(Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco)
Prioridad: frenar las ejecuciones
¡Qué terrible! En Durango, Sinaloa y Sonora continúan apareciendo cuerpos en fosas clandestinas, mientras que en Tamaulipas los hallazgos alcanzan la espeluznante cifra de 145 cadáveres. Ya hasta pareciera que estuviésemos refiriéndonos a las secuelas de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.
Al anochecer se reportaban, asimismo, doce ajusticiamientos en Monterrey. El pasado fin de semana arrojó un saldo de sangre de casi cien víctimas en diversas partes del país. Ya suman casi cuatro mil de enero a mediados de abril. Casi cuarenta mil desde diciembre de 2006.
Como advirtió hace poco el senador Manlio Fabio Beltrones: muy pronto rebasaremos los 50 mil muertos que arrojó la guerra de Vietnam. Lo peor de todo es que los problemas con la delincuencia tienden a agravarse y Tabasco, lamentablemente, no está a salvo.
La expresión del "¡Basta!" está en boca de todos. Por desfortuna, detener la ola de sangre no es cuestión de mera voluntad política. Da la impresión de que no existe autoridad que pueda parar el derramamiento de sangre, una vez desatada la vorágine en que caímos desde hace casi cuatro años y medio.
Un investigador del Colegio de México y consultor del sector privado, como lo es Eduardo Guerrero Gutiérrez, advierte que la violencia delictiva registra una tendencia creciente en muchas partes del país.
"En los estados las tendencias de la violencia durante el primer semestre de este año son preocupantes. En 21 de las 32 entidades federativas la violencia muestra una tendencia al alza. Aunque Sinaloa, Michoacán, Sonora y Baja California exhiben tendencias descendentes, sus niveles de violencia continúan siendo altos", señala en un reciente ensayo publicado por la revista Nexos.
Observa que la estrategia actual del gobierno mexicano para debilitar a las organizaciones criminales está dirigida a fragmentarlas. Una acción recurrente para lograr tal división es el arresto de sus jefes. Tales arrestos generan dos efectos casi simultáneos que fracturan a las organizaciones y las dispersan geográficamente: primero, desencadenan crisis internas de sucesión; segundo, propician la conducta oportunista de sus adversarios, quienes aprovechan la crisis momentánea para atacarla.
El experto recomienda -y pone énfasis en la urgencia de ello- que, con base en experiencias en otros países, los esfuerzos para frenar la violencia en nuestro territorio tienen qué partir de tres supuestos:
1. El gobierno tiene capacidades y recursos limitados, por lo que debe actuar con base en prioridades. Debe calcular con realismo qué puede lograr en los próximos años y qué no. Y debe tener también un ordenamiento claro de los problemas que debe resolver de acuerdo con su importancia y urgencia. Una de las grandes prioridades del gobierno debe ser, hoy, la disminución de la violencia.
2. La prioridad de la estrategia de seguridad debe ser la reducción de las ejecuciones. El indicador central para saber si la estrategia de seguridad va bien o va mal debe ser la frecuencia de ejecuciones. El criterio para calificar a una agencia policial o militar exitosa no será su capacidad para realizar un gran número de arrestos o decomisos, sino su capacidad para reducir las ejecuciones y, con ello, pacificar una zona.
3. La violencia debe reducirse en el corto, no en el largo plazo. Debe delinearse e implementarse una estrategia que busque la pronta y rápida reducción de la violencia. La autoridad no debe permanecer pasiva ante el escalamiento de la violencia bajo la falsa idea de que se trata de un fenómeno "inevitable".
De los apuntes
Para quienes leen, entre líneas, los sucesos políticos: Armando Ríos Píter, diputado por Zihuatanejo, relacionado políticamente con Marcelo Ebrard, ex aspirante a la gubernatura de Guerrero y ex militante del PRI, es el nuevo coordinador del PRD en la Cámara de Diputados. El ex gobernador Zeferino Torreblanca lo tuvo como secretario de Desarrollo Rural y lo impulsó, fallidamente, para sucederlo en el cargo***** Nos sorprende enterarnos de que todavía existe la CROC en Tabasco. El dirigente nacional de esa organización sindical, Isaías González Cuevas, se encuentra hoy aquí con el propósito de tomar la protesta a la directiva del "Comité Político". No pregunte usted qué es eso. González Cuevas es miembro de la vieja guardia de Donceles 28. Siempre estuvo cerca de Alberto Juárez Blancas, el dirigente que alguna vez, bajo el régimen salinista, pensó que podría disputarle liderazgo al cetemista Fidel Velázquez Sánchez***** Algo tendrán qué hacer las autoridades federales y estatales -en cuanto a gestoría éstas últimas- en lo que respecta a la dizque autopista Villahermosa-Cárdenas. Informes de Twitter, al momento de escribir estas líneas, indican que había intenso embotellamiento a lo largo de 18 kilómetros desde La Isla. El día anterior nos tocó vivir algo similar: veníamos de Comalcalco; nos hicimos 25 minutos desde aquella ciudad hasta la ranchería Lázaro Cárdenas. Y desde ese último punto hasta la capital nos tardamos ¡dos horas y media! Y eso que una vez encontrándonos en la zona de los moteles, dimos vuelta en "u" y entramos por la ruta del antiguo basurero municipal, aunque la carpeta asfáltica está destrozada. La vía a Cárdenas es de cuatro carriles desde hace cuarenta años. Ahora deberá ser de ocho, aunque eso implique que -al igual que en Ciudad Industrial- surjan protestas por la destrucción de los árboles situados en el camellón. Algo es inequívoco: nada contamina más que las emisiones de automotores. Urge!
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