jueves, 27 de enero de 2011

Opinión: Francisco Peralta Burelo / Ene 27

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

CFE

Desde el año 2008 --¿o 2009?-- los deudores de la Comisión Federal de Electricidad --agrupados en aquella famosa resistencia civil-- y los mismos usuarios de los servicios que presta esta dependencia federal, no deberían tener problemas con ella.

No tendrían por qué tenerlos, porque de hecho se hizo público (por parte de la propia CFE y del gobierno del estado) que ese acuerdo había sentado las bases para que quienes tenían adeudos históricos los solventaran mediante un sistema de pagos subvencionados que, se diría pronto, funcionaba tan bien que en poco tiempo se habría conseguido un importante nivel de recuperación de adeudos.

Eso era problema resuelto, del que no había por qué preocuparse. La CFE recibía sus pagos atrasados, los usuarios --que en un setenta y tanto por ciento, se diría-- cubría sus pendientes y pagaba sus consumos recientes. La misma Comisión Federal de Electricidad --que por varios años dejara de dar mantenimiento a sus redes y de hacer nuevas inversiones-- invertía y mejoraba su servicio, dado que su clientela no incurría en moratoria considerable.

Se decía que la CFE había hecho firmar convenios particulares a los antiguos deudores --éstos con carácter mercantil, especie de pagarés, o algo así-- pero hasta ahí: no se pensaba que esto pasara a más, aunque no dejara de haber voces que alentaran sobre el riesgo de firmar esos documentos que fueron puestos a la vista de los deudores morosos.

Pero hasta ahí. Transcurrió 2009 y nada pasó. Igual sucedió con 2010. Hubo usuarios (con adeudos históricos) que no pagaron; unos porque no tuvieron con qué hacerlo y otros --como se ha dicho-- porque “se colgaron”. La CFE no demandó a nadie y solamente hizo los pocos cortes de suministro que pudo (porque la misma gente no permitió avanzar mucho en este terreno).

En 2011, sin embargo, el problema presuntamente resuelto volvió a cobrar actualidad. Uno, porque hay miles de deudores históricos (que no pagaron todo o ni siquiera lo suficiente o que simplemente continuaron en “resistencia”), y, dos, porque --así se ha dicho-- la paraestatal “mercantilizó” los documentos firmados y ahora está demandando a quienes tienen deudas y aún intentando embargarles (y en su caso rematarles) propiedades (o lo poco que tengan).

Y ahí está otra vez el problema CFE-deudores históricos (que se calculan en más de cien mil), con el consiguiente presagio de conflicto social y con la réplica --y aún con la denuncia pública-- del gobernador del estado, a quien afecta de manera importante tal situación.

Granier Melo condena el hecho de que la CFE pretenda embargar bienes a los deudores (además de que oculten información sobre el manejo de las presas), los afectados pegan en el grito al cielo y el PRD ofrece asesoría legal y los convoca a una gran movilización.

Han pasado dos o tres años de la firma del Acuerdo Compensatorio y las cosas parecen estar como al principio (o quizá peor aún) entre el estado un numeroso sector de usuarios y la CFE. El problema “resuelto” está vigente de nueva cuenta.

fcoperalta42@hotmail.com

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