Ojo Visor: Jacinto López Cruz / Columna / Nov 09

(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
Jaclop62@hotmail.com

DE MAL EN PEOR

Si se creía que con el arribo de Luís Francisco Deyá Oropeza, como alcalde del ayuntamiento de Jalapa se acabaría los problemas de corrupción en esa comuna, la ciudadanía prácticamente se ha desilusionando ya que quienes en realidad gobiernan y hacen sus “tejes y manejes” con el presupuesto público son en tres personas, conocidos como la trinitaria, ya que el chico de los diez solamente se dedica a firmar los documentos.

Entre la población jalapaneca es conocido que el actual presidente municipal, Luís Francisco Deyá Oropeza, ya padece el síndrome del “mandilón” que antecedió al hoy presidiario Antonio Priego Jiménez, ya que prácticamente quien gobernó el anterior trienio y dispuso del presupuesto a sus anchas fue precisamente su mujer, doña Cindirela, y lo mismo está haciendo ahora el munícipe, quien solamente firma los documentos de la primera dama del municipio.

Para ser precisos quienes mandan o gobiernan en el ayuntamiento de Jalapa, son tres personas: Gloria Aparicio Bastar, presidenta del DIF municipal; Héctor Andrade, director de Fomento Económico municipal, y por supuesto la tesorera y consentida del ex-alcalde de Macuspana, José Ramiro López Obrador, Aura Lluvia García, quien a pesar de que fue inhabilitada para ejercer cargo público, pues entre ella, el mismo Pepín López y el actual diputado local de Centro, Juan José Peralta Fócil, adeudan más de un millón de pesos, que se han negado a resarcir al erario público, pero aun así, el presidente municipal violando la ley depositó en manos de esta persona los recursos públicos del ayuntamiento.

Por disposiciones de doña Gloria Aparicio, el presidente municipal despacha en su domicilio donde atiende selectivamente a quienes acuden en busca de apoyos sociales o para exigir tal como lo prometió en campaña los programas sociales aterricen en sus comunidades, pues hasta ahora no ha cumplido, alegando que la anterior administración dejó en bancarrota al ayuntamiento.

El chico de los dieces del tecnológico de Monterrey, no le ha quedado otro camino, más que obedecer a su esposa, ya que cuando han entrado en conflicto por las cuestiones del manejo de la administración municipal, la señora cae en un brutal estado de depresión que tienen que intervenir los psicólogos y hasta su mamá para que la puedan calmar; es tanto el poder de convencimiento o sometiendo de doña Gloria hacia Luís Francisco que éste se vio obligado a despedir a primo hermano José Atila Gallegos Hernandez (a) El Borrego por negarse a firmar una factura apócrifa de la señora Gloria, para justificar diversos gastos personales que obviamente se pagaron con recursos del erario público.

La segunda que manda en el ayuntamiento es la tesorera, Aura Lluvia García García, quien fue inhabilitada para ejercer cargo público, ya que además de la demanda penal interpuesta ante la Procuraduría de Justicia por el Organo Superior de Fiscalización del Congreso local hay un acta de requerimiento de pago y embargo realizado por la Secretaria de Administración y Finanzas del gobierno del estado, contra ella, como José Ramiro López Obrador, el legislador local de Centro, Juan José Peralta Fócil y Roberto Villalpando Arias, por lo que están obligados a restituir al erario municipal de Macuspana la cantidad de un millón setecientos sesenta y tres mil, doscientos noventa y cuatro pesos con diez centavos, más diecinueve mil ochocientos ochenta y un pesos con cincuenta y cinco centavos por gastos de ejecución que hasta la presente fecha se han negado a pagar, aunque en los hechos a Aura Lluvia ya le embargaron algunas propiedades.

La devolución de recursos económicos al erario municipal de Macuspana está basado en la resolución del Congreso del Estado número HCE/OSFE/UAJ/3005/2009 de fecha 30 de octubre de 2009, con número de expediente HCE/OSFE/UAJ/PFRR/047/2009-Macuspana, siendo el concepto, indemnización a la hacienda pública del municipio de Macuspana, Tabasco, impuesta por el Organo Superior de Fiscalización del Estado de Tabasco, ya que tanto el ex-presidente municipal, como la ex-tesorera, Aura Lluvia, Villalpando, y el ex-director de Programación, Juan José Peralta Fócil, se agenciaron recursos económicos que no pudieron comprobar y por lo tanto se les exigió la devolución.

Como las malas prácticas no se olvidan Aura Lluvia García llegó a la tesorería del ayuntamiento de Jalapa a hacer de las suyas, disponiendo de los recursos públicos para su beneficio personal y para un grupo de incondicionales que contrató sin la anuencia del presidente municipal pero que solamente están sirviendo para obstruir las labores propias de la administración cercando al mismo Deyá, quien está recluido en una caja de cristal, porque así les conviene tenerlos.

Aura Lluvia ejerce un control total de los recursos públicos, pero no para eficientarlos, sino para que estén disponibles para sus incondicionales, al grado que mientras el alcalde ordenó desde el pasado 24 de mayo que se firmara un convenio con la Comisión Federal de Electricidad, contando con el visto bueno de Programación y la dirección jurídica, la tesorera se amachó de que no debe pagar luz el ayuntamiento, por lo que hasta ahora dicho convenio no se ha realizado.

El ayuntamiento de Jalapa, adeuda dos millones setecientos sesenta y cuatro mil, ochocientos noventa y cuatro pesos, que debería de pagar a la CFE en doce mensualidades sin intereses de doscientos treinta mil, cuatrocientos siete pesos, pero no se concretizó gracias a que Aura Lluvia se amachó a no realizarlo y el Luís Francisco Deyá, solamente agachó la cabeza, aun sabiendo que el problema seguirá latente.

En el tintero nos queda, Héctor Andrade, quien es el tercero de abordo en el mando de la presidencia, convirtiendo en un pelele al presidente municipal. La trinitaria se despacha con la cuchara grande en el ayuntamiento que de nuev cuenta le quedó grande a otro presidente municipal, que de nada le ha servido los dieces que sacó en el tecnológico de Monterrey.

OJITOS
Ante los mordaces señalamientos que realizó el dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática, Javier May Rodríguez, (sigue tendiendo cortinas de humo) en contra del secretario de Salud, Luis Felipe Graham Zapata, éste tomo al toro por los cuernos y se dijo dispuesto a mostrar toda la documentación que sustenta los gastos que realiza la dependencia, donde no existe nada oscuro.

Graham Zapata salió ayer mismo a algunos medios de comunicación para refutar los señalamientos de corrupción que May Rodríguez dio a conocer en rueda de prensa la mañana de éste lunes, donde mostró copias de las supuestas facturas que sustentan sus dichos, y dijo que mantendrá las puertas abiertas de la secretaría de Salud por si le interesa acudir el dirigente perredista para dejar en claro sus mordaces señalamientos en contra de la administración estatal del gobernador Granier.

VISORCITO
La revista Reflejos, de 24 páginas en papel Couché, a color en portada y contraportada, muestra la voracidad del dálmata de Francisco Castro Valencia y un grupo de funcionarios públicos y funcionarios priistas que están jugando al periodismo para llevarse más recursos económicos a la bolsa porque no son padres ni madres de la caridad.

Bajo la dirección editorial de un corporativo CPA, encubre su verdadero rostro Francisco Castro Valencia, quien además de ser delegado político del PRI en el municipio de Centla, aparece como el director general de administración de la citada revista. En la misma publicación participa, Laura Morales Acuña como coordinadora de Relaciones Públicas quien a su vez es funcionaria del PRI estatal y asesora del ayuntamiento de Centla.

Otra que aparece en el directorio es la dirigente estatal del Frente Juvenil Revolucionario, Katya Ornelas Gil, y el regidor del ayuntamiento de Centla, Gustavo Ocaña Barboza, quien aparece como Subcoordinador re Relaciones Públicas. Con esa publicación buscan lucrar con los ayuntamientos priistas, lo cual es indebido sobre todo, porque son funcionarios públicos y funcionarios priistas. Y no es que estos funcionarios no puedan escribir o publicar lo que se les pegue en gana, jugando al periodismo, lo indebido es que utilicen sus posiciones políticas con desmedidos fines de lucro. Ahí queda.