jueves, 20 de enero de 2011

Opinión: Francisco Peralta Burelo / Ene 20

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

¿Iremos otra vez a todos contra todos?

El proceso sucesional tabasqueño está abierto desde hace mucho tiempo. Quizá desde el momento mismo en que Andrés Granier asumió la gubernatura (cuando se perfiló la figura de su eventual sucesor).

No estaba claro para algunos tabasqueños, sin embargo, si el proceso sucesional estaba abierto ya o estaría pendiente todavía de abrirse. Tenía ciertas dudas por eso de que quien se tenía por principal carta del PRI o se descartaba o evitaba definir su posición personal a ese respecto.

Hoy, no obstante, cuando la figura en torno a la que ha girado esta sucesión --y de la que se ha hablado tanto al tenérsele por eventual candidato del Revolucionario Institucional--, ha salido a los medios de comunicación y desde un micrófono de radio ha dicho que sí aspira y que si buscaría la candidatura de su partido y la gubernatura del estado, no hay duda alguna de que el proceso sucesional --tanto por la gubernatura como seguramente por las presidencias municipales, las diputaciones locales y federales y las senadurías-- se ha puesto en marcha.

En estos momentos los tiempos de la sucesión política tabasqueña están abiertos --y corriendo-- en todos los ámbitos, con aspirantes múltiples a los diversos cargos que se elegirán en julio y octubre del 2012. Ya, como se dice, el proceso electoral “nos alcanzó”. Y está en marcha a lo largo y ancho del estado.

Todo mundo sabe quiénes pretenden una candidatura a gobernador, y hasta de aspirantes a una diputación federal o a una senaduría que han venido evidenciando sus aspiraciones (o la gente de alguna manera los identifica). En sus respectivos municipios es de dominio público quiénes “se andan moviendo”, ahora sí que no anticipadamente, sino dentro los tiempos que se adelantaron por su propia inercia y por la presión de ellos mismos dentro de sus partidos o hacia la sociedad.

La sucesión está abierta. 2011 resultó ser, desde muy temprano, un año electoral: ya no hubo que esperar al 2012. Es ingenuo aquel político con aspiraciones que aguarde la llegada de aquellos tiempos que ya llegaron y que están corriendo rápidamente.

Empero, con estar abierta la sucesión en todos sus niveles, otra vez, como en ocasiones anteriores, los múltiples aspirantes a los diversos cargos de elección popular que se discernirán en las urnas en el 2012 de lo que menos se han preocupado --y en este caso están los partidos políticos mismos-- en vez de alentar la construcción de un pacto amplio de civilidad que los auto-obligue a un mínimo de reglas para regir de igual manera las contiendas internas que las constitucionales.

Tabasco, con una politización que viene de años, sin la suficiente unidad política, con un alto nivel de división y de confrontación, ha entrado ya a un proceso sucesional generalizado sin reglas claras, sin pactos de civilidad, sin compromisos con la democracia, que podrá terminar, Dios no lo quiera, como otras veces, en una pelea de todos contra todos en la que el gran perdedor, una vez más, será el estado.

fcoperalta@hotmail.com

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