lunes, 9 de mayo de 2011

Cosa pública: Víctor Manuel Acosta / Columna / May 09

(Publicado en el Diario Presente)

El relevo del PRI (Las señales de la sucesión granierista)

El relevo en la dirigencia estatal priista ofrece ahora una primera lectura de fondo, de cara a la sucesión estatal priista, que ciertamente es posible hacer pública, en tres fases. A saber:

1.-) las señales como lenguaje político.

2.-) los relevos, tanto en el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información, como en la dirigencia estatal PRI.

DE LAS SEÑALES

En el resumen de los primeros cuatro meses del quinto año de gobierno, el gobernador Andrés Granier Melo, construyó un espacio de participación política capaz de construir señales nítidas al interior del gobierno, que permitan ahora atender la ruta sucesoria. En ese orden, importa mucho atender y recordar, la agenda política, ligada al tiempo y la conducta, en hechos, del gobernador Andrés Granier Melo. Va:

A.- la fase del gobierno
B.-) la fase del partido
C.-) la fase del candidato

De esta manera, la reconstrucción -direccionada hacia la ruta sucesoria- del aparato de gobierno, es relevante, se diría que vital. De esta suerte, el debate -externo- por los asuntos de la transparencia y el manejo del presupuesto, concluyó con la primera señal política real: el relevo de los integrantes del ITAIP, bajo una dirección: todos, agendados dentro de las preferencias profesionales del titular del Poder Judicial, Rodolfo Campos Montejo. Fin de discusión de un área muy delicada y contaminada por el protagonismo. El gobierno se reacomoda, tan suavemente, que pareciere simplemente el relevo institucional por agotamiento de un período.

EL PRI

La señal, nítida, transparente, del inicio del salto sucesorio en la administración del gobernador Andrés Granier Melo, se da con la salida por renuncia de Adrián Hernández Balboa. Importa de fondo, el detalle, porque la llegada del abogado Miguel Romero, hijo del maestro universitario Gregorio Romero Tequextle y abogado de siempre, de los intereses del gobernador Granier, dejan en claro que el inicio de la lucha sucesoria en la actual administración, pasa por el control y la definición del propio gobernador Granier, que fija condiciones en la estrategia interna y sujeta al PRI en su calidad de líder moral: Miguel Romero, es y será un dirigente político-partidista de todas las confianzas del gobernador Granier. Nadie más que el propio Granier, tiene las condiciones para recibir las lealtades del nuevo dirigente estatal. Nadie más. Así de simple. Poner orden en el PRI y subrayar: el responsable de la sucesión local, es él. Nadie se debe equivocar en esta lectura. Granier asumió la responsabilidad con un dirigente de su absoluta confianza, pero el relevo es a petición expresa. Al estilo de la propaganda de tránsito: “se acabo el juego”.

RESUMEN DE PRIMERA FASE

En esta primera fase (la fase de reacomodo de los instrumentos de poder en el gobierno) ofrecen una lectura interesante:

A.-) El gobernador Granier colocó un hombre de sus absolutas lealtades en la dirigencia estatal priista y es el responsable por lo tanto, de “inflar y desinflar aspirantes”.

B.-) Ya hay un puntero en la sucesión granierista. El nuevo dirigente estatal del PRI, tiene como misión, enderezar la ruta interna y consolidar acuerdos.

P.D.- para los que apuntan: Miguel Romero ha estado en las buenas y las malas con Granier.

Fue su abogado electoral y desde luego, hombre de todas la confianzas en su paso por la Alcaldía... bueno, queda una pregunta ¿esa es la ruta de la unidad?.... hola buen día, ya estoy de retorno....

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