sábado, 15 de enero de 2011

Internacional / La oficina de prensa israelí se disculpa por el 'caso del sujetador' en un cacheo / Ene 15

La afectada es una reportera de Al Jazeera
La oficina de prensa israelí se disculpa por el 'caso del sujetador' en un cacheo
Fuente: EL MUNDO.es / Sal Emergui | Jerusalén / Actualizado sábado 15/01/2011 04:07 horas
Una de las periodistas que protestó por el registro
Una de las periodistas que protestó por el registro
Los que han entrado alguna vez en la fortaleza-sede del jefe de Gobierno israelí en Jerusalén o han acudido a alguno de sus actos públicos, conocen las espectaculares medidas de seguridad. El hecho de coordinar la llegada y llevar carnet de prensa no evita largos minutos de registro y en algunos casos enfados monumentales.

Algunos periodistas lo han vivido esta semana precisamente cuando el primer ministro, Benjamin Netanyahu, se reunía con los representantes de medios de todo el mundo. Volvió a alertar del "peligro que supone el programa nuclear iraní para Israel y la región. Sigue determinado en avanzar pese a los obstaculos y dificultades para tener armas nucleares" sin saber que antes de su discurso los titulares los acapararon algunos periodistas a raíz de los registros a la entrada del cóctel en Jerusalén.

Como por ejemplo Najwan Simri Diab, periodista de la cadena de televisión Al Jazeera en Israel. Su rabia sigue intacta tras lo que llama "registro inaceptable" que incluyó la petición de quitarse el sujetador antes de asistir a la recepción anual con Netanyahu. Al sonar el aparato electrónico, la guardia de seguridad israelí le pidió quitarse la prenda íntima provocando su indignación y rechazo. Junto al corresponsal de la cadena, Walid al Amri, Najwan se negó a entrar a la rueda de prensa y su delegación en Jerusalén ha presentado una protesta oficial por 'trato vejatorio'.

En una carta enviada a los periodistas, el director de la Oficina de Prensa del Gobierno israelí (GPO), Oren Helman, "lamenta" el incidente y expresa su deseo de que no vuelva a pasar. "Obviamente no invitamos a los periodistas a un acto para ofenderles (...) no sois los únicos clientes pero si sois los clientes preferenciales (...) Mi puerta siempre estará abierta para ustedes", escribe recordando que la seguridad es responsabilidad de los organismos competentes.

La Asociación de la Prensa Extranjera en Israel, sin embargo, amenaza con boicotear los actos del primer ministro "si no hay un cambio inmediato en las normas de inspección y seguridad en el acceso". "No es aceptable invitar a personas a cócteles en un hotel de cinco estrellas para desnudarlas a la entrada", lamentan.

Como centenares de periodistas extranjeros, Najwan acudió al David Citadel Hotel en Jerusalén para cubrir el discurso de Netanyahu. "Tras enviar nuestros datos a GPO, llegamos con tiempo al hotel. Una mujer de seguridad me quería hacer pasar por el detector de metales pese a que yo dije que, aunque aún no se ve, estoy embarazada. Me negué. Me cacheó por todas las partes que uno puede imaginar. Tuve que quitarme el abrigo y la camisa. Luego me pidió que me quitara el sujetador. Decidí no entrar", explicó al día siguiente. "Entiendo las necesidades de seguridad pero no acepto una inspección tan denigrante", añade hoy.

"No sirvió de nada que enseñara mi carnet de identidad israelí. Estaba muy enfadada por el trato diferente a la hora de registrar a los periodistas árabes y al resto", afirma Najwan, nacida en Israel hace 31 años. No le servirá de consuelo pero otros periodistas como el corresponsal del 'Wall Street Journal', Charles Levinson, o el fotógrafo israelí Menahem Kahana, también 'sufrieron' las medidas de seguridad. Éste último, que lleva 23 años en el oficio, denuncia que le pidieron quitarse los pantalones durante el control.

La seguridad en este tipo de acontecimientos corre a cargo del servicio secreto interno (Shin Bet) que ha negado haber practicado un trato humillante a los periodistas cacheados: "Efectuamos una revisión a todos los participantes de forma igualitaria y de acuerdo a los procedimientos habituales en este tipo de eventos. Tres periodistas rechazaron ser registradas en base a estas normas y decidieron no participar en el acto".

La prensa israelí se ha hecho eco de las críticas de sus colegas extranjeros. "Por si no fuera suficiente, Netanyahu llegó con un retraso de 40 minutos al encuentro con la prensa extranjera en Jerusalén. No es la mejor forma de mejorar la imagen del Gobierno", escribe el diario 'Yediot Ajaronot'.

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