Opinión: Francisco Peralta Burelo / Nov 11

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

Antepenúltimo informe

El próximo domingo el gobernador Granier Melo presentará su antepenúltimo informe anual de labores. Lo hará ante el Congreso estatal por medio del secretario de Gobierno (como se ha hecho de estilo desde el año de 1992, cuando por primera vez un gobernador constitucional, sustituto o interino) no acudió personalmente a la sede congresional a dar cuenta del estado que guarda la administración a su cargo. Ese día, también, como igualmente se ha hecho de estilo --aunque esta modalidad tenga menos años de vigencia, ya que se inauguró en el año 2002--, el gobernador Granier Melo leerá --extralegislativamente-- una síntesis de la versión informativa que a través de interpósita persona presentó ante el Congreso de Estado. Lo hará de viva voz, con transmisión radio televisiva, y ante una audiencia similar a la que en tiempos pasados fuera tenida por las fuerzas vivas de la entidad. No será, por supuesto, un informe como aquellos de antaño, con todo el glamour de los mejores años del presidencialismo priísta, pero sí tendrá algo de aquel sabor, producto, al fin, de toda una cultura política que no acaba de transformarse y que todavía perdurará por quién sabe cuánto tiempo. Empero, eso de los rituales del poder podría ser lo de menos. Lo que importa es que en unos cuantos días más el gobernador Granier Melo estará rindiendo su informe de labores de todo un año a los tabasqueños. Y eso sí que es importante. Habrá que prestarle interés a lo que diga. A la síntesis del trabajo realizado durante un difícil año (antecedido por tres años igualmente difíciles para su gobierno, para él y para los tabasqueños). Ojalá y como se dice en el argot político, hable de muchas realizaciones y de muchos logros conseguidos a pesar de toda suerte de circunstancias adversas. No obstante también habrá que esperar dos cosas más de la exposición pública que haga Andrés Granier. Su mensaje político, que tendrá que ser esperanzador, de unidad, de reconciliación, de brazos abiertos para amigos y adversarios, y su propuesta de gobierno para los dos años que le restan a su mandato, que serán los que definitivamente marquen --o simplemente reencausen-- el rumbo de su gubernatura. Qué bueno sería que Andrés Granier haga una reflexión serena y exhaustiva de sus cuatro años de gobernador de Tabasco, con una gran dosis de autocrítica, y que, mirando hacia el futuro, esbozara lo que su gubernatura será durante los dos últimos años, qué se propone hacer y cómo lo va a hacer. Es interesante que informe lo que hizo, empero también es importante que dibuje --si se quiere a grandes trazos-- lo que él va a hacer desde la gubernatura en lo que resta de 2010 y lo que comprenderán 2011 y 2012. Que rinda, pues, buenas cuentas de su actuación de uno, y de cuatro años, y que refrende su compromiso de entregar a los tabasqueños un Tabasco transformado, como ofreció a los tabasqueños (y como seguramente lo habrá intentado a cada día con su mejor intención).