jueves, 10 de febrero de 2011

Edén Político: Pedro Lara Hernández / Columna / Feb 10

(Publicado en Línea Directa)

EL PODER POR EL PODER MISMO

Desde hace un buen rato venimos observando el comportamiento de los principales grupos y partidos políticos en nuestro querido México. Se trata de conquistar el poder por el poder mismo. Sin fijarse en ideologías ni en cuerpos estrictamente partidistas que pudieran diferenciar en algo la forma y los motivos por los que se mueven y se postulan candidatos para los distintos cargos públicos en el país.

Recordemos que en 1998, cuando Ricardo Monreal no fue seleccionado por la cúpula priista como su candidato a la gubernatura de Zacatecas, el PRD hábilmente lo tomó en sus filas y lo hizo gobernador de ese estado. Lo mismo hizo en 1999, con Alfonso Abraham Sánchez Anaya en el estado de Tlaxcala y con Leonel Efraín Cota Montaño quien ganó la gubernatura de Baja California Sur el 19 de febrero de 1999. En 2010 Mario López Valdéz renunció al PRI para ser postulado por una Coalición de partidos encabezados por el PAN y el PRD, ganando la gubernatura de Sinaloa.

Es decir el cambio rápido de camiseta para los políticos profesionales no es nuevo, viene dándose desde hace un buen tiempo. Observándose con este procedimiento, el pragmatismo político, cuya premisa es ganar a como dé lugar, no importa con quién y de dónde venga el aspirante, se trata de ganar con inteligencia política una elección. Es decir conseguir el poder político con el aspirante mejor posicionado en la sociedad.

Hay ejemplos recientes de gobernadores que han querido imponer a sus preferidos como sus sustitutos, aunque no sean los favoritos del pueblo que gobiernan, y ahí tiene usted los resultados adversos. Tenemos el ejemplo de Eviel Pérez Magaña favorito de Ulises Ruíz Ortiz, quién perdió en Oaxaca ante Gabino Cue Monteagudo. Antonio Mejía Haro favorito de Amalia García quien perdió ante Miguel Alejandro Alonso Reyes en Zacatecas. Javier López Zavala favorito de Mario Plutarco Marín Torres quien perdió ante Rafael Moreno Valle en Puebla y de Jesús Vizcarra Calderón, favorito de Jesús Aguilar Padilla quien perdió ante Mario López Valdez en Sinaloa.

Escriben los que saben que no hay mas ciego que el que no quiere ver. Los tiempos políticos en México, han cambiado. La época en que el PRI postulaba y hacia ganar a cualquiera ya ha pasado, sino pregúntele a Francisco Labastida Ochoa y a Roberto Madrazo Pintado, últimos candidatos presidenciales del PRI perdedores.

Si los políticos no entienden que los cargos públicos son de quienes los trabajan, están fritos. Se acabaron los tiempos de la improvisación y de la imposición de favoritos. Los resultados electorales de las elecciones más recientes son los mejores ejemplos de lo que aquí afirmamos.

Sin embargo, no deben de perder de vista que los pueblos premian y le dan la oportunidad al que consideran el mejor, pero si éste no aprovecha su oportunidad, el pueblo también sabe castigar. Y en esto es implacable, si no, pregúnteles a Ulises Ruiz Ortíz y a Mario Marín Torres.

Dice el académico estadounidense, Warren Bennis, que el poder muestra al hombre. Es legitimo que los políticos luchen por conseguir el poder público, pero cuando lo tengan deben de usarlo en beneficio de la gente, de lo contrario, perderán su oportunidad de servir y de ser reconocidos como hombres de bien por su pueblo y por la historia. No por otra cosa, el extraordinario político estadounidense, John F. Kennedy, decía: “En el pasado, aquellos que locamente buscaron el poder cabalgando a lomo de un tigre acabaron dentro de él”.

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