martes, 5 de abril de 2011

Heraldo Político: Juan Ochoa Vidal / Columna / Abr 05

(Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco)

Una aproximación a la realidad

En Tabasco hay personas que laboraban en el gobierno, perdieron su empleo y están muy molestos con la administración. Igualmente lo están algunos de quienes han sido víctimas de la delincuencia y echan la culpa de ello a las autoridades.

Otros han hecho suya la falsa premisa de que no existe obra pública y que, supuestamente, los funcionarios "se están robando el presupuesto público". Y otros incluso dicen que el gobierno estatal tiene la culpa de las inundaciones, o de que haya mucho calor.

Ex militantes del PRI que se marcharon de ese partido al no encontrar las satisfacciones que creían merecer pese a que ya antes ocuparon diversos cargos por el hecho de pertenecer a lo que ahora se denomina "la mafia en el poder", se esmeran en alimentar el sentimiento anti-oficialista: el resentimiento social.

A diferencia de lo que sucedía hasta poco más de la mitad de la década de los ochentas, entre esas voces oposicionistas no queda quien enarbole los postulados de Gómez Morín, o de la derecha radical pro-neoliberalismo, ni tampoco la dialéctica marxista que pretendía el desmoronamiento final del régimen imperante para dar paso a una dictadura del pueblo.

Aquella izquierda doctrinal en la cual alguna vez estuvo el hoy neopanista Ricardo Pascoe Pierce, el lopista Alejandro Encinas, el "vendido" Jesús Ortega, ex guerrilleros como la hoy ex perredista Rosalbina Garabito y también el Sub Marcos, diría que el ex candidato presidencial que a toda costa quiere repetir como tal por el PRD es otro simple burgués ansioso de alcanzar el poder.

Hay gente que razona

Pero si en Tabasco hay individuos que consideran que papá-gobierno debiera ser creador de empleos, poner fin de tajo al problema delictivo y obsequiar dinero, carne, gas, computadoras y hasta automóviles a los dos millones y medio de habitantes del estado, lo que predomina es la gente que sin hacer ruido se dedica a trabajar, a ganar el pan de cada día y esforzarse por la superación de sus problemas particulares.

Esos que se quejan de todo negándose a admitir que nada nos caerá del cielo ni a través de una beca o subsidio gubernamental, son suficientes, sí, para hacer escándalo a través de ciertas tribunas públicas proclives a ello en aras de una pluralidad tendenciosa y, por tanto, malentendida y, además, socialmente dañina porque sólo presenta lo negativo.

Sin embargo, no sólo existe la gran mayoría silenciosa y trabajadora, sino también individuos que leen y escuchan; que analizan la situación imperante aquí y en otras partes, y entienden la complejidad de los problemas, los que resultan ser de magnitud tal que no hay soluciones rápidas y fáciles como la demagogia sugiere.

Casualmente, la semana pasada nos enteramos de que inició el proceso de recolección de información y evaluación con miras a la presentación del penúltimo informe de la administración estatal. Se aproxima, inexorablemente, el fin del periodo sexenal.

El toro, por los cuernos

En los 33 años que tenemos en la labor periodística, lo mismo en Tabasco que en Veracruz y desde el DF, nunca vimos coyuntura tan complicada para un gobierno como el de Andrés Granier.

Como comentamos en la víspera, no sabemos si a partir de enero de 2013 nos gobernará un priísta o un perredista -un panista sí que está difícil en el caso local-, pero sí se puede anticipar que de todo cuanto se prometa ahora mismo o en campaña, si acaso podrá cumplirse una reducida parte.

A esos que echan la culpa a las actuales autoridades de todos los males habidos y por haber, habría qué preguntarles si en verdad creen que las cosas se hubiesen dado de mejor manera, en la eventualidad de que César Raúl Ojeda hubiere ganado la gubernatura, o incluso si Andrés López gobernara el país desde 2006.

Respecto a esto último, si nos atenemos a la explicación que recientemente dio el salinista Sócrates Rizzo, no habría existido la guerra del narcotráfico siempre y cuando Andrés se hiciere de la vista gorda como hacían los mandatarios priístas.

Por otra parte, aquí Ojeda estaría ahora mismo capoteando el temporal y quién sabe si la situación ya se le hubiese descontrolado; sobre todo, al no contar en la Secretaría de Gobierno con un operador político de la talla de Humberto Mayans. A propósito: ¿por qué cree usted, lector, que Granier le ha pedido a éste último quedarse más tiempo en el cargo, poniendo así en riesgo su proyecto político personal?

En fin. Hoy hemos querido, lector, compartir nuestra percepción acerca del porqué del radicalismo, del odio con que un sector se expresa con relación a los señores que nos gobiernan.

A diario platicamos con muchísima gente. Con plena certidumbre podemos afirmar que muchísimos tabasqueños, que son mayoría, sí entienden que la cosa no está fácil. Para nadie. Y que muchas veces el problema no radica en la falta de voluntad política para hacer las cosas.

Por simple lógica, Granier quería y quiere trascender como el mejor gobernador que haya tenido Tabasco. El mismo ya sabe que pasará a la historia como alguien a quien le tocó capotear las peores tormentas. Y nos referimos no sólo a la cuestión hidrometeorológica, sino a la generalidad de conflictos e inercias que, lamentablemente, continuarán caracterizando a nuestro Tabasco durante mucho tiempo aún.

De los apuntes

Con momentos de sacrificio para los usuarios y mediante un extraordinario esfuerzo presupuestal, al cabo de 52 años ayer culminó oficialmente la renovación integral de la Planta Potabilizadora Villahermosa. Bien por Chucho Alí.

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