En el Clásico Norteño no se Movió el Marcador
19/02/2011 | 18:58 hrs.
Sábado 19 de febrero, 2011
Monterrey 0-0 Tigres
17:00 hrs.
Estadio: Tecnológico
Árbitro: Miguel Ángel Ortega
Nada para nadie. En el Clásico norteño entre Monterrey y Tigres nadie estrenó el marcador y pactaron un empate a cero como parte de la Fecha 7 de la Primera División.
Con el resultado, los Rayados arribaron a 10 unidades en el Grupo uno; en tanto, en el mismo sector, los felinos alcanzaron los 14 puntos pero dejaron escapar la cima general.
En la Fecha 8, Monterrey visitará al Atlas; Tigres será anfitrión del Puebla.
El Partido
No era un partido cualquiera.
Desde el inicio se vivió diferente, los Tigres visitantes metieron de inmediato la pelota al área pero José Basanta no se guardó nada y robó para reventar el primer intento de Danilinho.
En el minuto 3, Luis Pérez con un Tiro Libre ahogó los gritos de gol en el Tecnológico. Su impacto se fue apenas por encima de los tres palos del guardameta de los felinos. El inicio del Clásico norteño fue inmejorable.
Equipos dinámicos, con la gente metida a tope en cada jugada, siguiendo el destino del balón sin pestañeos y exigiendo todo lo posible a favor de su equipo. Ambientazo en la Sultana del Norte.
Si hay que hablar de posesión, los primeros 20 minutos fueron para Tigres. Lucas Lobos, como sucede habitualmente, se convirtió en el constructor del equipo, casi todos los ataques pasaban por sus pies, de ahí, repartía a Héctor Mancilla, Damián Álvarez o Danilinho que se movían en todo el frente de ataque.
El campeón había regalado el control del balón, pero a su defensa no había nada que reprocharle, se había comportado totalmente a la altura, ya sea Hiram Mier, Basanta o Ricardo Osorio, no daban respiro a los hábiles jugadores visitantes, que intentaban con todos sus recursos.
Cerca de la primera media hora, el juego estaba más equilibrado, menos explosivo, de dos oncenas que se estudiaban, tan analíticos como sus Técnicos, Víctor Vucetich y Ricardo Ferreti, respectivamente.
Humberto Suazo y Aldo de Nigris estuvieron muy alejados del resto del equipo, los peligrosos atacantes del Monterrey parecían no enchufarse al juego en el Primer Tiempo. Tigres proponía, los Rayados jugaban exactos en la zona baja para apagar cualquier jugada de riesgo. Era la rutina de los primeros 45.
Cuando el cronómetro marcó el 37’, los de la UANL tuvieron la más cercana. Danilinho, con su habilidad nata de brasileño, realizó un par de recortes, se metió al área y disparó pero Jonathan Orozco voló para atajar, el balón quedó suelto y Mancilla estuvo a nada de empujar a las redes pero hubo un cruce de la zaga. El color amarillo se notaba más en el Tec. No se reflejó presente en el marcador.
Así transcurrieron los primeros 45 minutos.
Después de la charla en los vestidores, Tigres siguió igual. Hizo un concierto de toques antes del minuto 50, para terminar con una pared entre Lobos y Danilinho que este último culminó con un tiro arriba del marco. Se fue otra vez el primero.
El campeón no podía hacerle daño al que al inicio de la Fecha 7 era el superlíder.
Fue en el minuto 52 cuando los Rayados pusieron alerta a Enrique Palos. Un balón largo desde la media cancha fue bajado por De Nigris para que Suazo impactara de aire por encima de la zona de anotación. Era el segundo aviso en el partido por parte de los locales.
Era un Clásico y nadie lo quería perder, la primera mitad del segundo lapso estuvo apagada, discreta. Parecía que nadie quería hacerse daño. Tuvieron que llegar los chilenos en el campo para advertir lo contrario.
Suazo recibió en el área al minuto 67, realizó un par de recortes, sacó al arquero y mandó a las redes pero por la cara externa; del otro lado, Héctor Mancilla encontró un balón botando en el área chica y tiró de derecha pero estrelló en el palo. Nada para nadie. Los sudamericanos de uno y otro equipo tocaban a la puerta.
Más cerca, imposible. En el minuto 80, Aldo de Nigris pudo haber encontrado la ventaja de los Rayados, definió en el área con dirección de gol pero en la línea reventó Juninho para mantener el cero en el Clásico Regio.
El final del partido fue cardiaco, pasional. En el minuto 87, el brasileño Juninho que había salvado su meta, fue a cobrar un Tiro Libre hasta la otra portería, su impacto lo colocó en el travesaño. El suspiro fue de todos en el estadio, estuvo a punto de definirse el Clásico.
Quedarían un par de intentos peligrosísimos del recién ingresado Carlos Ochoa, un cabezazo que Orozco arrancó del gol y un tiro que se escurrió por un costado. No, el marcador en el Clásico Regio en su edición 93, no quería moverse.
Así fue, Rayados y Tigres firmaron un empate a cero.
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