viernes, 21 de enero de 2011

Heraldo Político: Juan Ochoa Vidal / Columna / Ene 21

(Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco)

Sí: todos cabemos en Tabasco

El nuevo obispo Gerardo de Jesús Rojas López inició su labor pastoral en una concentración plural sólo superada en número de participantes por la que tuvo el Papa Juan Pablo II en 1990. El Teatro al Aire del Parque Tabasco albergó a diez mil personas sentadas en gradas a lleno completo, más dos mil ubicadas en sillas al centro de ese espacio, y poco más de mil que ya no cabían y que, desde fuera, presenciaron la ceremonia a través de pantallas gigantes.

Se trató de un encuentro de tabasqueños de todas las filiaciones políticas. Reunidos en un mismo espacio, sin que ello significase renuncia a sus posicionamientos públicos, vimos -por ejemplo- al diputado federal Adán Augusto López, al líder municipal del PRD, Gerardo Gaudiano Rovirosa, así como al coordinador parlamentario perredista Juan José Martínez, y también a Carlos Francisco Lastra y Minerva Ocaña Pérez, entre otros militantes de ese instituto.

Todos ellos, en diversas ocasiones han sido críticos con respecto a la administración de Andrés Granier Melo, quien fue tratado con mucho respeto tanto por las autoridades eclesiásticas como por toda la gente congregada en el lugar. Allí, alrededor del gobernador, estuvieron además los alcaldes Jesús Alí de la Torre, Alejandro Medina Custodio y Gerald Washington Herrera.

Granier fue saludado de manera efusiva por otro crítico: el ex diputado federal panista Gerardo Priego Tapia. No eran los únicos críticos del quehacer gubernamental allí presentes. Igualmente asistió, porque sobre todo es un comprometido activista católico desde su juventud, el comunicador Jesús Sibilla Oropeza.

A lo que queremos llegar, lector, es a lo siguiente: los eventos con motivo de la toma de posesión del nuevo obispo pusieron de manifiesto qué tan posible es convivir en Tabasco entre quienes podemos pensar diferente e, incluso, en las instancias adecuadas expresar con toda libertad cualquier tipo de señalamiento y desacuerdo.

Y también acudieron, como invitados especiales, ministros de culto de otras religiones. ¿Quién dijo que no se pueden hacer a un lado, en aras de la sana convivencia, diferencias doctrinales?

Seguramente a ellos les ha de haber resultado de sumo interés el exhorto a la reconciliación y reencuentro de los tabasqueños, expresado en el preámbulo de la misa por el hasta anteayer delegado obispal, Denis Ochoa Vidal; y, desde luego, la cátedra teológica-sociológica formulada por el nuncio Christopher Pierre a lo largo de unos cincuenta minutos, cuando se ocupó de hacer la prédica que sigue a la lectura del Evangelio.

En su exposición, Pierre, el arzobispo francés de 64 años, ex gobernador del Estado Vaticano, denunció el secularismo que es signo de este tiempo, que se traduce en un debilitamiento de la fe y la práctica eclesial –no sólo de la católica- y que viene aparejado con la pérdida de valores sociales.

Los asistentes a la toma de posesión obispal tuvimos oportunidad, así, de escuchar un discurso en el más amplio concepto de la palabra. En correcto castellano y con mucha claridad, el nuncio diagnosticó cómo debe ser el desempeño sacerdotal y cómo tiene que encarar la iglesia católica los retos que se le presentan en este momento histórico.

Horas antes, en la ceremonia de bienvenida al nuncio y a los veintitantos obispos, el gobernador Granier observó, en su mensaje, que el pueblo tabasqueño “sabe de la importancia de la familia para recuperar los valores y principios que nos identifican como sociedad”.

Monseñor Gerardo de Jesús dio señales de que no viene a abonar a un clima de discordia en Tabasco, sino todo lo contrario: que sabrá mantener los equilibrios necesarios para permanecer con capacidad de interlocución con todos los actores de nuestra sociedad plural.

En Granier, el obispo reconoció, de antemano, que “encabeza los esfuerzos del noble pueblo tabasqueño por avanzar en la construcción de una sociedad más justa para que todas las personas, sin exclusión, encuentren el camino del desarrollo y crecimiento”.

Hacia las diez de la noche, durante la cena servida en la Nave I, monseñor Rojas recibió una llamada telefónica de don Florencio Olvera Ochoa, quien no pudo asistir a las ceremonias de este miércoles por encontrarse delicado de salud a consecuencia de una trombosis.

La UJAT dio el gran salto

La maestra Candita Victoria Gil Jiménez presentó anoche, en el Teatro Universitario, su tercer informe –séptimo por tratarse de un segundo periodo- como rectora de la UJAT. Presentó datos elocuentes que refieren cómo la casa de estudios se insertó, desde a mediados de la década pasada, en un proceso de desarrollo académico e institucional que le ha permitido dar un gran salto hacia la excelencia en todos los órdenes.

En presencia del gobernador Andrés Granier y de rectores universitarios provenientes de otras partes del país, la rectora señaló que el avance que hoy tiene la Universidad Juárez no admite retrocesos. Convocó a toda la comunidad universitaria y a la sociedad en general para coadyuvar al afianzamiento de los logros alcanzados, los que han merecido ya el reconocimiento nacional.

Al recibir la encomienda de clausurar la sesión solemne del Consejo Universitario, Granier felicitó a la maestra Candita. Se sabe que es común que en pláticas coloquiales el gobernador exprese su reconocimiento a quien ha guiado a la UJAT en un crecimiento exponencial en todos los rubros y que todavía pugnará por mayores éxitos en el transcurso de los siguientes doce meses.

Ya quisiera cualquier gobernante contar con todo un equipo de colaboradores que posean las capacidades, la determinación y la sencillez de Candita Gil.

Juan_ochoa45@hotmail.com
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