jueves, 18 de noviembre de 2010

Opinión: Francisco Peralta Burelo / Nov 18

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

Cuatro años se han ido

El día de ayer se cerró un nuevo capítulo --el cuarto, por cierto-- del gobierno, que preside Andrés Granier Melo. Atrás quedan no solamente cuatro años sino dos terceras partes de su periodo sexenal.

Cuatro años --más de medio mandato-- quedan atrás; en el pasado. Son ya sólo historia. Cosas que se hicieron (bien o mal) o que no se realizaron; situaciones favorables adversas (aunque más de este corte que el de aquel); compromisos que se cumplieron totalmente, a medias o que aún están pendientes de atenderse; programas que se realizaron o que permanecen en el aire….

Cuatro años --de seis improrrogables-- los consumió ya el tiempo (aunque al último año le queden aún cuarenta y tantos días). A partir del próximo uno de enero la gubernatura de Andrés Granier quedará inexorablemente reducida a sólo setecientos setenta días (o a un poco menos).

Hacia atrás ya nada se podrá hacer: lo que se hizo se hizo y lo que no se hizo no se hizo. Así de fatal. Aquí no hay vuelta de hoja ni regreso al tiempo. 2007, 2008, 2009 y 2010 son historia --nada más-- y como historia se tomarán.

Hubo aprendizajes, hubo lecciones, hubo experiencias, hubo aciertos y desaciertos, hubo más dificultades que facilidades, hubo tanto de qué hablar, que merecerían ser tomadas en cuenta en lo que va a ser el último tramo de un gobierno que ya vio pasar cuatro de sus seis años constitucionales.

A lo hecho, pecho. No hay más. Y a someterse al juicio de la historia.

Empero al gobierno de Andrés Granier le quedan aún dos años, que si bien equivalen únicamente a la tercera parte de su mandato, lo obligarán --lo mismo que a sus colaboradores cercanos-- a poner el extra en cada acción y a hacer lo más que se pueda, ahí sí que sin límite de tiempo y sin caer en la menor fatiga.

Pero estos dos años Andrés Granier debe --y para eso tiene los días que le restan a este año-- repensar su gobierno, rediseñarlo, dar ese golpe de timón al que se ha resistido, a reestructurar su gabinete, blindarse contra la ingratitud y la deslealtad que viene con el descenso del tiempo en el poder, ser el "químico", el "chelo", que la gente que votó por él quiso ver en la gubernatura de Tabasco.

Pesar que le esperan los dos años más difíciles de su gobierno, dadas las condiciones en que Tabasco y esté se encuentren, y que no la tendrá nada fácil, y que en resumidas cuentas lo que no haga en el 2011 ya no lo hará en el 2012, cuando una serie de intereses sucesionales se pondrán por encima de todo lo demás.

Es mucho lo que hay que hacer por Tabasco hoy en día: lo que debe hacerse y lo que no sea hecho. Dos años --un año, en su caso-- no será tiempo suficiente para ello. Sin embargo habrá que esperar que el gobernador Granier saque la casta y que cierre su mandato con muchas obras y siendo el eje de la reconciliación y la unidad de los tabasqueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.