lunes, 23 de mayo de 2011

Doble Filo: Homero T. Calderón / Columna / May 23

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

¡Alerta, ya llegaron las cerdas!

El cuento que le narraré, es tan viejo como los cómicos que lo sacan en sus rutinas de trabajo en cualquier antro de mala muerte. Cuentan que cierto día sábado, un niño entra a la recámara de sus padres a despertarlos. "Papi, papi- insiste el chiquilín- abajo están los testícu- los de Jehová y quieren que vayas a verlos"… Obviamente, usted habrá sido importunado alguna vez por estos legionarios de la palabra del Jefe de arriba. --"Hijo, hijito, no la chifles que es cantada. Diles que estoy bien "credo" (ente borracho y pedo). Además, no son "testículos de Jehová, son testigos de Jehová"… --"Ni madres, papi, éstos sí son testículos: se quieren meter a 'güevo'"… Todo este atroz exordio viene a colación porque tuve un sábado tan tenebroso (he vuelto a la rutina del "Herradura" acompañado de una Coronita tan fría que hasta me hizo recordar al difunto Pablo Marenkoff, autor de aquella frase pegajosa: "Corona Extra y Coronita, tan buena la grande, como la chiquita". Bien, merced a esos deleites vitales, levantarme ayer domingo hacia el mediodía me costó un "dídimo" (un testículo, pues). Estaba a punto de "zumbarme" la primera Coronita cuando en eso oigo en la privada donde vivo a mi voceador: "¡Llegaron las cerdas, llegaron las cerdas". Se lo decía --obviamente-- a un interlocutor al que este su servidor no le veía la jeta. Salgo a recibir mi dotación do- minical de diarios, lo que me dio ocasión de preguntarle a mi voceador: "¿A que cerdas te refieres, diablísimo y a dónde llegaron"… --¿Qué no sabe? Llegaron a Comalcalco… Pensé de inmediato. Uta, y ¿con qué fin llegaron estos animales?.. --¿Y cuál es tú bronca, Ne- grito?.. --Es que yo soy de Comalcalco y claro, quiero ver si usted puede conseguirme unas tres con el presidente Alejandro Medina Custodio… --¿Y por qué tres, cabrón abusivo?.. --Porque –aquí, bajita la tenaza tengo tres frentes, jefe… --"No mames, pedazo de idiota, ¿y cómo es que en este tiempo tan hijo de la tiznada, se te ocurre tener tres viejas?.. --Bueno, jefe, es cierto, pero dígame, con este trinche calor tan 'ojal', aquellito se pone imposible. La bestia busca un lugar donde la amansen. Sólo dígame, ¿podría usted pedirle en mi nombre a don Alejandro, el presi de mi pueblo, los tres animalitos?.. Oye cabrón, ¿qué te pasa? Yo también ando a ver que agarro. Si veo al preciso, voy a pedir para mí y a ver que te queda a ti… --Si usted le pidiera para usted, cuál tipo de cerda le gustaría más?.. --No se caón. Me gustan las cerdas "chelas", dependiendo, claro, de lo puercas que sean. También me gustan las cerdas negras. Pero, ¿qué chingaos te importan a ti mis gustos? Si me dan una cerda "chela", o una negra, o una pinta… la que sea es buena, el chiste es que sean bien cerdas…

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