martes, 19 de abril de 2011

LA POSTA: Juan José Sánchez Gálvez / Columna / Abr 19

(Publicado en el Diario Olmeca)
laposta_1@hotmail.com

* TURISMO EN TIEMPO DE SECA

MARTES SANTO.- “Creo que este año no voy a ir a Miami”, expresó en voz alta mi amigo. ¿Fuiste el año pasado? Le pregunté y me respondió: “No” ¿Y el anterior?....tampoco, de hecho nunca he salido del país, ni del estado, apenas conozco el playón de Jonuta en un viaje de gorra con las huestes juveniles del PRI. ¿Entonces porqué dices que no vas a ir a Miami este año?...para que el interlocutor se quede con la impresión de que he viajado mucho lo que fortalece mi imagen pública”. Así de imaginativo es mi amigo Temo Cambrano, asesor turístico de la delegación municipal de La Escalera, rinconcito especial cerquita de San Carlos en mi bella Macuca.

UNA PARA EL CALOR.- Con mucha claridad y sensatez, las autoridades locales deberán abordar el complejo asunto de los franeleros o viene-viene que han invadido todo el estado, en su mayoría procedentes de las zonas indígenas de Chiapas, Guatemala y El Salvador. Este debe ser un caso en el que ponga mucha atención la Comisión Estatal de Derechos Humanos que deberá coordinarse con las autoridades judiciales para no perjudicar a inocentes, sólo con el afán de poner orden en esta casa que es Tabasco y que pertenece a todos. Es tal la invasión de franeleros que un automovilista ordinario puede llegar a gastar en propinas más 500 pesos al mes pues hay razones para suponer que de no hacerlo se exponen a que le causen daños en la carrocería o el robo parcial o total de la unidad. Es un asunto delicado que las autoridades deberán abordar a la brevedad antes de que se complique más por la presencia de la delincuencia organizada. Pordiositosanto.

DOS PARA LLEVAR.- Visitar nuestros sitios turísticos tradicionales en semana santa es un verdadero calvario, no sólo por los gastos sino por las aglomeraciones en hoteles, carreteras, restaurantes y sitios de recogimiento. En este momento he decidido hacer un turismo diferente, quiero conocer mejor mi estado, recorrer sus comunidades rurales y sitios especiales que despiertan mi interés periodístico. Me dicen que en Nacajuca hay más de 15 comunidades que se fueron a pique a destiempo convirtiéndose en nuevos cuerpos lagunares. No sé cuanto tiempo permanezcan en el agua, pero es la oportunidad de visitarlas para constatar lo que dicen los medios y conocer a fondo la naturaleza del problema. Varios lugares que tuvieron estos percances con el tiempo se convirtieron en lugares turísticos, lo digo con el debido respeto que se merecen nuestros paisanos afligidos por las condiciones en que se encuentran sus tierras.

UNA PARA EL CAMINO.- Tengo pendiente la visita a un misterioso lugar de Macuspana, La Cotasa, donde un emprendedor hombre de negocios del altiplano soñó con producir cal hidratada y cemento portland, pero le falló la puntería por unos cuantos kilómetros del banco de material autorizado y la planta quedó abandonada. Años más tarde cementos Apasco se instaló a pocos kilómetros de la Cotasa y produce más de un millón de toneladas de cemento al año. Hace muchas lunas que no voy a la Cotasa, donde se podían ver enormes galeras con herramientas herrumbradas, gigantescos tornillos y tuercas botados en el patio de maniobras, lo que le dan al sitio un aspecto de nostalgia por los años y muchos millones invertidos en un sueño. La impresión que me llevé al visitar este lugar abandonado fue similar a la que recibí al conocer Palenque o las ruinas de Machu Pichu en Perú, algo sucedió que de pronto todos abandonaron el lugar. Este es el turismo que pretendo hacer en semana santa, si es que me lo permiten mi esposa y mis hijos. Sea por Dios.

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