio, pues que una vez que dé un paso afuera de la dependencia le llegará la revancha de sus adversarios.
Durante la sesión del Consejo Político Estatal, donde se aprobó el cambio de dirigencia, Adrián Hernández no habló de las razones de su dimisión y Miguel Alberto Romero se envalentonó y hasta prometió carro completo en 2012.
Como sea, se trata de un cambio que significa lo mismo. Uno y otro han sido cómplices del deterioro que vive Tabasco y del desaseo que impera en la administración pública estatal.
Por la naturaleza de su trabajo como consejero jurídico, Miguel Alberto Romero fue el encargado de darle el visto bueno legal a todas las decisiones del gobierno, incluido por ejemplo la reingeniería administrativa, que significó el despido de más de 3 mil trabajadores, o la asignación del “bono de fatiga” a los altos funcionarios.
¿Qué argumento de desarrollo, de cambio o de beneficio para Tabasco podría pregonar ahora el nuevo dirigente del PRI?
POR CIERTO… Ayer marcharon decenas de ciudadanos por las calles de Villahermosa para pedir un alto a la violencia. Casi al mismo tiempo, la cúpula del PRI estaba en un hotel lujoso para elegir a su nuevo dirigente. Se trata de una clara muestra de la lejanía que existe entre quienes ostentan el poder y las preocupaciones reales del pueblo tabasqueño. Esta lejanía explica las manifestaciones de repudio contra el gobernador Andrés Granier, que van en aumento. La primera que se recuerde fue hace varios meses en el Teatro Universitario de la UJAT, donde los jóvenes lanzaron tres rechiflas al mandatario. El segundo rechazo masivo ocurrió hace poco en el Estadio “27 de Febrero”, durante la temporada de beisbol. Ante la rechifla que recibió, Granier intentó calmar los ánimos invitando chicharrones y refrescos a los asistentes. La más reciente muestra de repudio fue el jueves pasado, durante la imposición de bandas a las embajadoras. Cuando presentaron al gobernador Granier, en vez de aplausos hubo abucheos.
fernandovazquezr@gmail.com
Blog: jahuactal.blogspot.com
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