lunes, 22 de noviembre de 2010

Opinión: Francisco Peralta Burelo / Nov 22

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

¿Sorprenderse?, ¿por qué?

Podría uno ir de sorpresa en sorpresa aquí en Tabasco. Sin embargo --si se ubica bien en la realidad-- nada de sorpresivo tendrá (o tiene) lo que ocurre, pues todo es de lo más normal.

Parecería una sorpresa que el actual fiscal superior del OSF --con diez años ya en el cargo y sin dar los mejores resultados-- fuera ratificado, y no electo de nuevo, por el Congreso local, ahora para permanecer allí siete años más, con lo que ajustaría --como se dice-- la friolera de diecisiete años en el mismo puesto.

Sin embargo nada de sorpresivo --o de sorprendente-- tiene ello. No, al menos, en nuestro Tabasco.

Parecería una sorpresa que veintiocho de treinta y cinco diputados votaran en una sesión plenaria a favor del dictamen en el que se ratifica a este señor, cuando para ello era menester que las dos terceras partes de los legisladores presentes lo hicieran en ese sentido y tres legisladores priistas once perredistas y uno panista de antemano habían anunciado que su voto sería en contra de lo que ellos llamaron la “reelección”.

Sin embargo nada de sorpresivo tuvo que la mayoría calificada se lograra con holgura y que la diputación de la LX legislatura “ratificara” (o reeligiera) al fiscal superior del OSF. Ni siquiera eso de que solamente siete legisladores se opusieran al dictamen y a la extensión de la permanencia de éste.

Nadie tendría por qué sorprenderse de que ello haya ocurrido, eso es normal en el Tabasco, no de hoy, sino de los últimos lustros. Y la mayoría de los tabasqueños --a decir verdad-- no se sorprenden ya de que ello pase (a menos que pequen de ingenuos o que estén fuera de realidad).

Y eso es un caso, solamente. Un botón de muestra, cómo se dice. Uno, nada más, pero de estos hay --y han habido-- muchos que pudieran ser sorprendentes, sorpresivos, o como se les quisiera llamar, pero que no lo son, y a los que si alguien no se ha habituado --y no los ha tenido por naturales-- lo mejor es que se vaya habituando ya y tomándolos como partes de nuestra normalidad cotidiana.

En Tabasco eso y más ha pasado, pasa y pasaría. Un fiscal superior puede no rendir buenos resultados y pasarse casi veinte años al frente del OSF, contando para ello con la venia de la mayoría calificada de nuestra Cámara de Diputados. Veintiocho miembros de una legislatura pueden consentir ese hecho, y avalarlo, con las manos en la cintura, y hasta ufanarse de ello.

Que esto, u otra cosa, ocurran, no tiene por qué tenerse por sorpresa. “Cosas se verán”, dijo el profeta. Así que los tabasqueños no deberían sorprenderse ya por nada (y ay de aquél que se sorprenda). ¿No acaso aquí mismo en una madrugada se modificó la Constitución y en otra madrugada se nombró a una gobernador interino o no al que seguirá siendo titular del OSF se le designó antes de que la ley que creó esa institución entrara en vigor y por una legislatura que no era competente?.

Así que no hay motivo para sorprenderse por nada (a menos que se peque de ingenuo).

fcoperalta42@hotmail.com

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