viernes, 28 de enero de 2011

Heraldo Político: Juan Ochoa Vidal / Columna / Ene 28

(Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco)

¿El beneficio de la duda?

Al gobierno federal le interesaba dejar en claro ayer, a través de José Luis Luege, que los tabasqueños debemos estar muy agradecidos porque como resultado de las obras "definitivas" del Plan Hídrico Integral de Tabasco y las "acciones preventivas ejecutadas con oportunidad", en 2010 la Comisión Nacional del Agua evitó graves inundaciones y severos daños a más de 400 mil personas, por efecto de lluvias y escurrimientos sin precedente.

Más allá del hecho de que desde hace muchos meses se trajeron dragas sólo para adornar el paisaje, así como que faltan menos de siete meses para que reinicie la temporada anual de lluvias intensas, grandes escurrimientos y consecuentes inundaciones, el funcionario federal vino a tratar de convencernos de que todo lo que ellos han hecho es lo correcto y que las obras hidráulicas se están haciendo en tiempo y forma.

Enumeró dichas obras. Afirmó que no tenemos por qué preocuparnos. Eso sí, Luege advirtió con relación a dos situaciones que no dejan de ser verídicas:

1. Se requiere el reordenamiento ecológico de la región, reforestación de bosques y selvas, conservación y restauración de suelos, incentivos como el pago de servicios ambientales, y establecer planes de desarrollo urbano de largo plazo, así como un uso del suelo con pleno respeto a las zonas federales de riesgo, entre las que destacan los cauces y sus áreas aledañas, lagunas, pantanos, y otras áreas naturalmente inundables.

2. Los gobiernos municipales deberán revisar los planes de desarrollo urbano de manera conciliada con lo proyectado en el PHIT, pues "se continúan construyendo desarrollos urbanos por debajo de la cota de 10 metros sobre el nivel del mar, lo cual fue determinado como de gran riesgo por el Instituto de Ingeniería de la UNAM. Es decir, se continúa con la equivocada estrategia del crecimiento horizontal sobre los sistemas lagunares y fuera de las áreas protegidas por las obras de este Plan".

En realidad, no está a discusión el hecho de que se han realizado obras de protección que en mucho ayudaron en la contingencia de 2010. Lo que se cuestiona es la lentitud e insuficiencia de esos trabajos; el manejo sospechoso de la costalera, máxime que se levantan bordos de concretos que, por sus características visibles, cualquier hijo de vecino puede anticipar que serán insuficientes para contener la creciente de los ríos.

Nuestro pueblo ha escuchado de manera reiterada las justificaciones que ayer dio Luege: que si llovió como nunca, que si vivimos en zonas susceptibles de inundarse, que si ha habido negligencia oficial al autorizarse a lo largo de muchas décadas asentamientos humanos en donde no se debió hacer tal cosa.

Claramente, la exigencia popular en esta hora es que si el gobierno federal nos dice que gasta muchos millones de pesos en obras de protección, estas realmente deben estar bien hechas y, por tanto, cumplir su cometido. Y como ya no se puede regresar en el tiempo, queremos tener la certeza de que este año y los que vienen tendremos mayores y más eficaces defensas ante el embate de la naturaleza.

Queremos estar seguros de que el manejo del sistema de presas es el correcto desde nuestro punto de vista y no del de los técnicos a quienes preocupa la generación de energía. Queremos ver avance en los multianunciados trabajos de desazolve, tanto de la Barra de Frontera como de ríos y mantos lagunares que tienen que estar en condiciones de cumplir su función de vaso regulador.

Como puntualizó Andrés Granier Melo durante la reunión ayer con funcionarios federales: juntos, pueblo y gobierno, daremos puntual seguimiento a las acciones anunciadas.

Y es que, como además señaló el gobernador, la actualización del Plan Hídrico Integral de Tabasco debe garantizar antes que nada la seguridad del pueblo tabasqueño, con obras de calidad que se concluyan en tiempo y forma, porque, en definitiva, Tabasco "ya no aguanta una quinta inundación".

Sí. Es cierto. Y ya lo había prometido el Presidente Felipe Calderón en aquellos días de 2007 y en la famosa reunión de enero de 2008, cuando una y otra vez nos juró enamoramiento.

La reunión de este jueves es producto de lo platicado hasta ahora en las mesas de negociación que se instalaron luego de que Granier anunció que Tabasco se retiraba del comité consultor para el manejo del sistema de presas, en virtud de que allí no se nos hacía caso; o mejor dicho, como dice nuestra gente, se nos tiraba de a locos.

De ahí que la transparentación de los tiempos del PHIT debiera suscitar una respuesta de confianza del pueblo tabasqueño. Aunque, como Santo Tomás, hasta no ver no creer.

¿Será acaso que este año sí se concluirá la construcción de la Compuerta de Macayo iniciada hace una década? Sin afán de ser pesimistas, no podemos dejar de ver que faltan unos siete meses, máximo ocho, antes de que el advenimiento de altos volúmenes de agua imposibiliten que continúen allí trabajos que no se hayan concluido antes.

Los plantados

En la víspera se realizó en la capital del país la reunión tramitada por el secretario de Gobierno, Humberto Mayans Canabal, a solicitud de cuatro diputados perredistas encabezados por Juan José Peralta Fócil. Como es del conocimiento público, desde antes los señores anunciaron, con toda frescura, que dejarían plantados a los funcionarios. Supuestamente, a Peralta Fócil y asociados les interesaba exponer la situación de los afectados por las inundaciones***** Increíble: el circo mediático logró que ahora la gente adore al tal Kalimba, más "inocente" que un recién nacido. Sólo falta que lo lleven a la Basílica de Guadalupe.

Juan_ochoa45@hotmail.com

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