jueves, 13 de enero de 2011

Opinión: Francisco Peralta Burelo / Ene 13

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

¿A donde iremos con municipios quebrados?

La gran mayoría de los ayuntamientos instalados en el 2010 --y quizá no sería exagerado decir que la totalidad-- recibió administraciones municipales en muy malas condiciones. Todas, como en su oportunidad dirían los presidentes municipales entrantes --y hacia finales del 2009 el propio gobernador del estado--, estaban "quebradas" cada una de las diecisiete administraciones sufría del mismo mal: no tenían dinero en caja y sí heredaban muchas deudas. Eso se hizo público en su momento.

Todos los ayuntamientos tabasqueños sufrían de quebrantos financieros serios, bien porque habían heredados deudas difíciles de pagar con sus propios ingresos o porque las incrementaron duran te su primer año de ejercicio, todos ellos con un gasto corriente de lo más oneroso y sin mayores posibilidades de poder llevar a cabo un programa de trabajo acorde con las necesidades del municipio y con los compromisos de campaña. 2010 fue un mal año para los ayuntamientos tabasqueños: empezaron en malas condiciones y difícil era que pudieran revertir esta situación, porque además de todo ello la gran mayoría vio reducido el monto de sus participaciones y aportaciones (y poco incremento tuvieron en sus ingresos propios). De tal suerte que mal empezaron y mal terminaron todos los ayuntamientos municipales (quizá, como se dice, con sus muy escasas excepciones). Y es que no podía ser de otra manera, por mejores administradores que fueran los alcaldes y por más que hicieran con menos, como reza el conocido slogan.

Muchas ganas podrían tener los nuevos alcaldes de hacer grandes cosas, pero ¿con qué dinero? La situación de éstos fue sumamente difícil en el 2010, más todavía con un estado que, por sus propios problemas financieros, poca ayuda podría prestarles. 2010 empezó y terminó mal para los actuales ayuntamientos municipales. 2011 no se ve que empiece bien para ellos, sino que las cosas parecen continuar al mismo tenor, con administraciones quebradas, con deudas que no lograrán pagar, con aparatos burocráticos cuyo mantenimiento resulta de lo más caro, con demanda social que no tendrán manera de atender.

2011 no pinta bien para los municipios (ni para los vecinos ni para sus autoridades). No hay razón para esperar un buen año en cada una de las diecisiete administraciones municipales, ni en la mayoría de ellas, ni en una tercera parte de éstas. ¿Acaso alguna dispondrá de finanzas sanas y de disponibilidad de recursos para sufragar sus gastos y para hacer algunas inversiones en materia de obra pública? Tabasco no puede funcionar bien con municipios quebrados y sin posibilidad de respuesta a las demandas sociales. Necesita a fuerzas de que la llamada "célula básica" de nuestra organización social y política se fortalezca y que salga de esa precariedad económica en que se encuentra. ¿Cómo hacerlo? Este es uno de los grandes retos de los alcaldes, desde luego, pero también del gobierno estatal y de la Federación.

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